La resurrección y el servicio
Marcos 16:1-20
Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias perfumadas para ir a ungir el cuerpo de Jesús. El primer día de la semana, muy temprano, apenas había salido el sol, fueron al sepulcro.
Iban preguntándose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?», pues la piedra era muy grande. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que la piedra había sido removida. Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho; y las mujeres se asustaron. Él les dijo: ―No se asusten. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo”. Las mujeres salieron huyendo del sepulcro, temblando y asustadas.
Hablar del servicio es un tema fascinante porque esa ha sido mi vida desde que conocí al Señor, vivo para servirle. En este pasaje podemos encontrar un sin fin de mensajes, en lo personal tengo tres temas distintos de este mismo pasaje y hoy quiero compartir contigo acerca de la resurrección y el servicio; Un mensaje practico pero muy valioso. Estoy segura que te motivara y alentara a continuar sirviendo a nuestro Dios.
I- INQUIETOS POR SERVIR AL SEÑOR
Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias perfumadas para ir a ungir el cuerpo de Jesús. El primer día de la semana, muy temprano, apenas había salido el sol, fueron al sepulcro.
¿ Cuantas veces hemos estado tan inquietos y emocionados por algo que sucederá al día siguiente y no vemos la hora de que amanezca? Cuando leo este pasaje pienso en la inquietud de esas mujeres primeramente por volver a estar cerca de Jesús y es que eso sucede cuando estamos enamorados de él, también porque tenían algo que ofrecer al Señor, y por supuesto estaban muy conmovidas por los hechos recientes... Muchos eran los motivos que no les permitieron ni siquiera descansar bien esa noche, tanto que ni bien amaneció cuando ya iban en camino y no iban con las manos vacías. En pocas palabras ellas estaban inquietas por ir a servir al Señor. Que preciosa actitud tenían ellas, no iban en el camino pensando en sus quehaceres, ni en sus propios pendientes, ni en absolutamente nada que no fuera el poder llegar al sepulcro y ofrecer su servicio al Señor. ¿ Cual es nuestra actitud en nuestro servicio al Señor? ¿Es una carga o un privilegio? Al igual que estas mujeres también ¿ Estas inquieto por servir al Señor? ¿ Que le estamos ofreciendo al Señor?
- PIEDRAS EN EL CAMINO
Iban preguntándose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?», pues la piedra era muy grande. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta de que la piedra había sido removida.
Esas mujeres tenían un solo problema y no es que literalmente ese fuera su único inconveniente, creo que al igual que todos nosotros tenían pendientes, necesidades, tal vez enfermedades, crisis... Sin embargo en ese momento estaban tan enfocadas con su servicio que el único problema para ellas era resolver quién les ayudaría a mover esa piedra que sellaba el sepulcro porque lo único que ellas querían era poder servir al Señor y entregar lo que iban a ofrecerle.
Cada año el Señor me ministra a través de este pasaje y creo fielmente que si hay alguna piedra estorbando para que tu puedas entrar al lugar donde veras la gloria de Dios, definitivamente Dios va a quitarte esa piedra que te esta estorbando.
No hay piedra demasiado grande que el poder de Dios no pueda remover.
Esa piedra que te preocupa, esa piedra que te esta estorbando en la puerta se tiene que remover.
Esa piedra que todos saben que te ha estorbado en el camino hoy se va a quitar de tu camino.
En menos de lo que piensas esa piedra ya no estará.
Creo que desconocemos el poder del servicio, desconocemos el significado y el valor de poner a Dios en el lugar que en verdad debe tener en nuestra vida.
¿ Quien ha tomado ese lugar de prioridad en tu vida en este tiempo?
III.- ES NECESARIO ENTRAR AL SEPULCRO.
Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho; y las mujeres se asustaron. Él les dijo: ―No se asusten. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.
Tal vez tu te preguntes ¿ Hasta donde debe llegar mi nivel de servicio? Yo te digo hoy a ti ¿ Hasta donde quieres tu que Dios llegue en tu vida? ¿ Tu quieres todo de Dios? Pues entonces esto es reciproco porque Dios también quiere todo de nosotros.
Es necesario llevar nuestro nivel de servicio hasta donde Jesús lo hizo por nosotros, tal vez no literalmente pero si en nuestra disposición y disponibilidad. Esas mujeres de estos versículos una vez la piedra estuvo removida entraron al sepulcro, y fue ahí donde vieron las maravillas del poder de la resurrección de Jesús, fue ahí donde recibieron la revelación del poder de Dios. Cuan ellas se dirigían al sepulcro ni siquiera iban pensando en que Jesús había dicho que resucitaría, ellas simplemente querían ir a servir al Señor ahí donde estaba sepultado, pero al llegar ahí y al entrar al sepulcro sus ojos fueron abiertos y hasta se asustaron porque no esperaban esa noticia, dentro del sepulcro se encontraron con las mejores noticias, se encontraron con buenas nuevas, se encontraron con el poder de Dios y es que cuando todo parece perdido para los que viven para servir al Señor siempre habrá una noticia de resurrección, siempre tendremos buenas noticias con las cuales regresar a casa, siempre habrá una palabra de poder que nos regrese a la vida, que nos de esperanza, que nos reanime, que nos recuerde las promesas de Jesús
El poder y el privilegio de Servir al Señor debe ser un mensaje que se mantenga vivo y relevante entre los creyentes porque Jesús vino a este mundo a darnos ejemplo de servicio.
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