TEN CUIDADO

 


TEN CUIDADO.

                      Hay una palabra inglés que es “care” esta palabra generalmente se traduce como “cuidado”, como cuando en inglés se dice que hay que tener cuidado con algo, se suele escribir “take a care” y se traduce como “tener cuidado”, sin embargo, esta palabra según el contexto puede tener muchísimos otros significados, como lo pueden ser; “estar a cargo” “tener delicadeza” “asistencia” “preocupación” “precaución” “esmero” y “protección”.

        Care, en inglés, es una palabra que me gusta porque aunque esté diciendo una cosa muy simple, en realidad puedo estarle dando otros sentidos que nos permiten reflexionar y ahondar sobre algunas otras cuestiones.

      En el caso que veremos hoy, de hecho, creo que cuando los apóstoles dijeron “TENGAN CUIDADO” en realidad estaban englobando muchísimas más cosas que el solo “tener cuidado”. Porqué cuando le decimos a alguien “que tenga cuidado” en realidad podemos estarle diciendo muchas otras cosas, por ejemplo, que nos importa su seguridad, que queremos que este a salvo, que nos preocupamos por él o ella o qué es importante que esté o se sienta seguro.

 »¡Tengan cuidado! No pasen el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida les ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderlos en cualquier momento, 35 y ustedes serán como un animal que, de pronto, se ve atrapado en una trampa. 36 Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre.»

Lucas 21:34-36

1. De lo que te daña.

      Para una persona u otra, “lo que te daña” puede ser diferente. En Lucas podemos ver que se nos hace un llamado a dejar de perder el tiempo pensando en “banquetes y borracheras”, porque para ser sinceros ¿Qué de bueno nos dejan las borracheras o cualquier otra adicción que podamos tener?  Caer delante de nuestras tentaciones una y otra vez únicamente nos desgasta el alma.

 ¡Tengan cuidado! No pasen el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida les ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderlos en cualquier momento, 35 y ustedes serán como un animal que, de pronto, se ve atrapado en una trampa. Lucas 21:34-36

                   Pero las adicciones o nuestros vicios no son lo único que nos daña, muchas veces el conflicto humano que solemos tener suele ser basado en la toma de nuestras propias decisiones, porque es cierto, en muchas ocasiones el antagonista de nuestra propia historia solemos ser nosotros mismos.

 Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.

Efesios 5:15-16

         Tener cuidado de lo que nos daña, significa que muchas veces debemos protegernos de nosotros mismos y de nuestras emociones. Los arrebatos y los corazones volubles son como piedras en el zapato, porque cuando nos movemos por nuestras emociones, y dejamos que el corazón nos guíe podemos cometer muchos errores, por no haber reflexionado sensatamente con la cabeza.

   PIDAMOS sabiduría al Señor. Si tuviera que resumir el poder de Dios en una sola palabra, yo diría “sabiduría” no es ninguna sorpresa que todo en este universo encaje, la naturaleza magistral del mundo y el cosmos, existiendo con base en singularidades e imposibilidades, aún así, reales y llevadas a cabo en un punto de la existencia, sólo me dejan en claro que el mundo se mueve por medio de lo que es “improbable” a través de la “fe” y el amor de Dios a través de las matemáticas que explican el mundo.

     Si Dios es así de inteligente, y ha logrado encajar cada pieza en su lugar en este mundo, ¿Cómo podría dejarnos sin sabiduría cuando se la pedimos? Oremos para que nos permita ver con sus ojos, ampliar nuestra mente de la forma que únicamente el puede hacerlo, permitiéndonos ver más allá de lo que tenemos en frente, y visualizando el futuro con base en nuestras decisiones de hoy. De forma que no nos tomen por sorpresa los días malos, y que podamos reírnos de lo del futuro.

2. De olvidar el propósito.  

—Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—. 5 Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos. 6 Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. 7 Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá hambres y terremotos por todas partes. 8 Todo esto será apenas el comienzo de los dolores. 

Mateo 24:4-8

Atención. Cuando era pequeño el fin del mundo/apocalipsis me aterraba. Recuerdo a mis papás poniendo en youtube “el sonido de las trompetas del apocalipsis” o a mi abuelita materna mirando las películas de los dejados atrás, y yo sin pasar toda la noche sin poder dormir por la impresión. Hasta el punto en que, durante muchos años, cada vez que en el cielo escuchaba un ruido extraño o irreconocible para mi me asustaba pensando que era una de las 7 trompetas.

 Ahora de grande el apocalipsis no me causa terror, excepto por las personas que serán dejadas atrás en caso de que ocurra como todos los imaginamos. Y si soy sincero, con tantas cosas y crisis que hay a nivel mundial, estoy como el meme, pensando que el apocalipsis ha dejado de ser un miedo y comienza a convertirse en una esperanza.

 

   Durante muchos años la iglesia estuvo enfocada en predicar acerca de la venida de Cristo. Lo cuál no tiene nada de malo, pero esa forma de evangelizar a las personas diciéndoles que el mundo se va a acabar me parece que era más bien manipulación a través del miedo, y sin darnos cuenta, fue la estrategia que la iglesia usó durante mucho tiempo.

      Pero poniendo los pies en la tierra entonces ¿Qués es lo que los cristianos debemos hacer de frente a la eminente venida del Señor? La respuesta es SEGUIR HACIENDO LO QUE HEMOS HECHO HASTA AHORA (O lo que deberíamos haber estado haciendo) Durante mucho tiempo vivimos preocupados por la llegada del Señor como si a nosotros nos tocara tocar la trompeta.

       El mandato que Dios le dio a los discípulos y que nosotros ahora, dos mil años después aún tenemos, es ir y hacer más discípulos a todo el mundo, viviendo así nuestra vida de la mejor manera posible y sin vivir preocuparnos porque el fin del mundo se acerque. Porqué cuando ocurra realmente, ¿De qué mejor forma podría encontrarnos el señor que realizando la tarea que nos encargó en primer lugar?

      Cuando Dios habló de su venida al mundo, mencionó varias señales, como guerras, enfermedades y terremotos, ¿Pero acaso todas estas cosas no han estado ocurriendo antes durante toda la historia de la humanidad?  Incluso antes de que el viniera en la forma de Jesús, la gente ya moría por conflictos humanos, guerras y desastres naturales. Creo personalmente, que sí el señor dio esas señales fue para que viviéramos siempre con cuidado y en alerta. Si hubiera dicho algo más sorprendente habría sido fácil, si hubiera dicho que el sol se apagaría o que la tierra se partiría por la mitad entonces fácilmente podríamos sentarnos a descansar y vivir nuestra vida como quisiéramos porque estaríamos seguros de que su venida no está cerca, pero como dijo todo lo anterior, en realidad nunca estamos completamente seguros, por lo tanto debemos vivir con cuidado, con delicadeza, preocupándonos por el día a día y por no olvidar el propósito; predicar de su amor y seguir trabajando en su obra.

3. De tus miedos.

En el amor no hay temor sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Porque el temor conlleva castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. 

1 Juan 4:18

                     El señor se mueve a través de la sabiduría, ilustrada en su amor y activada por nuestra fe. Y el enemigo, al ser el antagonista de todas estas cosas, siempre se moverá por medio del temor que es lo contrario al amor, y por medio de la ignorancia, que es la sabiduría, de forma que nos nuble el conocimiento, muchas veces haciéndonos olvidar cosas que nosotros mismos ya sabemos, porque una de nuestras mayores armas es nuestra mente, incluso si nuestro cuerpo está completamente sano, cuando nuestra mente no está bien, nada funcionará de la misma forma.

            ¿Qué es lo que enemigo te ha hecho olvidar a través del temor? Quizá la capacidad de soñar, o quizá todas las promesas que Dios te hizo algún día. El enemigo siempre se encargará de hacerte dudar de tu identidad, porque si eres capaz de dudar quién eres tú mismo, entonces no necesita engañarte con nada más, ya ha ganado.

           Pídele al señor que traiga a tu memoria las cosas que has olvidado, las cosas que sabías y que permitiste que el temor guardara muy lejos de tus pensamientos. Dios quiere que podamos cuidarnos de nuestros temores porque si no lo hacemos, entonces serán el freno más grande de toda nuestra vida, y llegará el día en que vamos a ver el pasado y nos daremos cuenta de que nunca hicimos nada porque no fuimos lo suficientemente arriesgados para intentarlo. Y si nunca logramos algo no será porque no pudimos, sino porque nunca lo intentamos.

        ¿A qué le tienes miedo? Sé lo que se siente tener miedo. Estar delante de una situación humanamente imposible y sentir que no puedes lograrlo. Si hoy fuera nuestro último día en la tierra ¿Importaría alguna de las cosas a las que les tenemos miedo?

     Así que para terminar, no olvidemos recordar siempre, tener cuidado con las decisiones que tomamos, pidiéndole a Dios sabiduría por sobre todas las cosas, procurar no olvidar el propósito general, que es predicar su amor y olvidar las trivialidades del mundo, y finalmente, pedirle que borre todos nuestros temores, y nos haga libres de las ataduras del enemigo que nos han hecho olvidar sus promesas.

                    

 

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