La historia de Jacob y Esaú - Lección para escuelita dominical -

La historia de Jacob y Esaú

Pasaje bíblico. Génesis 25.19-34

Texto bíblico. —Véndeme primero tus derechos de hijo mayor —le respondió Jacob. NVI

Propósito General (ÉTICO): Que los niños comprendan la importancia de tomar buenas decisiones y desarrollar dominio propio, reconociendo que sus elecciones tienen consecuencias que pueden afectar su vida y la de los demás.


Propósito Específico: Que los niños identifiquen situaciones cotidianas en las que deben elegir correctamente (como hacer tareas, obedecer, compartir o decir la verdad), y se comprometan a pensar antes de actuar durante la semana.

Rompehielo: “¡Lentejas de Jacob!”

Materiales:

  • Vasitos pequeños o tapitas de plástico (uno por niño).
  • Algodón. 
  • Un puñado de lentejas (una o dos por niño). 
  • Un poco de agua para humedecer el algodón.


Cómo hacerlo:
  • Dale a cada niño un vasito con un poco de algodón húmedo.
  • Explícales que van a plantar una lenteja dentro del algodón para que crezca una plantita.
  • Cada niño coloca una o dos lentejas en el algodón.
  • Pueden poner sus nombres en el vasito para cuidar su planta durante la semana.
  • Diles que después de la clase, irán aprendiendo a cuidar sus plantas y verán que con paciencia y cuidado, las cosas crecen.

Al final de la clase o durante la semana, puedes recordarles que así como la lenteja necesita tiempo y cuidado para crecer, nuestras decisiones necesitan paciencia y reflexión para dar frutos buenos.

Introducción. ¿Recuerdas a Isaac el hijo que Abraham iba a sacrificar? Pues cuando Isaac creció se caso con una mujer llamada Rebeca, quien se embarazó de mellizos, es decir que, aunque nacieron en el mismo parto no se parecen.

Si tienes hermanos ¿Alguna vez has competido con ellos por algo? Una silla, un plato, ir a la tienda, etc.  Al parecer desde pequeños estos hermanos habían vivido en una competencia desde su nacimiento, cuando nació Esaú el primogénito (es decir el primero)  dice la biblia que fue pelirrojo, después nació su hermano Jacob quien venia agarrado del talón de su hermano, como si estuviera luchando por querer nacer primero y ganarse el derecho de llamarse el primogénito.

Veamos que sucedió en una ocasión cuando los hermanos crecieron.

Los niños crecieron. Esaú era un hombre de campo y se convirtió en un excelente cazador, mientras que Jacob era un hombre tranquilo que prefería quedarse en el campamento. 28 Isaac quería más a Esaú, porque le gustaba comer de lo que él cazaba; pero Rebeca quería más a Jacob. Génesis 25.27-28 NVI

La historia de estos dos hermanos nos da una importante lección acerca de las decisiones que tomamos en nuestra vida

Debes controlar tus deseos.

 Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo: 30 —Dame de comer de ese guiso rojizo, porque estoy muy cansado. (Por eso a Esaú se le llamó Edom). Génesis 25.29-30  NVI

Esaú no sabía las consecuencias que esto le traería, pero ese día él se dejó llevar por el hambre. Tener hambre no es malo por supuesto, pero a Esaú no le fue muy bien en esta historia. A veces nuestro cuerpo tiene deseos, algunos muy naturales como el hambre, algunos otros no muy sanos, no siempre debemos obedecer lo que nuestro cuerpo quiere porque podríamos meternos en problemas, debemos reflexionar si lo que queremos nos beneficiará o nos perjudicará, también si podemos esperar un momento más y no desesperarnos como lo hizo Esaú aquel día.

Debes pensar bien los tratos que haces.

—Véndeme primero tus derechos de hijo mayor —le respondió Jacob. 32 —Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito? Génesis 25.31-32 NVI

¿Recuerdas que parecía que Jacob quería nacer primero cuando venia agarrado del talón de su hermano? Pues parece que todo el tiempo Jacob vivía pensando en como convertirse en el primogénito de su familia, ser el primogénito significaba tener el derecho de una herencia mayor que la de los otros hermanos. Así que Jacob vio la oportunidad para ofrecerle un trato a su hermano, le propuso darle un poco de comida a cambio de su derecho de primogénito.

¿Serías capaz de cambiar tu herencia por un plato de comida? Tal vez no, tal vez crees que sería muy tonto hacer algo así, pero muchas veces hacemos cosas que están mal sin darnos cuenta y cambiamos cosas importantes por cosas insignificantes. Hoy cambiamos cosas importantes por estar con el celular o viendo televisión. ¿Te ha sucedido que tenias mucha tarea y te la pasaste jugando? Eso nos lleva al ultimo punto.

Debes aceptar las consecuencias.

—Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob. Esaú se lo juró, y fue así como le vendió a Jacob sus derechos de primogénito. 34 Jacob, por su parte, le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue. De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor. Génesis 25.33-34 NVI

Aquel día Esaú sin pensarlo le vendió a su hermano su primogenitura, tal vez para él fue solo un juego sin querer, pero en realidad ese día menospreció una bendición muy grande que Dios le había dado al permitirle nacer primero.

Después la biblia dice acerca de Esaú

…cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida. Ustedes saben que después, cuando quiso recibir la bendición de su padre, fue rechazado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, a pesar de que suplicó con lágrimas amargas. Hebreos 12.16-17 NTV

Cuando no pensamos bien las cosas y tomamos malas decisiones, debemos aceptar las consecuencias de lo que hicimos. Si después de haber jugado todo el día olvidaste tu tarea, al otro día en la escuela tendrás que enfrentar las consecuencias.

La historia de Jacob y Esaú nos da una gran lección acerca de lo importante que son nuestras decisiones.


Oración Modelo: “Amado Dios, gracias por enseñarme hoy que mis decisiones son importantes. Ayúdame a no dejarme llevar por lo que quiero en el momento, sino a pensar bien antes de actuar. No quiero cambiar lo valioso que Tú me das por algo que no vale la pena. Dame sabiduría para hacer lo correcto y fuerza para decir ‘no’ cuando algo no me conviene. Gracias porque Tú siempre me das lo mejor. En el nombre de Jesús, ¡Amén!”


Llamado a la acción. Recuerda siempre que tus decisiones son importantes.  Aquí te tienes tres pasos para vivir con sabiduría como un hijo de Dios:

1. Piensa antes de actuar. Antes de hacer algo por impulso (como gritar, enojarte o hacer un berrinche), haz una pausa y cuenta hasta 5. Pregúntate: ¿Esto me va a ayudar o me va a meter en problemas? ¿Jesús estaría contento con esta decisión?

2. Cuida lo que Dios te ha dado. Tu tiempo, tus juguetes, tu familia, tu cuerpo… ¡todo eso es valioso! Haz una buena acción cada día para mostrar que sabes cuidar lo que tienes. Ejemplo: guarda tus cosas sin que te lo pidan, ayuda en casa o comparte con alguien.

3. Pide ayuda a Dios en oración. Cada día, en la mañana o antes de dormir, haz una oración corta como esta: “Señor, ayúdame hoy a tomar buenas decisiones y a no cambiar lo bueno por lo que no vale la pena.”

4. Desafío de la semana: Dibuja en una hoja una buena decisión que tomaste esta semana (o pídele a un adulto que la escriba si aún no escribes). ¡Tráela a la próxima clase y compártela con el grupo!


🎯 Juego: “¡Trato Hecho o No Hecho!”


Propósito del juego: Aprender a pensar antes de tomar decisiones, justo como Esaú debió hacerlo antes de cambiar su primogenitura por un plato de comida.


Materiales:

  • Sobres o cajas pequeñas (pueden ser cajitas de cartón, sobres decorados, etc.)

  • Dentro de cada sobre/caja pon papelitos con “premios” (algunos muy buenos, otros tontos o simples)

    • Ejemplo:

      • “¡Ganas un dulce!”

      • “Haz 5 saltos como rana”

      • “Pierdes un turno”

      • “Eres el rey/reina por 2 minutos”

      • “Nada... pero sonríe”

      • “¡Pierdes la bendición!”

      • “Bendición especial” (puedes dar un premio especial)


Cómo se juega: Cada niño elige un sobre sin saber lo que tiene. Antes de abrirlo, tú le haces una propuesta:  “¿Quieres quedarte con lo que tienes… o lo cambias con otro jugador?” Si acepta el trato, intercambia sobres (¡pero aún sin abrir!). Si no quiere, se queda con el suyo. Todos abren sus sobres al mismo tiempo y comparten lo que les tocó. Puedes hacer 2 o 3 rondas dependiendo del tiempo y número de niños.


Reflexión final (breve y divertida): ¿Alguien se arrepintió de haber hecho un trato? ¿Hubo alguien que cambió algo bueno por algo peor? Así como en el juego, Esaú cambió su bendición por algo que parecía urgente y rico, pero era temporal. 

Conclusión clave: “¡Piensa bien antes de decidir! A veces algo parece bueno por fuera, pero no vale lo que estás dejando atrás.”


Haz clic sobre la hoja de trabajo para descargar 

Hoja de trabajo para niños pequeños





Hoja de trabajo para niños intermedios




Hoja de trabajo para niños grandes





Solución del crucigrama







1 comentario:

  1. Anónimo17:56

    Me encantas es clases para mis niños de escuela dominical

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