Superando la inseguridad.
Nuestra serie de este mes se llama líbranos del mal, así que trato de apegarme a la idea central de la serie, pensando de qué manera nuestra familia puede ser librada del mal, esta es una parte de la oración que hacemos en el Padre nuestro, y lo que se pide a Dios que no permita que nos enfrentemos a la tentación o como indican otras traducciones que nos libre del malo.
Ya sea de mal o del malo es claro
que esperamos no tener que estar lidiando con las artimañas del enemigo en
nuestras vidas, así que es normal que en las familias se esté orando por sus
miembros a fin de que Dios les proteja.
Ahora bien, aunque el enemigo es
un tentador esto no significa que todas las tentaciones nos afecten, pues todos
en algún momento hemos sido tentados por muchas cosas, pero algunas nos afectan
y otras no.
«Mas cada uno es tentado al ser
arrastrado y seducido por su propia concupiscencia», Santiago 1.14
Ahora ¿Qué tiene que ver todo esto con la familia? El asunto es que todos luchamos con tentaciones, pero hay tentaciones que aprovechan puntos de inseguridad que no debiéramos tener si nos hubieran dado una formación adecuada. Es decir que el diablo busca inseguridades en nuestras vidas para poder atacarnos.
El rey Saúl es un ejemplo de alguien que fue afectado por el mal por las inseguridades que había en su vida.
Veamos cuales son las inseguridades que tuvo el rey Saúl y que lo llevaron a caer en la trampa del enemigo.
LA DEPENDENCIA DE LA OPINIÓN DE
LOS DEMÁS
Cuando se trata de inseguridades,
es en nuestros primeros años de vida en los que desarrollamos inseguridades,
como en este caso la dependencia de la opinión de los demás, y es que muchas
personas dependen de la buena opinión de los demás para sentirse bien, o por el
contrario la opinión negativa de los demás les pueden afectar en su estado
emocional.
Las mujeres cantaban mientras
tocaban, y decían: «Saúl ha matado a sus miles, Y David a sus diez miles». Disgustado
por lo que decían, Saúl se enfureció y protestó: «A David le dan crédito por
diez miles, pero a mí por miles. ¡Lo único que falta es que le den el reino!» 1
Samuel 18.7-8 NBLA NVI
El rey Saúl en diferentes partes
de la biblia da la impresión de tener problemas de estima a pesar de que se describía
como alguien de buen aspecto. Sin embargo, podemos ver cómo le afectó la opinión
de las mujeres que por cierto también estuvo fuera de lugar, pero como rey debió
haber tenido el carácter y la firmeza.
Esto se debe a que cuando eran
pequeños no tuvieron la suficiente afirmación sobre si ellos eran importantes. Es
importante que nuestros hijos tengan claro quiénes son y que pueden hacer, porque
de otra manera las personas se la pasan haciendo todo tipo de cosas para
agradar a los demás, porque ve que los demás son premiados o felicitados por
las cosas que hacen.
Una persona que tiene seguridad
de quien es y de lo que sabe hacer, no le afectan las opiniones negativas de
los demás, pues conoce muy bien sus fortalezas y debilidades.
LA COMPARACIÓN POR UN SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD
Junto con la dependencia de la opinión
de los demás viene la comparación, la cual es el un reflejo de un sentimiento
de inferioridad, estos sentimientos de inferioridad se van fortaleciendo en el
transcurso de la vida, como ya hemos dicho se van iniciando en la infancia con
palabras como inútil o tonto, con situaciones de maltrato de parte de los
padres, el maltrato infantil le dice al niño que no es lo suficientemente valioso
para ser tratado con cariño.
Ahora esto empeora cuando el niño
tiene un defecto o lo que otros crean es un defecto, por lo que le hagan burlas
y reciba menosprecio. Por otro lado, también está el rechazo por causa apariencia,
algo que simplemente le distinga como alguien diferente.
También tenemos el factor de
alguna carencia, como son el caso del dinero.
Todos estos factores hacen que
alguien desarrolle un sentimiento de inferioridad, porque nada de estas
situaciones te hacen alguien inferior, sino que las personas se encargaron de hacértelo
creer.
Saúl se enfureció y protestó: «A
David le dan crédito por diez miles, pero a mí por miles. ¡Lo único que falta
es que le den el reino!» 1 Samuel 18.8 NVI
EL ODIO HACIA LO QUE NOS CAUSA INCOMODIDAD
Y desde aquel día Saúl no miró
con buenos ojos a David. 1 Samuel 18.9
Cuando nos afectan las opiniones
de los demás y tenemos problemas al compararnos es muy probable que sintamos celos
y los celos den apertura al odio. La biblia dice que Saúl comenzó a tener celos
de David, este punto de inseguridad se da porque no somos capaces de manejar el
estrés que ciertas cosas con las que tenemos que lidiar, así que nuestro cerebro
para querer ayudarnos a disminuirlo, hace que desarrollemos sentimientos de odio
hacia estas cosas.
Entonces nos encontramos que las
personas no odian a otras personas, trabajos, escuelas, lugares o cosas, sino
odian los sentimientos que estos le producen. Saúl no estaba odiando a David
sino la sensación que le producía David, al grado de intentar matarlo, porque
en su mente la forma para aliviar ese sentimiento que le producía era
desaparecer a David. Por lo tanto, el
odio es una señal de debilidad y falta de confianza en sí mismo. si alguien
tiene confianza en sí mismo su mente no se entretendría en odiar a otras
personas. Esto también explica porque otras personas te odian, es posible que tú
les recuerdes su posibles “fracasos” así como David se los recordaba a Saúl
Como resultado de esto leemos en
1 Samuel 18.10
Al día siguiente, el mal espíritu
atacó a Saúl que andaba por el palacio fuera de sí. David estaba tocando el
arpa, como otros días. Saúl tenía la lanza en la mano
Las inseguridades de Saúl le
llevaron a sucumbir ante el mal. Si queremos que nuestra familia sea librada
del mal comencemos por desarrollar personas seguras y saludables.
¿Qué podemos hacer para superar
estas inseguridades?
Con relación a la opinión de los
demás comencemos por definir nuestra identidad y encontrar las razones que nos
hacen valiosos y las cosas que valiosas que podemos hacer, encontremos las
heridas especificas en las que nos hacen sentir mal las opiniones y trabajar en
nosotros para hallar la sanidad. Podemos trabajar aprender y desarrollar nuevos
hábitos que nos ayuden a sentirnos mejor con nosotros mismos. Debemos dejar de compararnos
del modo incorrecto y recordar que somos personas únicas e importantes, y con
nuestras propias cualidades y fortalezas. El buen desarrollo de la autoestima nos
ayudará a superar estas crisis de inseguridad. Creo que en este sentido podríamos
dar un tema de todo lo contrario tomando como ejemplo a David, quien a pesar de
las opiniones de los demás se superó, no buscaba compararse con otros y a pesar
que Saúl le quería matar le mostró amor al perdonarle la vida en una ocasión.
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