¡Arriba poderosa!
Y Jehová Dios dijo a la
serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y
entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás
todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre
ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar. Génesis 3:14-15
Este pasaje es una muestra de la
condición, actitud y nivel en el que cayó Eva en el génesis, todos sabemos que
el entorno en el que Eva vivía era extraordinario, sin embargo este pasaje nos
enseña claramente nuestra humanidad y debilidad
ante la astucia de Satanás. Eva llego a caer tanto que por mucho tiempo estuvo
creyendo una a una las mentiras del diablo, que olvidó ese entorno extraordinario en el que vivía, la caída no se dio de un día para
otro, fue un tiempo de seducción en el que Satanás logro volverse parte del
entorno que rodeaba a Eva, llegó a convertirse en alguien tan común y cercano
que ella
fue capaz de creerle y caer completamente rendida a sus mentiras, Eva ni
siquiera supo cómo es que perdió tanto en ese acto de desobediencia.
Lo más lamentable es que esta misma
historia se repite una y otra vez, hoy muchas mujeres no son capaces de ver la
tremenda bendición y lo afortunadas que son de ocupar el lugar que tienen, de
tener esa familia, ese esposo, esos recursos, esas oportunidades, ese entorno
en el que viven y ¿Sabes por qué? Porque hay una voz susurrándoles al oído
mentiras y más mentiras a tal grado que su entorno se vuelve toxico y bajo esa
condición la voz de Dios no puede escucharse. Muchas al igual que Eva han
perdido demasiado, han caído del nivel en el que se encontraban, han menospreciado
su posición y terminaron desnudas, sin cobertura, exiliadas, en el abandono
total.
Satanás sabe perfectamente que Dios dotó de un
poder extraordinario nuestras vidas como mujeres, nos dio nada más y nada menos
que el poder de aplastarle la cabeza ¿Te das cuenta? En el pasaje que tenemos
como base dice claramente que a la serpiente Dios le dio cierto poder de herir
el calcañar es decir la parte inferior del pie de la mujer, pero a nosotras nos
dio un tremendo poder y autoridad de aplastarle la cabeza.
Mujer, Dios nos otorgó ese poder
sobre Satanás para aplastarle la cabeza, para que ya no tenga autoridad sobre
nuestra vida, ni sobre nuestra familia, para taparle la boca y ya no seguir
escuchando sus mentiras, su manipulación, para que ya no siga haciéndote dudar
de Dios y de sus propósitos, para que la incredulidad ya no tenga lugar en tu
vida. Es tiempo de decirle al enemigo:
¡Basta
ya! hasta aquí llegaste, mi condición ya no será la de creer tus mentiras, hoy
me levanto con la autoridad de Dios sobre mi vida.
¡Arriba poderosa!
📅 Ejercicio
práctico de esta semana: Te reto a dejar algún pensamiento toxico fuera de tu vida, no le
dediques tiempo, no medites en él, no permitas que ese simple pensamiento se
apodere de tus emociones y te eche a perder el día, somete ese pensamiento, haz
callar a satanás y toma la autoridad que Dios te ha dado.
🏡 Grupo. Satanás se presentó como una serpiente en el Génesis ¿Con qué forma crees que se presenta actualmente? ¿Qué actos nuestros representarían aplastarle la cabeza? Oren por liberación y reprendan toda obra del enemigo.
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