Renovación familiar
Durante el mes pasado hablamos sobre
las parejas y las dificultades que se presentan en las relaciones, estas
situaciones se presentan porque no hay una escuela que nos enseñe a como
conseguir, tener y conservar una relación.
Pero el tema de las relaciones es
solo la punta del iceberg, pues resulta que el problema no es solo las relaciones
de pareja sino que estas dan como resultado familias, que de mismo modo no hay
una escuela de formación de familias, crianza de hijos, solución de conflictos,
y todo tipo de situaciones que las familias pueden enfrentar, si en una relación
hay dificultades ahora nos enfrentamos a una serie de combinaciones en las que
surgen nuevos desafíos, conflictos entre padres e hijos, problemas entre
hermanos, inconvenientes entre los padres, esto sin mencionar que porque en la medida que la familia crece los
nuevos integrantes traerán a su vez nuevos integrantes, como nueras, yernos,
suegros, consuegros, nietos etc.
Al mismo tiempo no estamos
contando con las nuevas dinámicas de la sociedad que han cambiado, la dinámica que
tenía una familia v hace 40 años no es la misma que se vive hoy. Así que es
necesario que continuamente nos estemos renovando, para fortalecer nuestras
familias,
Como nadie nos enseña a ser
parejas, padres, familia es nuestra responsabilidad buscar la formación necesaria
para ayudarnos a no solo tener mejores hogares sino garantizar el futuro de las
próximas familias.
Así que el día de hoy hablaremos
de tres principios que traerán renovación a las familias.
En un momento crucial de transición
en la vida de Jacob y su familia, después de todo el conflicto que venía
arrastrando con su hermano Jacob lleva a su familia a un tiempo de renovación delante
de Dios.
Entonces Jacob dijo a su
familia y a quienes lo acompañaban: «Desháganse de todos los dioses extraños
que tengan con ustedes, purifíquense y cámbiense de ropa. Génesis 35.2
Deshazte de tus antiguas
creencias
¿Cómo se fueron introduciendo
dioses extraños en la familia de Jacob quien tenía una instrucción clara sobre
la fe en el Dios verdadero? Muy probablemente a través de sus esposas, además
algunos hábitos o creencias se van formando de forma imperceptible con el paso
del tiempo, algo similar ocurren en muchos creyentes quienes van dando paso a hábitos,
costumbres y creencias nocivas con el paso de tiempo si darse cuenta.
Los dioses extraños en la familia
de Jacob eran creencias que no les servirían de nada y que solo estorbarían en
la manifestación de Dios en sus vidas.
Es posible que nosotros no
tengamos dioses extraños, aunque en estos tiempos ya nada podría sorprenderme,
sin embargo, tenemos creencias que con el tiempo han afectado la buena
formación de las familias.
Gran parte de las creencias que adoptamos
en nuestra vida vienen del seno familiar, y las aceptamos porque por lo regular
no solemos cuestionar nada de lo que se dice en la familia. Algunas de las
creencias que hacen daño en el círculo familiar son:
Cuando hacen creer a los hijos
que son tontos, inútiles o flojos.
No me cansaré de repetir una y
otra vez lo mal que hacemos al darles un título a nuestros hijos, sobre todo
cuando estos son negativos. Esto sin duda desarrollará personas con baja estima,
que siempre se verán así mismas como incompetentes o inseguras.
Muchas personas crecen con etiquetas
en sus vidas que difícilmente podrán quitarse, el asunto es que tu no crees en automáticamente
la primera vez que te lo dicen, sino cuando esa creencia se sigue reforzando
una y otra vez a través de palabras y acciones.
Así que no se trata de que te
dijeron inútil todos los días, sino que otro día te dijeron “tú no puedes” otro
día fue “mejor que lo haga… (tu hermano) (tu primo)” cosas como “mejor lo hago
yo”. Porque tal vez alguien piense que nunca se lo dijeron, pero en realidad sí,
pero de muchas formas
Ahora que pasa cuando otra figura
de autoridad como un maestro repite las mismas palabras o acciones, la persona tendrá
una etiqueta de por vida. porque tanto los padres como los maestros son fuentes
fiables en las que creemos. Cuando eres adulto tal vez ya puedes hacer esas
cosas con las que te hacían sentir inútil, pero eso no significa que
necesariamente lo hayas superado porque es posible que ahora estes viviendo
situaciones en las que te sientes incompetente o inútil, ya sea en trabajo, matrimonio
o familia. Estas creencias se van integrando en nuestras vidas lentamente y sin
darnos cuenta y causan estragos de por vida.
La gran parte de lo que las
personas sufren en su vida adulta comenzó en la formación de su hogar, hoy pueden
decir que tienen problemas con determinadas situaciones, pero la verdad es que
han sido las etiquetas que han llevado de por vida. por lo que cada vez que han
podido han recogido información para fortalecer su etiqueta sin dar oportunidad
para ver o aceptar las pruebas que demuestran lo contrario. Así que muchos llevan
etiquetas de ser tontos, inútiles, aburridos, rebeldes, desobedientes, malhumorados,
y todo tipo de títulos que le vengan a la mente.
Las falsas creencias dañan. Así
que al igual que Jacob le dijo a su familia que dejara sus creencias en dioses
extraños o tienes que tomar una decisión para deshacerte de todas esas
creencias que te han dañado, tienes que ir contra todo lo que se ha dicho de ti
y principalmente entender que alguien lo dijo y no fue algo que tú eras, sino
lo que dijeron de ti, pero tú no eres eso. Necesitas abrir los ojos y reconocer
que en realidad eres todo lo opuesto a lo que siempre dijeron de ti, encontrar
las evidencias en tu vida que demuestran lo contrario.
Una dimensión de pureza nunca antes
conocida
Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es bondadoso y compasivo,
lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga. Joel 2:13 NVI
Bienaventurados los de limpio
corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8
Seguramente cuando hablamos de
purificarnos, inmediatamente tenemos ya una luz sobre lo que vamos hablar, este
pasaje es muy común entre los mensajes de familia, sin embargo, al tratar de
entender lo que Dios tiene específicamente para este tiempo, encuentro que Dios
quiere llevarnos a una dimensión de purificación nunca antes conocida. Veamos una
pequeña y sencilla definición de purificar: Quitar de una cosa lo malo, lo que es extraño
o inútil, para dejarla pura. Hacer perfecta o mejor una cosa. La
Biblia incluso nos enseña también sobre los rituales de purificación por los que
el pueblo tenía que pasar para poder limpiarse de impurezas. Pero como nuestro pasaje hoy está enfocado en
la familia, es importante recalcar que es ahí donde Dios nos va a meter a
procesos de purificación donde Dios mismo es desafiado a transformarnos,
transformar nuestro carácter, cambiar nuestras costumbres y llevarnos al
entendimiento de una verdadera transformación. Es importante que hoy sepas que
si verdaderamente deseamos como familia ir a un crecimiento necesitamos a la
luz de la palabra ser purificados de la manera que menos nos agrada y muchos de
los procesos que estamos viviendo no son sino rituales de purificación donde
tenemos que aprender a perdonar lo imperdonable y a soportar lo insoportable.
La purificación de nuestros corazones,
la purificación de nuestras familias en nuestro hogar, la liberación y sanidad
de heridas que por años han lastimado… No se lleva a cabo reprendiendo, teniendo
conocimiento sobre guerra espiritual, o recitando la Biblia… En Apocalipsis
encontramos la clave para vencer verdaderamente y encontrar la purificación que
realmente nos ha hecho falta necesitamos.
Apocalipsis 12:10-12
Entonces oí una gran voz en el
cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro
Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y
ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo
cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la
tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira,
sabiendo que tiene poco tiempo.
Lo que, realmente hecha fuera
demonios, lo que realmente saca el mal de nuestra casa, es la autoridad de
Cristo manifestada en nosotros a través de:
1.- La Sangre del cordero. Purificación,
limpieza. No necesitas ir a discotecas, tener adicciones, fornicar o adulterar
para que necesites pureza, porque hay personas que, aunque no hagan nada de eso
no tienen un corazón puro. Porque tienen raíces de amargura, resentimiento,
dolor, odio encapsulado. Y eso nos resta autoridad espiritual.
2,- La palabra del testimonio de ellos. Lo
segundo que nos llena de autoridad a nosotros es que la palabra de Dios se
convierta en un testimonio en nosotros. No es la palabra que yo hablo con mi
boca, sino la palabra que ha encarnado en mi me cueste lo que me cueste y me
duela lo que me duela. Lo que satanás respeta en una familia cristiana no son
los años que esa familia tiene de conocer a Dios etc.… Él lo que teme es la palabra
de Dios que está implantada en una familia.
3.- Menospreciaron sus vidas
hasta la muerte. ¿Qué vence a satanás? Esta es la tercera arma para vencer a Satanás.
Así que de la manera en que Cristo llevo
sobre Él los pecados del mundo, de esa forma muchas veces nosotros tendremos
que echarnos encima los pecados de muchos para que sean redimidos, aunque esas
personas jamás lo comprendan. Es difícil entender que definitivamente para
vivir el evangelio muchas veces hay que morir. Déjame repetir que el evangelio
muchas veces nos pondrá en situaciones donde tendremos que perdonar lo
imperdonable, soportar lo insoportable y dentro del contexto de “amor propio,
de dignidad” muchas veces tendremos que menospreciar nuestra vida, lastimarnos
incluso” para que Cristo sea glorificado.
Cámbiense de ropa.
«Cámbiense de ropa».
Génesis 35:2
Independientemente de
nuestro gusto por la ropa o la moda, creo que todos hemos sentido alguna vez
esa sanción agradable cuando nos arreglamos y nos vestimos para un momento
especial, ya sea una fiesta, una salida especial con alguien, en las celebraciones
de fin de año o simplemente porque te gusta verte bien.
¿Cuándo nos cambiamos de ropa? Cuando
queremos estar más limpios, vernos más presentables, cuando la situación lo
requiere o ya hemos pasado suficiente tiempo con lo que llevamos puesto. Jamás
nos ponemos algo sucio, al bañarnos por la noche no nos vamos a la cama
utilizando la misma ropa que hemos llevado todo el día, y al salir a la escuela
o al trabajo por la mañana no lo vamos a hacer usando el pijama de la noche
anterior.
Así que cambiarse de ropa siempre
significa empezar de nuevo, estar limpios, o estar presentables para la
ocasión. En génesis encontramos que el Señor llama a cambiarse de ropa una vez
que hemos sido purificados, no podemos usar ropa limpia o vestirnos de luz cuando
seguimos igual de sucios, cuando nuestro cuerpo sigue manchado. «…Desechemos,
pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la
luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras,
no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del
Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne». Romanos
13:12-14
En Romanos encontramos que Dios nos ha
llamado a vestirnos con las armas de la luz. En gran parte, es que como usar un
uniforme que nos identifique a donde quiera que vayamos. Si nos hacemos llamar
cristianos o hijos de Dios, es nuestra responsabilidad cambiar nuestras ropas y
siempre llevar el alto el uniforme que nos identifique como miembros de la
familia de Dios, con su esencia en nuestra vida.
Se trata muchas veces de dejar malos
hábitos en nuestra vida que están manchando nuestras vestiduras, ¿Qué son estas
cosas que nos están afectando que no nos permiten mantener nuestras ropas
limpias? A veces son pequeños vicios, quizá puedan parecer inofensivos, y
espiritualmente ni siquiera parezca que hagan daño, pero muchas veces nos
llevan a perder el tiempo, a desviarnos y a olvidarnos de nuestra vida
espiritual, es necesario que aprendamos a invertir de forma correcta nuestro
tiempo, a organizarnos y ser personas productivas en todas las áreas de nuestra
vida.
Nuestra vida debe tener un balance en 3
aspectos; nuestra saludad espiritual, física y mental. La primera de ellas la
trabajamos cuando pasamos tiempo en comunión con Dios, al leer la biblia, orar
y escuchar alabanzas, la segunda la podemos trabajar al hacer ejercicio y comer
saludablemente, y nuestra salud mental se trabaja al fijar nuestro objetivo en
aquello que es importante, evitar el estrés, muchas veces nos estresamos por
cosas que no valen la pena, cuando nuestra salud es mucho más importante.
Dios nos está llamando como familias a
buscar la salud en todas las áreas de nuestra vida, a unirnos, a buscar lo que
realmente es importante y comprendernos unos a otros.
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