Tenga un plan
«Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» Jeremías 29.11
Recuerdo que cuando comenzaba a buscar a Dios no se nos habló mucho sobre planear nuestra vida, y aunque Dios ha estado con nosotros me hubiera servido de mucho que nos hubieran enseñado a planear. Se nos decía mucho que Cristo venía y algunas cosas no era necesario pensar en ellas, sin embargo cuando leemos la biblia nos damos cuenta que Dios es un Dios que hace planes. Muchos jóvenes no están viendo a largo plazo y es necesario que les digamos que necesitan planear.
Cuando se trata de planear es bastante complicado, ¿Cuántos han visto publicaciones en las que dicen yo planeando con mis amigos? Y se trata de una imagen en la que todos terminan viejos. Hay un refrán que dice que si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes. Planificar puede ser agotador porque tienes que pensar en todo, es por eso que muchos prefieren no hacer planes, porque significa tener que pensar en el futuro y las posibles consecuencias, pero tembién el problema es que, no planear significa planear el fracaso.
Continuando con la historia de Nehemías que como ya sabemos fue un hombre que tuvo la visión de levantar los muros de la ciudad y estuvo orando para poder lograrlo, pero aunque tener un objetivo y orar es importante, también es necesario tener un plan. Nehemías no dejó todo a la venturas sino que pensó muy bien y cuando la oportunidad llegó tuvo éxito. El éxito es el resultado no de un solo ingrediente sino de la combinación de muchos factores como fue el caso de Nehemías. Así que veamos que elementos incluyó el plan de Nehemías.
Tenga una meta
y le contesté al rey: —Si le parece bien a Su Majestad, y quiere hacerme un favor, permítame ir a Judá, para reconstruir la ciudad donde están las tumbas de mis antepasados. Nehemías 2:5
Debemos tener presente que si no establecemos una meta, entonces estamos estableciendo quedarnos como estamos. ¿Hay algo de su vida que quiere cambiar? O ¿mejorar? Tiene que proponerse metas, de otra manera su salud será la misma, sus relaciones no cambiaran, sus finanzas seguirán siendo las mismas, solo estará dejándose llevar. Como ya hemos dicho en otro momento hacer las mismas cosas nos dará los mismos resultados. No podemos esperar que este año sea diferente si no nos hemos propuesto una meta, sin meta no hay cambios y sin cambios los resultados serán los mismos.
Si no tiene una meta puede encontrarla pensando en que quiere llegar a ser; piense en lo que le gustaría hacer; y piense en lo que le gustaría tener.
Un meta que será bendecida por Dios debe ser una que lo glorifique, piense si esto que quiero glorifica a Dios entonces él me favorecerá. Debe tener la motivación correcta, a Dios le importa más el “por qué”, que el “qué”. Su meta debe servir para el cumplimiento del propósito de Dios en su vida, alcanzar, afirmar, adiestrar, activar, adorar. Su meta debe activar su fe, agréguele un extra a su meta que lo anime a aferrarse a Dios para lograrlo.
Tenga una fecha
El rey, que estaba acompañado por la reina, me preguntó cuánto tiempo duraría mi viaje y cuándo regresaría. Yo le dije cuánto tardaría, y él me dio permiso para ir. Nehemías 2.6 NVI
Cuando no definimos una fecha no podemos medir cuanto avanzamos, no sabemos si crecimos o no, si hubo cambios, solo tenemos un sueño de lograr o hacer algo pero no sabemos cuando sucederá.
Tener una fecha nos permite invertir correctamente el tiempo, ¿ha visto cuando las personas no tienen un día o una hora señalada hacen las cosas cuando quieren? Cuando no se respeta un tiempo se pierde más tiempo, cuando las personas dicen es a las 2 pero empiezan a las tres, es porque no saben lo valioso que es el tiempo y lo desperdician.
Tener una fecha nos obliga a trabajar más cada vez que esta se acerca, a invertir nuestros recursos apropiadamente. Nehemías sin duda era alguien que sabía aprovechar el tiempo, pues planeó todo en cuatro meses mientras oraba a Dios, y tuvo las respuestas necesarias en el momento preciso.
Calcule el precio
También le pedí una carta para Asaf, que era el guardabosque del rey. Asaf debía entregarme madera para las puertas de la torre, la cual estaba cerca del templo de Dios, y también para los muros de protección de la ciudad y para mi casa. Nehemías 2.8 NVI
Nehemías como ya sabemos era copero, por lo que podemos pensar que no sabía nada de construcción, pero eso no fue impedimento, sabía cuanto necesitaría, no solamente dijo necesito madera, sino dijo que la necesitaba para tres cosas: para la puerta de la torre para los muros y de paso para su casa. Sin duda ya tenía todo pensado hasta el nombre del guardabosque tenía.
Uno de los grandes errores en la vida es que no calculamos el precio de las cosas, nos aventamos sin más y después no sabemos que hacer, una cosa es tener fe y ser ambiciosos espiritualmente hablando, pero otra es ser ilusos y no considerar el costo. Hasta cuando hacemos promesas a Dios debemos considerar muy bien lo que estamos haciendo.
No te acorrales al hacer una promesa apresurada a Dios y calcular el costo después. Proverbios 20.25 NTV
El pastor Rick dice:
Una de las reglas de la vida es que si siempre es más fácil entrar que salir. Es más fácil entrar en una relación que salir de ella. Es más fácil endeudarse que salir de deudas. Es más fácil llenar tu agenda que cumplir tu agenda.
Siempre evalúa el costo de lo que harás.
Jesús dijo:
Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? 29 De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.” Lucas 14.28-30 DHH
Podemos tener una meta, establecer una fecha, pero si no calculamos el costo simplemente podemos fracasar.
Nehemías fue un hombre que hizo un extraordinario plan, teniendo una meta, una fecha y un costo, sin duda su oración fue poderosa, pero mientras oraba estaba haciendo planes, no creas que con solo poner las cosas en oración lo demás va a suceder de la nada, ora y escucha la voz de Dios y comienza a hacer planes.
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