Sanando el cuerpo de Cristo


Sanando el cuerpo de Cristo

"Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos juntos forman el cuerpo de Cristo." - 1 Corintios 12:27

Siempre me ha llamado la atención la relación que se hace entre el cuerpo humano y la iglesia. Creo que esta analogía tiene mucho significado, incluso algunos muy profundos, como por ejemplo la salud del cuerpo. Todos queremos tener un cuerpo saludable, así que hacemos lo debido para que se mantenga en forma y en buena salud. Un cuerpo saludable funciona muy bien y además se ve bien. Pero ¿qué pasa cuando el cuerpo se enferma? Deja de funcionar bien. La Biblia dice que si una sola parte del cuerpo duele, todo el resto del cuerpo se siente mal, y eso también ocurre con nosotros; a veces no solo nos sentimos mal, sino que además no nos vemos bien.

La iglesia, como cuerpo de Cristo, también puede enfermar. A veces hay ciertas condiciones que hacen que la iglesia no funcione bien y que además no se vea bien. Incluso en ocasiones la iglesia desarrolla enfermedades autoinmunes. Esto significa que el mismo cuerpo está afectando al cuerpo; una enfermedad autoinmune es aquella en la que el sistema inmunológico tiene un malentendido y ataca células sanas como si fueran amenazas. Así que usando esa analogía, muchas veces el cuerpo de Cristo está sufriendo un malentendido que hace que el mismo cuerpo esté luchando contra sí mismo; es decir, el creyente adopta actitudes o pensamientos que cree que son correctos, pero lo único que está causando es daño al cuerpo de Cristo, comprometiendo el crecimiento de la iglesia en todos los sentidos.

Así que para sanar la iglesia, necesitamos someterla a un tratamiento de recuperación para estabilizarla. Y creo que uno de los principales tratamientos a los que la iglesia tiene que ser sometida es a la palabra de Dios. La palabra de Dios, cuando es bien recibida, funciona como un estabilizador que trae sanidad al cuerpo.

Un ejemplo de esto es la iglesia en Corinto. Tenían muchos problemas, pero muchos de ellos eran de carácter interno, así que Pablo tuvo que escribirles porque necesitaban ser instruidos para resolver esos conflictos. Aunque Corinto pueda parecer un caso antiguo, la iglesia hoy necesita aprender nuevamente lo que significa ser iglesia y más precisamente lo que significa ser miembro del cuerpo de Cristo. Así que la carta a los corintios es precisamente esa lección que necesitamos retomar para saber lo que hoy significa ser un miembro de la iglesia y sanar el cuerpo de Cristo.

Veamos tres principios importantes para sanar.

1. Armonía en el cuerpo.

Una de las principales lecciones que Pablo quiere que aprendamos es la armonía. Es aprender que el cuerpo puede funcionar a la perfección con otros miembros, aun cuando existen diferencias. Esto es lo que lo hace maravilloso, es como una orquesta en la que hay tantos instrumentos diferentes pero todos crean una música maravillosa, o como un platillo con tantos ingredientes pero todos producen un efecto delicioso. Así, la iglesia debe aprender a vivir en armonía. Esto significa:

Tener Unidad.

1 Corintios 12:12. La iglesia de Cristo es como el cuerpo humano. Está compuesta de distintas partes, pero es un solo cuerpo. TLA

Pablo compara la iglesia con el cuerpo humano. Al igual que el cuerpo está formado por muchos miembros que trabajan juntos como un solo cuerpo, la iglesia está compuesta por muchos creyentes que forman un solo cuerpo en Cristo. Nos recuerda la importancia de la unidad entre los creyentes, trabajando juntos en armonía para el propósito común del Reino de Dios.

Tener solidaridad.

1 Corintios 12:26 Cuando una parte del cuerpo sufre, también sufren todas las demás. Cuando se le da importancia a una parte del cuerpo, las partes restantes se ponen contentas. TLA

Pablo dice que los creyentes deben mostrar solidaridad entre sí. Cuando un miembro del cuerpo de Cristo sufre, todos los miembros deben sentir compasión y apoyo por ese miembro. De manera similar, cuando un miembro del cuerpo recibe honor o bendición, todos los miembros deben regocijarse con él. Una iglesia así es sin duda una a la que quiero pertenecer.

Diversidad.

1 Corintios 12:27-28 Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos juntos forman el cuerpo de Cristo. En la iglesia, Dios le dio una función a cada una de las partes. En primer lugar, puso apóstoles; en segundo lugar, puso profetas, y en tercer lugar, puso maestros. También hay algunos que hacen milagros, y otros que tienen la capacidad de sanar a los enfermos; algunos ayudan, otros dirigen, y aun otros hablan en idiomas desconocidos. TLA

La iglesia es increíblemente diversa, lo cual muchos no logran entender. Se complican la vida porque quieren que todos seamos iguales, hagamos lo mismo, pensemos lo mismo, tengamos las mismas tareas, y eso va contra la naturaleza de la iglesia. Mientras haya creyentes que se molestan porque otros no están haciendo lo que ellos hacen, seguimos teniendo un problema.

2. Amor en el cuerpo.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 1 Corintios 13:4-5

Creo que la aplicación constante de estos versículos en temas como matrimonios o ceremonias de bodas ha desviado el verdadero enfoque de este mensaje, que está contextualizado en el cuerpo de Cristo. Este extraordinario mensaje nos invita a reflexionar sobre la necesidad del amor entre hermanos.

La Biblia dice que el amor es sufrido o paciente. Cuando alguien en la iglesia comete un error que te afecta, en lugar de reaccionar con enojo o frustración inmediata, tomas tiempo para entender sus motivos y procuras responder con comprensión y paciencia.

Me gusta cómo dice la TLA “es siempre amable”. ¿Qué significa eso? Significa ser cortés, respetuoso y comprensivo con nuestros hermanos. También dice "no tiene envidia": esto ocurre cuando celebramos el éxito de nuestros hermanos que han alcanzado una meta importante, sin sentir celos o compararnos con ellos.

"No es jactancioso": No hay nada más incómodo que la gente midiendo o presumiendo sus logros. Prefieres escuchar y felicitar a los demás por sus éxitos en lugar de hablar constantemente de tus propias hazañas, similar a cuando dice "no se envanece".

"No hace nada indebido": Este punto es crucial en las relaciones de la iglesia, especialmente en situaciones de conflicto o desacuerdo. Mantienes la calma y buscas resolver el problema de manera constructiva, manteniendo el control y evitando acciones de las que después te arrepentirás.

"No busca lo suyo": Cuando entendemos esto, comprendemos que se trata del reino de Dios, no de nuestros deseos personales. Hoy en día, mucha gente pelea por cosas que, al analizarlas, resultan ser simplemente sus propios gustos, sin considerar lo que la Biblia realmente enseña.

Podríamos hablar mucho también sobre "No se irrita", que implica mantener la calma y manejar las situaciones con serenidad en lugar de dejarse llevar por la frustración hacia reacciones impulsivas o iracundas. No guardar rencor es un acto saludable en la vida cristiana; un cristiano rencoroso puede contaminar a otros.

Estos son solo algunos de los puntos que Pablo menciona en este pasaje.

3. Servicio en el cuerpo.

1 Corintios 12:18: "Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso."

Todos estamos aquí por una razón; Dios nos puso aquí para servir, para funcionar. ¿Conoces alguna parte del cuerpo que no sirva para nada? Cada órgano está ahí por una razón, lo mismo ocurre con el cuerpo de Cristo. Si estás en el cuerpo, debes cumplir una función, como una mano, un pie o un ojo. Si no cumplo mi función, no estoy siendo parte de su cuerpo. Puedo pertenecer a una iglesia, pero bíblicamente no estoy perteneciendo al cuerpo si no tengo una función. 

Debo preguntarme: ¿Qué aporto a la iglesia? ¿Qué beneficio tiene mi iglesia por tenerme como parte de ella? Sin embargo, hoy en día muchos se preguntan primero: ¿Qué puede hacer la iglesia por mí? ¿Qué gano con ser parte de la iglesia? Esto sucede porque, como dijimos al principio, seguimos sin entender lo que realmente significa pertenecer a la iglesia. Necesitamos sanar, necesitamos entender el verdadero significado de ser miembro de la iglesia. Necesitamos que la iglesia sea saludable en todos los sentidos, lo cual llevará a la iglesia a un estado de salud y, como consecuencia, al crecimiento.

Si comprendemos la importancia de vivir en armonía, aprender a amarnos como hermanos y cumplir nuestras funciones en la iglesia, estaremos avanzando en el proceso de sanar la iglesia que amamos. Debemos cuidar el cuerpo de Cristo como si fuera nuestro propio cuerpo, dejando de lado nuestros intereses para buscar los de Cristo.

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