REPOSICIONATE
DESARMANDO EL PLAN MALIGNO
1 Juan 3:8
El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios,
para deshacer las obras del diablo.
Es nuestro deseo poder escuchar la vos del Espíritu Santo en el transcurso de esta serie y dejar que nos guie en todo lo que viene para nuestra iglesia.
LA ATMOSFERA MALIGNA
La obra maligna se manifiesta de muchas
maneras principalmente para destruir a la iglesia de Dios. Creo que hemos
dejado de lado el hecho de que continuamente estamos en una guerra espiritual contra
el reino de las tinieblas y una de las estrategias del enemigo contra la
iglesia es infiltrarse de manera que no nos damos cuenta cuando ya está
posicionado desde los lugares de mayor prioridad en el cuerpo de Cristo. A
través de este pasaje de 1de Juan aprenderemos del poder, la fuerza y la astucia
de la obra maligna.
Este pasaje nos transporta a los
tiempos Bíblicos, tratemos de imaginar por un momento el nivel de malignidad
que había ya en aquellos tiempos, cuando aún el hijo de Dios, el salvador del
mundo no había llegado a este mundo, tratemos de dimensionar todo esto, porque aún
no había un salvador, el hombre se encontraba en un estado de condenación por
el pecado, el enemigo en aquellos tiempos había trabajado arduamente para
pervertir al hombre. Como todos sabemos cuándo Dios creo a Adán y Eva impregno
en ellos su identidad, pero desde el momento en que estos pecaron, el enemigo
tuvo libertad de pervertirlos, de destruir la imagen de Dios que el hombre
reflejaba, desde el principio el diablo ha sido despiadado, cruel y ha descargado
todo su odio y su maldad en el hombre que es la imagen de Dios. Así que cuando
llegamos a los tiempos de Jesús podemos darnos una idea de todo el mal que ya
se había extendido en la tierra, Pero como bien nos dice este pasaje: Para esto
apareció el hijo de Dios, para destruir la obra del diablo. En el momento que Jesús
hizo su aparición en este mundo el enemigo intensifico su obra, tanto así que fue
con todo contra Jesús.
Lucas 4:1-11
Entonces Jesús fue
llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y
después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y
vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces
el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca
de ti,
y, En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu
pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito
está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a
un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces
Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y
a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron
ángeles y le servían.
Uno a uno de los ataques y
provocaciones del diablo fue destruidos por Jesús, Jesús apareció para destruir
la obra maligna.
Así como en los tiempos de Jesús había
una atmosfera muy fuerte de maldad, de pecado, de injusticia, de perversidades…
De la misma forma el poder maligno sigue trabajando en este tiempo, tratando y
forzando al pueblo de Dios y al resto de la humanidad a normalizar una vida en
oscuridad, en pecado, en aceptación de una vida en las peores condiciones, en
toda clase de inmundicia, injusticias y en una vida permisiva a todo lo que hasta
el día de hoy sigue apuntando a destruir la imagen de Dios en el hombre.
Distinguimos la obra del enemigo
cuando la atmosfera que nos rodea se contamina con dudas, mentiras, temor,
discordia, codicia, muerte… Iglesia si de verdad hoy podemos entender esta
verdad, tenemos también que entender que la única manera de poder salir de esta
atmosfera perversa es de la manera que Jesús lo hizo: A través del Espíritu
Santo, con ayuno y oración.
También tenemos que saber que no
solamente el diablo ha estado tomando el control de nuestra vida, familia e
incluso en ocasiones la iglesia, también nosotros mismos lo hemos estado
haciendo y es necesario soltar todo lo que está estorbando al Espíritu Santo
para poder destruir toda obra maligna en nuestra atmosfera.
EL PROPÓSITO MALIGNO DESDE EL
PRINCIPIO
El propósito del maligno desde el
principio, es decir desde el Genesis ha sido muy claro, su propósito es la “separación”
y la “división”. Iglesia tenemos que entender que no podemos seguir siendo
colaboradores del maligno en su plan de destrucción del cuerpo de Cristo,
tenemos que hacer a un lado nuestros razonamientos, nuestros argumentos humanos
y dejar que el Espíritu Santo nos dé el entendimiento y martille la dureza de nuestro
corazón, todo orgullo, toda soberbia, toda necedad… La obra maligna tiene como
fin separa al hombre del hombre y de Dios.
Entiende algo iglesia y es que el
enemigo siempre te va a querer separar de todo lo que te puede llevar al
crecimiento, lo quieras creer o no, lo entiendas o no. Definitivamente el
enemigo no te quiere cerca de todo lo que te puede traer crecimiento,
desarrollo, plenitud, felicidad y hará todo lo posible por traer separación,
porque sabe que de esa forma eres débil, un pueblo dividido es fácil destruirlo,
tu solo no podrás impactar de ninguna forma el reino de las tinieblas, permanecerás
engañado por el enemigo, haciendo intentos inútiles que no te llevaran más que
a la frustración.
Cuando hablamos de
reposicionarnos es porque entendemos que mientras no ataquemos de frente todas
las artimañas del maligno, estaremos en la posición de sometimiento a sus
ataques, provocaciones y maldiciones lanzadas contra nosotros y contra el reino
de Dios.
Judas 1: 17-21
Pero ustedes, queridos
hermanos, acuérdense de que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo les
habían dicho: «En los últimos tiempos habrá gente burlona, que vivirá de
acuerdo con sus malos deseos.» Ésos son los que causan divisiones; siguen
sus deseos naturales y no tienen el Espíritu de Dios.
Judas 1:20-25
Pero ustedes, queridos
hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu
Santo. Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro
Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna.
1Timoteo 4:1
Pero el Espíritu dice
claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a
espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios.
1Corintios 3:16-17
¿No saben que ustedes son
templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? 17 Si
alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el
templo de Dios es santo, y eso es lo que ustedes son.
TOMA LA AUTORIDAD QUE DIOS TE DIÓ
Y REPOSICIONATE
Una gran verdad que Jesús nos
vino a enseñar es que el diablo no tiene ninguna autoridad ni sobre nosotros,
ni sobre la iglesia de Dios, porque fue a Adán a quien Dios le otorgo la
autoridad en el principio, sin embargo, desde el principio también vemos al
hombre cediendo su lugar al peor ser que pueda existir, Adán posicionó al
Diablo y le dio la autoridad que Dios le otorgo al hombre. A través de la cruz Jesús
nuevamente nos reposiciono y nos entregó toda autoridad
Lucas 10:19 LBLA
Mirad, os he dado autoridad
para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo,
y nada os hará daño.
Sin embargo, el pueblo de Dios
vive atemorizado por lo que el diablo pueda hacer o pretender contra nosotros,
vivimos muchas veces expectantes de lo que el maligno puede hacer, cuidándonos de
donde puede venir el golpe. Vivimos en una actitud de indefensión. Iglesia
tenemos que entender una verdad hoy. Y es que no tienes por qué vivir de esa
manera, tú tienes las armas necesarias para enfrentar al enemigo.
Santiago 4:7 DHH
Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Nuestras armas como puedes ver no
son carnales, son espirituales y aquí Santiago es claro al confrontar nuestra
carnalidad, porque lamentablemente nosotros mismos le cedemos el poder y
autoridad al enemigo sobre nuestra vida para que incluso nos use a nosotros
mismos y destruya a la iglesia del Señor.
La palabra es clara: “SOMETEOS”. Imponer
por la fuerza o por las armas, su voluntad o su autoridad. Iglesia tenemos que someternos, nos guste o
no, nos parezca o no. Así esto vaya contra nuestro orgullo, contra nuestro
razonamiento. Pidamos al Espíritu que nos de discernimiento y nos convenza de
todo lo que hay en nosotros y que nos está convirtiendo en colaboradores de
maldad, en divisionarios del cuerpo de Cristo.
La segunda palabra clave que menciona
Santiago es: “RESISTID”. Recibir algo que ejerce fuerza sobre nosotros, sin movernos
o sufrir daño o alteración.
Sufrir un padecimiento sin
dejarse vencer.
Este es el tiempo de la reposición,
es el tiempo de quitarle al enemigo la autoridad y el territorio que nosotros
mismos le hemos cedido, no con armas de razonamiento humano, sino a través de
la dirección que nos da el espíritu en el Sometimiento a Dios y la fortaleza
para no quitarnos del lugar o posición donde hemos sido puestos por el Señor.
2Corintios 10:1-6
Yo, Pablo, les ruego a
ustedes, por la ternura y la bondad de Cristo, aunque digan que cuando estoy
entre ustedes soy muy tímido, y muy atrevido cuando estoy lejos. 2 Pues
bien, les ruego que, cuando vaya a verlos, no me obliguen a ser atrevido con
quienes nos acusan de hacer las cosas por motivos puramente humanos, pues estoy
dispuesto a enfrentarme con ellos. 3 Es cierto que somos humanos,
pero no luchamos como los hombres de este mundo. 4 Las armas que
usamos no son las del mundo, sino que son poder de Dios capaz de destruir
fortalezas. Y así destruimos las acusaciones 5 y toda altanería que
pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a
Cristo, para que lo obedezca a él, 6 y estamos dispuestos a castigar
toda desobediencia, una vez que ustedes obedezcan perfectamente.
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