LECCIONES DE JESÚS ACERCA DE LOS NIÑOS.
Marcos 10:13-16 NTV
Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que los tocara y los bendijera, pero los discípulos regañaron a los padres por molestarlo.
Cuando Jesús vio lo que sucedía,
se enojó con sus discípulos y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí.
¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son como estos
niños. Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios como un niño
nunca entrará en él». Entonces tomó a los niños en sus brazos y
después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo.
Nada como poder reflexionar hoy
sobre lo que pensaba Jesús acerca de los niños y el valor tan grande que tenían
para Él y por supuesto poder ver las lecciones que nos enseña este pasaje hoy
en que estamos como iglesia celebrando con nuestros niños su día.
¿Qué lecciones nos deja este
pasaje?
I.- COMO PADRES TENEMOS LA RESPONSABILIDAD DE TRAER LOS NIÑOS A JESÚS.
Los padres tenemos muchos planes
y muchos deseos y sueños para nuestros hijos, muchas veces desde antes de nacer.
Muchos de nosotros desde que nuestros hijos estaban en el vientre ya nos
ilusionaba su futuro, su nombre, su primer día en el jardín de niños… Y nos
preocupamos por darles lo mejor, dentro de nuestras posibilidades ellos han
tenido lo mejor ( Recuerdo que a mi esposo siempre le gusto el nombre de
Gaddiel porque hay un cantante cristiano, que tiene una voz hermosa y desde
antes de casarnos él me decía sobre su deseo porque nuestro hijo se llamara así
y hoy en día nos maravillamos de que mi hijo no solamente se llama Gaddiel,
sino que también se está inclinando a la alabanza y adoración al Señor) Como padres tenemos y sentimos el compromiso
con nuestros hijos y desde pequeños los vamos induciendo a todo aquello que
creemos es lo mejor para ellos, sin embargo muchas veces tristemente dentro de
todo lo que deseamos para ellos, no está el llevarlos a Jesús, Muchos niños son
llamados por Jesús desde muy pequeños pero, lamentablemente los padres muchas
veces se los impiden.
Que padres tan afortunados y
sabios fueron aquellos que llevaron a sus hijos ante Jesús, ellos sabían que
era una bendición que los niños pudieran estar con Jesús. Esos padres nos
dieron una gran lección que hoy podemos imitar.
En aquellos días la mayoría de los que iban o eran
llevados ante Jesús eran personas adultas, enfermas, endemoniadas… Y en esta ocasión
no se trataba de nada de eso, eran niños sin embargo no fueron bien recibidos
por los discípulos, estos niños no estaban enfermos, ni endemoniados, ni tenían
ningún problema, simplemente iban para recibir una bendición. Estos padres
llevaron a sus hijos en el mejor momento de sus vidas, porque si hubiera más padres
llevando a sus hijos ante Jesús desde pequeños, entonces habría menos enfermos,
endemoniados, hogares destruidos, adultos tratando de que en un dos por tres
sus vidas cambien.
Esta es la primera lección a
aprender: Tenemos la responsabilidad de llevar a nuestros niños a Jesús.
II.- LOS NIÑOS MERECEN SER
TRATADOS CON RESPETO Y DIGNIDAD.
Este pasaje nos muestra a los discípulos
molestos por los niños que fueron llevados ante Jesús. Y por supuesto como
personas empáticas no nos parece correcto ese trato, sin embargo, los discípulos
no eran los únicos en darles ese trato a los niños. En aquellos tiempos, en el
contexto cultural judío de la época de Jesús los niños no eran tomados en
cuenta socialmente. No se les consideraba como modelo de inocencia (como lo
hacemos nosotros hoy) sino como modelo de inmadurez, ignorancia y torpeza.
En aquellos tiempos tampoco había
juegos, ni juguetes, ni vestimentas especiales para niños. Había una mortalidad
de infantes muy elevada. Se engendraban muchos hijos, pero los padres lograban
conservar solo algunos, la vida de un niño se consideraba con la poca
importancia de un feto en la época actual. La infancia era como un pasaje sin importancia.
En realidad, era muy normal que los
niños fueran tratados de esta forma tan despectiva. Pero como siempre Jesús nos
dejó una lección para que los niños sean tratados con valor y dignidad, para
que nuestros niños tengan una infancia preciosa y que nosotros como padres
sepamos que Dios se agrada en que podamos traerlos ante Jesús para ser bendecidos.
Salmo 127:3 He aquí, herencia
de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
En este pasaje Dios nos deja
claro lo que son los niños: No son un problema, no son un error, no son un obstáculo
para nuestra realización, no son un dolor de cabeza… Nuestros niños son una
herencia de Dios y son cosa preciosa para Dios.
III.- LOS NIÑOS SON MUY
IMPORTANTES PARA DIOS.
Marcos 10:13-16
Cuando Jesús vio lo que
sucedía, se enojó con sus discípulos y les dijo: «Dejen que los niños
vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino de Dios pertenece a los que son
como estos niños. Les digo la verdad, el que no reciba el reino de Dios
como un niño nunca entrará en él». Entonces tomó a los niños en sus
brazos y después de poner sus manos sobre la cabeza de ellos, los bendijo.
En la versión Reina Valera dice
que Jesús al ver cómo eran tratados los niños “se indignó” ¿Puedes imaginar? Jesús
se enojó, Jesús se indignó porque los niños eran tratados injustamente. Hay
otro pasaje que desde que escuche a mi esposo compartiendo sobre el me impacto.
Mateo 18:10 PDT
¡Tengan cuidado! No piensen
que estos niñitos no valen nada. Pues les digo que ellos tienen ángeles en el
cielo que están siempre allá con mi Padre.
¿Te imaginas? Nuestros niños
tienen ángeles que les cuidan y observan el trato que nosotros les damos. ¿Con cuántos
de nosotros el Señor también se indignaría por nuestro trato a nuestros pequeños?
Jesús se aseguró de dejar claro
los derechos de los niños en cuanto al valor que debemos darles, ellos son tan
valiosos que nosotros mismos como adultos tenemos que aprender de ellos para
poder entrar al cielo del cual Dios ya se los ha entregado a ellos, por ser
niños que creen, indefensos, humildes… En Mateo 18 Jesús nos habla a detalle
sobre todo lo que podemos aprender de los niños, a quienes les elevo su valor
hasta el cielo, hasta el reino de los cielos en un tiempo y en una cultura
donde los niños no valían mucho y no eran considerados ni tomados en cuenta.
Jesús se aseguró de dejar protegidos
a los niños de todo el mundo, porque en ese tiempo ellos no gozaban de derechos
ni de otros beneficios que los protegieran, Protejamos hoy también a nuestros
niños, y si nosotros no tenemos niños pequeños protejamos a los niños que están
cerca de nosotros.
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