SERIE: HAZ LLOVER
YA SE OYE EL RUIDO DEL AGUACERO
1 Reyes 18:41 DHH
Después Elías dijo a Achab: —Vete a comer y beber, porque ya se oye el ruido del aguacero.
La semana pasada culminamos el tema con una declaración y
oración pidiendo y creyendo en que el tiempo de lluvia se acercaba, que era
tiempo de que volviera a llover, después de un largo proceso de sequía por el
que hemos pasado por causa de la pandemia, de cierre de iglesias, del temor a
la enfermedad, de crisis económica y de toda clase de situaciones que hemos
enfrentado, creemos que Dios nos dio una palabra profética. La cuestión aquí es
que vamos a tener que seguir pidiendo y orando para que esta lluvia llegue a
nosotros. El pasaje de hoy nos desafía a mostrar nuestra fe aprendiendo a “oír”
lo que viene de parte de Dios para su pueblo.
OREMOS POR LLUVIA LAS VECES QUE SEA NECESARIO
Como ya vimos Elías mismo tuvo que entrar al proceso por el
que todos pasaron en aquellos días al orar para que no lloviera y aunque no fue
cosa fácil tuvo que ser fuerte ante esto porque entendía que ese proceso de sequía
era necesario. Pero había llegado el tiempo de orar para que las lluvias
volvieran. Un dato curioso aquí es que bastó que Elías orara una sola vez para
que los cielos se cerraran, pero para que se volvieran a abrir tuvo que orar
siete veces. Así que no basta con que hayamos orado una sola vez por lluvia,
con habernos conectado la semana pasada con la palabra o con hacer una
declaración de bendición necesitamos orar una y otra vez hasta que tú y yo
tengamos la certeza de que va a llover. La clave aquí es creer.
1 Reyes 18: 42-44 DHH
Acab se fue a comer y beber. Pero Elías subió a lo alto del
monte Carmelo y, arrodillándose en el suelo, se inclinó hasta poner la cara
entre las rodillas, dijo a su criado: —Ve y mira hacia el mar. Él fue y
miró, y luego dijo: —No hay nada. Pero Elías le ordenó: —Vuelve siete veces. La
séptima vez el criado dijo: —¡Allá, subiendo del mar, se ve una nubecita del
tamaño de una mano!
NO SE VE, PERO SE OYÉ
Después de orar Elías enviaba a su criado para que viera si iba
a llover, si había algún indicio de lluvia, pero su criado no veía nada, no fue
hasta la séptima vez que su criado pudo ver una “nubecita” del tamaño de una
mano. Pero Elías el profeta había dicho
que una gran lluvia venia
2 crónicas 20:20 DHH A
la mañana siguiente se levantaron temprano para ponerse en camino hacia el
desierto de Tecoa. Y en el momento de salir, Josafat se puso de pie para
decirles: «Escúchenme, habitantes de Jerusalén y de Judá: confíen en el Señor,
su Dios, y se sentirán seguros; confíen en sus profetas, y todo les saldrá
bien.»
Así que podemos creer que en el nombre de Jesús un gran
aguacero se oye, una gran lluvia se oye para ti. No importa si por ahora no se
ve nada, pero se oye. Algo grande se está oyendo, en esta versión que estamos
ocupando le llama aguacero y es que no hay mejor forma de describir una lluvia
grande y es esa misma dimensión de bendición la que podemos escuchar que viene
para tu vida. Una lluvia, un aguacero grande de bendición viene para tus hijos,
ya se escucha una lluvia grande para tu casa, para tu familia, para nuestra iglesia.
¿Qué estas oyendo tu? ¿La crisis? ¿O la grande lluvia del cielo que viene para
tu vida? ¿Estas oyendo que viene bendición o esta pendiente de todos los
problemas?
ALGO SE ESTA OYENDO EN EL MUNDO ESPIRITUAL
Elías oro no basado en lo que estaba viendo, sino en lo que
estaba oyendo en el mundo espiritual. Hay algo que se está hablando en el mundo
espiritual, hay un lenguaje que se está hablando hoy en nuestra iglesia, Dios
nos ha dicho que es tiempo de lluvia, que debemos orar por lluvia, que el tiempo
de sequía esta por caducar; El problema es que nosotros estamos orando basados
en lo que estamos viendo y en realidad no estamos viendo nada, nada bueno. Pero
Si Dios lo ha dicho tenemos que saber oír y orar basados en lo que hemos oído de
Dios. Elías no oro para oír, el oyó para orar.
QUE NADA INTERUMPA LO QUE ESTAS OYENDO
Mientras el rey se fue a comer y beber Elías se postro en
tierra y puso su cabeza entre las rodillas y comenzó a orar. Mientras el rey tenía
otras prioridades Elías buscaba una conexión sin distracción con Dios, se “postro
en tierra” y puso su cabeza entre las rodillas quiere decir conexión con Dios,
si nosotros no nos conectamos con Dios no lo vamos a escuchar, vamos a escuchar
otras cosas, vamos a darle prioridad a otras cosas. Pon tu rostro en tierra y
tu cabeza entre las rodillas y no permitas que nadie te interrumpa cuando Dios
te está hablando, cuando Dios te está dando instrucciones, cuando Dios te está
dando estrategias, cuando Dios te está dando promesas, cuando Dios está
trayendo palabra profética sobre su iglesia.
AMARRATE Y PREPARATE PARA LO QUE YA SE OYE PARA TI
1 Reyes 18: 44-46 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña
nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y
di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y
aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento,
y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano
de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab
hasta llegar a Jezreel.
Dios está dando indicaciones sobre lo que viene, pero muchos
no están escuchando a tiempo, están distraídos, están comiendo y bebiendo, están
priorizando otras cosas. Elías ciñó sus lomos, esto quiere decir se preparó, se
amarró para poder llegar a tiempo al lugar donde tenía que estar antes de que
la lluvia llegara. Me asombra como Elías
llego antes que el Rey a la ciudad, el Rey iba en su carruaje y sin embargo Elías
llego primero porque la mano del Señor estaba con él, Elías estaba listo,
estaba preparado. Pero hay gente que siempre llega tarde, Dios te avisa lo que viene,
pero si no te mueves, si no te apresuras vas a llegar tarde, tienes que
acelerar el paso que has llevado durante todo este tiempo, acelera tu búsqueda de
Dios. No importaron los recursos con los que el rey contaba para poder llegar a
tiempo a la ciudad, simplemente no le dio tiempo, no estuvo en el lugar que tenía
que estar, no estuvo donde el profeta le mando a decir que tenía que estar. El
recurso más importante que podemos tener es el saber escuchar lo que Dios está
diciendo para este tiempo, el recurso más importante que podemos tener es que
la mano del Señor este de nuestro lado y con nosotros porque entonces Él mismo
va acelerar nuestros pasos, y nos permitirá estar a tiempo en el lugar de
nuestro destino celestial y sobrenatural. Ningún recurso natural y humano nos
puede llevar a donde solamente Dios puede hacerlo, así que amárrate y prepárate
para lo que ya se oye para tu vida.
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