LA UNIDAD DE BABEL

 SERIE: LA TRIPLE BENICION DE LA UNIDAD

TEMA: LA UNIDAD DE BABEL.

Génesis 11:1-9

Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.  Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió[a] Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

Hoy quiero recordar junto con todos ustedes una enseñanza muy clara acerca de la unidad, esto fue algo que aprendimos muy bien durante nuestros años en el instituto bíblico, pero creo que es ahora cuando realmente podemos comprender con claridad el poder de la unidad de un pueblo. Es nuestro deseo poder fortalecer los lazos de unidad en este tiempo, a través de la palabra y del contacto unos con otros, alineándonos con lo que el Señor nos esta hablando, sumando siempre a nuestras relaciones con los demás y dejando de lado cualquier sentimiento distanciamiento, falta de perdón, sospecha, murmuración... y procuremos la bendición de permanecer unidos a Dios y a su iglesia.

El relato de la torre de babel nos deja una lección importante respecto a los requisitos para llevar a cabo una obra extraordinaria. Este tema puede ser aplicable tanto a la iglesia, como a la familia, a una empresa o cualquier otro circulo social donde nos relacionemos.

Fue Dios mismo quien destaco esas características que estaban llevando a ese pueblo a construir esa obra extraordinaria.

EL PUEBLO ES UNO.

Génesis 11: 6-7

Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 

Que extraordinario cuando es Dios mismo el que puede admirar el trabajo en equipo, la unidad de un pueblo, Dios sabe que la unidad es una fuerza poderosa, lamentablemente las motivaciones de los constructores de la torre era la incorrecta, porque lo hacían motivados por el orgullo...

Génesis 11: 4

Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.

Sin embargo ¿Qué sucede cuando trabajamos como un solo hombre dentro de la voluntad de Dios?

No hay arrogancia y por supuesto tenemos toda la aprobación y respaldo de nuestro padre celestial.

Veamos como a diferencia de los constructores de la torres de babel Nehemias y el pueblo también nos dan una enseñanza de la actitud correcta en el trabajo y servicio, en la edificación de un proyecto.

Nehemías 8:1-6

  y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.  Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam.  Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.  Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. 

Estas características hay en nuestro trabajo o servicio cundo lo hacemos en la voluntad de Dios.

Ponemos su palabra y su voluntad como prioridad

Todos queremos ser parte desde el mas pequeño al mas grande.

No limitamos nuestro tiempo a Dios.

Nos mantenemos conectados al propósito y a sus palabras.

Le damos la gloria a Dios.

Agradecemos con actitud de humildad.

TODOS HABLAN LO MISMO.

Génesis 11:6-7

Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 

La segunda característica que Dios mismo destacó del pueblo de babel fue que todos hablaban un mismo lenguaje.

La unidad se manifiesta de distintas maneras y una de ellas es la comunicación, esta diría yo que es una de las principales fortalezas de la unificación. Como les vengo diciendo el único inconveniente del pueblo de babel fue que tenían las motivaciones incorrectas, pero de ahí en fuera habían encontrado la clave para el crecimiento, habían conectado unos con otros y esto los estaba llevando a un poderoso desarrollo.

Por otro lado continuando con el ejemplo de Nehemías el edificador, nos encontramos con otro ejemplo de unificación y es importante resalta que Nehemías además de ser un gran hombre de fe, fue también un gran comunicador, vuelvo a reiterar que la comunicación es una clave prioritaria en el desarrollo de un pueblo o de una familia, de una empresa...

El libro de Nehemías inicia con una oración movida por la noticia espantosa de la calamidad sucedida en Jerusalén y sus muros. Así que Nehemías emprende un viaje para reconstruir los muros de la ciudad, respaldado por el Rey y bajo la aprobación de Dios Nehemías llega a Jerusalén y expone el plan y la estrategia de reconstrucción, como resultado el pueblo se llena de motivación y comienzan los trabajos... Sin embargo como en todo plan y visión siempre hay ruidos en la comunicación, para tratar de desanimar e impedir que el trabajo continúe.

Lo vemos en los siguientes versículos.

Nehemias 4:1-4

Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos.  Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?  Y estaba junto a él Tobías amonita, el cual dijo: Lo que ellos edifican del muro de piedra, si subiere una zorra lo derribará.

Una persona que no habla el mismo lenguaje representa un peligro, ya que puede producir desanimo, una persona que no esta unificada a la visión muchas veces el trabajo que se realiza le produce enojo, habla en forma despectiva sin importar a quien tiene enfrente, como lo hizo sanbalat, menosprecia el trabajo y esfuerzo que se esta realizando.

Sin embargo a pesar de todos estos disturbios, la obra no para ni un minuto. Nehemías logra continuar con los trabajos y resuelve el tema con oración y organización, algo importante es que la comunicación que nos permite avanzar con la visión siempre será primeramente la comunicación con Dios y después la organización.

Nehemías 4:4-6

Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.  No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban. Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.

SON PERSEVERANTES.

 Génesis 11:6-7

Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 

Nada puede detener a una persona que jamas se da por vencida. ¿Ha escuchado usted esa frase? Prácticamente fue lo que Dios dijo cuando vio al pueblo empeñado en edificar aquella gran torre. Creo que una gran clave que han encontrado esas grandes iglesias, esas grandes empresas, esas grandes familias o matrimonios es la perseverancia.

La perseverancia es esa virtud que nos acerca a nuestros objetivos.

Ser perseverante es seguir adelante en un proyecto a pesar de los obstáculos que puedan aparecer en el camino, pero ser perseverante incluye también la capacidad, la voluntad y el temple de esforzarse aun sin contratiempos con tal de llegar a la meta.

La perseverancia nos hace sobreponernos al cansancio, los contratiempos y las frustraciones, con la ilusión de acercarnos a un sueño. Para el perseverante todos los esfuerzos son validos, porque conoce el valor de lo que desea.

La persona perseverante siempre termina lo que ha empezado, es decidida y tiene una voluntad firme.

Cualquier persona que se ponga un objetivo y luche contra viento y marea para conseguirlo, tiene lo necesario para alcanzar el éxito.

La perseverancia esta muy relacionada con el esfuerzo, la voluntad, la fortaleza y la paciencia.

Ahora imagine usted una iglesia completa que ha descubierto y adquirido la virtud de la perseverancia. Pues los constructores de la torre de Babel habían adoptado esta virtud y se esforzaban en un mismo objetivo y Dios dijo:  y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 

Dios mismo destaco la virtud de la perseverancia de este pueblo.

Finalmente Nehemias un hombre fiel y perseverante logra la visión de reconstrucción de los muros de la ciudad a pesar de todos los obstáculos gracias a que nunca se dio por vencido, mostró fortaleza, determinación y paciencia.

Hemos aprendido aspectos importante sobre el poder de la unidad que nos pueden llevar a alcanzar grandes objetivos si le pedimos hoy ha Dios que traiga a nuestra vida no solamente el conocimiento sino también la revelación de esta palabra.