Instrumento escogido por Dios


 Instrumento escogido por Dios

Hechos 9:15

El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel...


Continuamos aprendiendo sobre el valor de cada uno de nosotros en el reino de nuestro Dios. Es maravilloso cuando podemos darnos cuenta, a la luz de la Palabra, lo importantes que somos dentro de los planes divinos. Lo veremos hoy a través de la vida, formación y llamado del Apóstol Pablo.


PABLO Y SU FORMACIÓN INVOLUNTARIA.


Como bien sabemos, el Apóstol Pablo es uno de los personajes más sobresalientes de las Escrituras, un personaje admirable con una obra maravillosa de Dios en su vida. Sin embargo, esta admirable obra tuvo un proceso, un proceso que comenzó en el corazón de Dios, desde antes de la fundación del mundo. A esta parte de la vida del Apóstol yo le llamo "la formación involuntaria de Pablo" porque así fue. Pablo no eligió dónde nacería, ni en qué familia, ni en qué época... Estos factores que fueron trascendentales para que él llegara a ser la figura que fue, fueron una selección divina.


Hechos 21:39

Entonces dijo Pablo: Yo ciertamente soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo.


Pablo nació aproximadamente con una diferencia de 8 a 12 años después de Jesús. Mientras Jesús nacía en una ciudad pequeña y casi insignificante, Pablo, por voluntad de Dios, nacía en Tarso, en la provincia de Cilicia, la actual Turquía. Ambos nacimientos estuvieron en el plan divino.


Sabemos por su historia y testimonios antiguos que Tarso no era ninguna ciudad insignificante. Era una metrópolis con mucha cultura y un gran comercio. En Tarso se encontraban grandes escuelas, y los habitantes de la ciudad amaban el estudio y la filosofía. Tarso era una ciudad universitaria.


La ciudadanía romana de Pablo fue un requisito valioso para su ministerio, ya que venía de una familia influyente.


A pesar de que Pablo no nació en Israel, su herencia judía y su ciudadanía romana no hicieron que menospreciara el hecho de pertenecer al linaje del Señor cuando recibió el llamado y evaluó las cosas de las que antes se sentía orgulloso.


Al igual que el Apóstol Pablo, hemos recibido una formación que no necesariamente ha sido voluntaria, ya que ha sido de manera inconsciente, antes de encontrarnos con Jesús, antes de conocer su lenguaje y sus propósitos. Tal vez tú eres uno de los que se ha cuestionado por qué naciste en un lugar específico, tus padres, tu familia o los recursos que te han hecho falta. Hay muchas cosas en nuestra vida que no están dentro de nuestro control y que nosotros no elegimos. Esas cosas, que quizás no crees que te favorecen, están bajo el control de Dios. Puedes encontrar paz y esperanza sabiendo que Dios tiene un plan para tu vida y que, aunque aquellas cosas que hoy no son muy claras en tu mente, en su momento tendrán sentido. Encuentra esperanza sabiendo que todo es parte de la formación de Dios para ti.


PABLO Y SU LLAMADO


Gálatas 1:15-17

Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.


Sea cual sea nuestra condición de vida, estemos donde estemos, llega el día de encontrarnos con Jesús; eso exactamente le sucedió a Pablo. Tal vez podemos decir que Pablo fue un privilegiado por haber nacido con muchas posibilidades, recursos y oportunidades, sin embargo, él también necesitaba conocer al Salvador. A esta parte de su historia la llamo "Pablo y su llamado". Es la parte en la que todo cambia, donde tocamos fondo al encontrar el propósito de nuestra vida. Esta parte es extraordinaria, y quiero decir que nosotros somos piezas clave en el llamado de muchas personas a Jesús. Dios te está usando para alinear personas con el cumplimiento de su llamado, al igual que Ananías fue un personaje clave para alinear a Pablo con Jesús.


Hechos 9:10-19

Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.


Me he deleitado en cada línea de este pasaje. Pero quiero detenerme en esas palabras que el Señor le dijo a Ananías: "Ve, porque instrumento escogido, me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel". 


Es razonable el hecho de que Ananías lo pensara dos veces antes de querer ir a orar por en ese entonces Saulo, con el historial que tenía y además de eso creo que Saulo era un personaje imponente, además de ser una eminencia y con todas las credenciales que tenía, no era cualquier persona. Sin embargo, era necesario que Ananías obedeciera y fuera a orar y direccionar a este hombre. Creo que muchas veces nos hemos sentido como Ananías. Sinceramente a veces nos intimidan las credenciales, los estudios, las escuelas, las posiciones de las personas, incluso la imagen, estatura, personalidad y muchas cosas que nos han limitado para ir en el cumplimiento de lo que Dios tiene preparado para ellos y para nosotros.


Agradezco a Dios y a esas personas que, a pesar de mi apariencia y de mi difícil actitud y condición, no se rindieron conmigo y obedecieron a Dios para ir, orar por mí y para que yo, al igual que Saulo, recobrara la vista y pudiera ver a Jesús en medio de todo mi proceso.


Nunca olvidaré las palabras de quien fue mi pastora cuando llegué a los pies de Jesús. Ella me dijo que cuando me vio llegar, así con la apariencia que vio en mí (yo era apenas una adolescente) rebelde, dijo ella. Pensó: "¡otra más!" ¡Ay no! Ella misma me dijo que le dijo a Dios: "Señor, ¿por qué me mandas puras chamacas así?" No la culpo, ni la juzgo. No es fácil lidiar, trabajar, invertir, formar a las personas. Algo así pensó Ananías, sin embargo, el Señor le dijo: ¡VE! Porque Saulo me es un instrumento útil (parafraseando un poco). El Señor le estaba diciendo: Ananías, no te estoy preguntando si quieres ir, te estoy diciendo que tienes que ir. Porque ese hombre hará lo que muchos no pueden hacer, porque yo le he dado una preparación intensiva para este tiempo, así que ve. 


Muchas veces se la ponemos difícil al Señor porque nos rehusamos a obedecer. Cuando Dios nos está diciendo que tenemos que hacer algo, que tenemos que predicarle a alguien, nos dejamos intimidar por todo, por el vicio de alguien, por su carácter... por tantas cosas. Pero Dios requiere de esa persona, porque esa persona ya fue preparada para hacer un trabajo específico en el reino del Señor. Deja de ponerle trabas al Señor y ve a orar por ellos, ámalos, intercede, quítales las escamas de los ojos, alínéalos al plan divino.


PABLO Y SU FORMACIÓN VOLUNTARIA


1 Timoteo 1:12-14 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.


Como hemos visto, Pablo tuvo hasta cierto punto una vida privilegiada, y eso lo llevó a ser el gran personaje que conocemos, escritor de gran parte del NT. Pero es importante destacar que su llamado fue un parteaguas en su vida. Tienes que saber que todo, absolutamente todo cambió para él cuando se encontró con Jesús. Pablo tuvo que entrar a otro tipo de escuela, y a esto le llamo "Formación voluntaria" o escuela de Dios. Hasta este punto, Pablo había sido el jefe de su vida, todas las puertas se abrían a su paso. Pero en esta nueva etapa, Pablo experimentó lo que era someterse a la voluntad de Dios y no a la suya propia. 


Pablo perseguía y encarcelaba a los cristianos, ahora a él le tocaba vivir el rechazo, experimentó la desconfianza de las personas. Las cosas dejaron de ser sencillas o fáciles y el mismo Señor le había dicho a Ananías que Él le mostraría cuánto le era necesario padecer por causa de su nombre. Le llamo formación voluntaria porque aquí nadie nos obliga a hacer nada, ni a obedecer, ni a ser transformados, ni a soltar el pasado y la vieja naturaleza. Pero si realmente hemos entendido que hemos sido elegidos por Dios con un propósito divino, entonces vamos a someter nuestra voluntad al plan Divino porque instrumento escogido somos para la expansión de su reino.

Pastora Vanessa Apac

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