TEMA: REPOSICIONATE CON LA ARMADURA DE DIOS
ACTITUDES CORRECTAS EN LA GUERRA ESPIRITUAL.
Efesios 6:10-12 NBV
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Gran parte de los mensajes que
hemos estado compartiendo en esta serie “reposiciónate” está directamente
ligada al terreno de la guerra espiritual, El propósito es comprender que no
podemos desligarnos de la realidad de que estamos en una guerra constante con
el reino de las tinieblas. Pero es importante que podamos comprender cual debe
ser muestra actitud ante esta verdad.
I.- CONÉCTATE CON EL MUNDO
ESPIRITUAL.
Como bien lo dijimos, la guerra
espiritual ocurre en lo espiritual. Sin embargo, aunque es espiritual sus
efectos afectan lo natural o físico. Y si no aprendemos a conectar con estos
dos lados no podremos enfrentar de manera efectiva la situación.
Efesios 6:12 NBV
porque nuestra lucha no es
contra seres humanos, sino contra los poderes, las autoridades y los
gobernantes de este mundo en tinieblas; o sea, que luchamos contra los
espíritus malignos que actúan en el cielo.
En nuestra cita base se nos habla
claramente sobre la naturaleza de nuestros adversarios, no son de carne, es
decir que no se pueden tocar, son espirituales y de esa naturaleza debe ser la
manera de enfrentarlos.
Debido a que estos dos ámbitos natural
y espiritual están conectados, los acontecimientos en el mundo espiritual
afectan lo natural y viceversa.
Por eso es importante que nosotros
podamos estar conectados con el mundo espiritual, tanto como lo estamos con el
mundo natural o físico. Cuando dejamos de lado lo espiritual dejamos de tomar
en cuenta que muchas de las acciones que cometemos nos afectan en esta batalla
contra el enemigo. Por ejemplo: Si restamos importancia a la obediencia a Dios nuestro
espíritu se debilita y somos propensos a que el enemigo nos venza, recordemos
que él anda como león rugiente buscando a quien devorar, la palabra de Dios nos
insiste en
Santiago 4:7
Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros.
II.- APÓYATE
EN EL PODER DE DIOS.
Judas 9
El mismo arcángel
Miguel, cuando luchaba contra el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se
atrevió a condenarlo con insultos, sino que solamente le dijo: «¡Que el Señor
te reprenda!»
Una manera para reposicionarnos con la
armadura de Dios, es aceptando que es únicamente por medio de Dios que podemos
derrotar al enemigo y para esto lo primero que tenemos que hacer es aceptar la salvación
por medio de Jesucristo, aceptar la justificación de nuestros pecados por medio
de su sangre y sacrificio. Y por último también debemos reconocer que cada
victoria le pertenece a Dios.
Es muy importante comprender que
el nombre de Jesús no funciona por sí solo, es nuestra relación con Él, como cristianos,
el que nos dará la victoria.
Cuando reprendas al diablo debe
ser con confianza, apoyado en el poder del nombre de Jesús y creyendo en la
autoridad de Dios. En nuestra cita de Judas 9 vemos como el mismo arcángel Miguel
cuando luchaba contra el diablo se apoyó en el nombre de Dios. Ni siquiera un ángel
tuvo la libertad de hacerlo por sí mismo, cuanto más nosotros necesitamos
apoyarnos en la autoridad de Dios para vencer al maligno.
Hechos 19:11-16
En la ciudad de Éfeso, Dios
hizo grandes milagros por medio de Pablo. La gente llevaba los pañuelos o
la ropa que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se
sanaban. También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los
espíritus salían de esas personas. Allí, en Éfeso, andaban algunos judíos
que usaban el nombre del Señor Jesús para expulsar de la gente los malos
espíritus. Decían a los espíritus: «Por el poder de Jesús, de quien Pablo
habla, les ordeno que salgan.» Esto lo hacían los siete hijos de un sacerdote
judío llamado Esceva. Pero una vez, un espíritu malo les contestó:
«Conozco a Jesús, y también conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?» Enseguida,
el hombre que tenía el espíritu malo saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos.
De tal manera los maltrató, que tuvieron que huir del lugar completamente
desnudos y lastimados
Este pasaje nos enseña la
importancia de no solamente conocer y nombrar el nombre de Jesús, sino de la
importancia de tener una relación solida con ÉL.
Apoyarse en el poder de Dios, es
tener conocimiento de lo que nos pide como hijos suyos. ¿Cuál es tu relación con
Él?
III.- NO SUBESTIMES EL PODER
DE LA OBEDIENCIA
Para poder combatir en una guerra
tienes que mostrar absoluta obediencia, y dominio propio, un solo paso en falso
y puede haber grandes consecuencias. ´Por eso es importante someternos a Dios.
Efesios 6:10
Por lo demás, hermanos míos,
fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
La victoria que esperamos, se dará
en compañerismo con Dios. No podemos esperar que Él pelee solo nuestras
batallas, necesitamos nosotros ir de la mano con Él. Pelear a lado de Dios en
las batallas que estamos enfrentando, no debemos ni pelear solos, ni dejar solo
a Dios con nuestro problema. Muchos han abandonado su batalla y están dejando
que Dios sea el que de la nada haga el milagro, sin ellos pagar un precio, ni
dar nada para lograrlo. Para poder obtener
la victoria necesitamos obediencia y dominio propio.
Debemos obedecer a Dios y seguir
sus mandamientos y alejarnos de cualquier influencia que nos haga creer lo
contrario, todo aquello que nos pueda torcer y nos resta fuerza.
El dominio propio es importante
porque nos ayuda a mantenernos libres de todo aquello que nos pervierte y nos
lleva al descontrol. Una vida en descontrol es una vida sin autoridad.
El autocontrol también nos alerta
cuando estamos al borde de aquellas actitudes que nos debilitan y que además le
abran una puerta al enemigo, como lo es una actitud de orgullo. Muchas veces
cuando vemos el respaldo de Dios en nuestra vida podemos ser seducidos al enorgullecimiento,
pero el Espíritu Santo a través del auto control se encarga de llevarnos por el
camino de la humildad, debemos apoyarnos en Dios para obtener la victoria y no
debemos subestimar el poder de la obediencia y del dominio propio, porque es lo
primero que el diablo tratara de tentar para pervertir tus sentidos.
IV.- NO TE
DUERMAS.
1Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque
vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar;
Esta cita Bíblica es muy emblemática
en mi vida. Nunca olvidare que era de las citas más mencionadas en la iglesia
cuando asistía siendo una niña. Todos estábamos alerta, incluso los niños vivíamos
con la esperanza viva de la venida de nuestro Señor Jesucristo, de igual forma
nos enseñaron a vivir alerta de los posibles ataques del enemigo, mientras aprendíamos
que con ayuno, oración y el poder del nombre de Jesús el enemigo era vencido-
Creo firme mente que esta palabra sigue vigente, creo en ella y espero aun su
venida, creo que Jesús por fin vencerá no solamente al maligno, también será el
tiempo donde por fin venceremos a nuestra propia carne, se acabara la lucha, no
habrá más llanto, ni tristeza, ni dolor. El Señor Jesús limpiará todas nuestras
lágrimas, se llevará toda ansiedad, todo lo que no le permite al alma estar
tranquila… Ya no habrá pasado, ni futuro, solo un presente glorioso a su lado.
Mientras tanto tenemos que tomar en serio esta guerra espiritual y seguir
alertas porque el enemigo puede atacar por donde menos nos imaginamos.
Cada mañana hagamos una oración a
Dios, apoyándonos solamente en Él para vencer y tener la victoria sobra todas
las cosas. Reconozcamos que nosotros no podemos, pero ¨con ÉL si podemos´´
Romanos 8:31-37
¿Qué, pues, diremos a esto? Si
Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni
a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el
que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de
Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del
amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez,
o peligro, o espada? Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos
todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy
seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro.
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