Entre lluvias
Creo que estamos viviendo un
tiempo decisivo, durante todo este tiempo estamos siendo probados y al mismo
tiempo preparados, como suele pasar muchos no estamos atentos a los tiempos de
Dios. no percibimos en el espíritu lo que Dios quiere hacer, así como Elías ya
escuchaba la lluvia que venía antes de que orara, así deberíamos percibir en
nuestro espíritu lo que Dios está por hacer en los próximos días. Es por esa
razón que Jesús amonestó al pueblo porque sabían entender el tiempo natural
pero no el espiritual.
Decía también a las
multitudes: «Cuando ven una nube que se levanta en el oeste, al instante
ustedes dicen: “Viene un aguacero”, y así sucede. Y cuando sopla el viento del
sur, dicen: “Va a hacer calor”, y así pasa. ¡Hipócritas! Saben
examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examinan
este tiempo presente? Lucas 12.54-56 NBLA
Dios nos ha dicho en el espíritu
que es tiempo de que vuelva a llover y no podemos dejar de creer que así será. Y
debemos orar fervientemente para que así suceda. Sin embargo, debemos saber cómo
aprovechar los tiempos de Dios en favor nuestro. Así que veamos lo siguiente
HAY UNA LLUVIA TEMPRANA.
Él mandará las lluvias propias
de cada estación—las tempranas y las tardías—, para que puedas juntar las
cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva. Deuteronomio 11.14 NTV
Este pasaje nos habla de dos lluvias
en Israel, que tenía su propio propósito. La primera luvia o la temprana era
una lluvia regular que servía para ablandar la tierra que estaba endurecida por
la sequía, esto permitía que el agricultor la pudiera trabajar y sembrar la semilla
con la esperanza de que llegaría la siguiente lluvia.
Mucho se ha hablado de que este
pasaje tiene un cumplimiento profético en el avivamiento que Dios trae sobre su
iglesia, como diciendo que la primera lluvia fue en pentecostés y la segunda es
cuando haya un derramamiento mayor que ese, creo que eso ya ha sucedido en
diferentes ocasiones, pero las lluvias no caen una sola vez sino cada temporada
trae sus propias lluvias, así que creo que hemos llegado a nuestro propio
tiempo de lluvia.
Hemos estado hablando en estos
días de como Dios se ha manifestado a nuestras vidas de muchas formas extraordinarias
en medio de la pandemia, es decir que en medio de la sequía nos ha llovido de
parte de Dios, Dios no nos ha dejado solos ni desamparados porque hemos visto
su mano, pero la razón por la que lo ha estado haciendo es porque está
ablandando nuestro terreno para sembrar, y para que lo hagamos con la esperanza
de que viene un tiempo mejor.
La lluvia que ha caído y está
cayendo debe ser aprovechada para aquel que quiere ver la gloria de Dios de una
forma extraordinaria.
ES TIEMPO DE SEMBRAR
Al igual que con la lluvia nos
pasa con la siembra, no nos damos cuenta de cuando Dios hará llover ni cuando
debemos sembrar, es por eso que no vemos buenas cosechas, todo tiene su tiempo.
…Un tiempo para sembrar y un
tiempo para cosechar. Eclesiastés 3.2 NTV
A veces queremos cosechar cuando
es tiempo de sembrar, las “pequeñas” bendiciones que Dios nos envía a veces creemos
que solamente son para nos las pasemos bien, pero no nos damos cuenta que son
para que sembremos. Nosotros vemos cosecha, pero el Señor nos dice que es
siembra. El problema es que estamos esperando que la situación mejore para hacerlo,
pero Dios nos está diciendo que es este precisamente el mejor tiempo para que
lo hagamos.
El agricultor que espera el clima
perfecto nunca siembra; si contempla cada nube, nunca cosecha. Eclesiastés 11.4
Por otro lado, dice
Ustedes dicen: “Hay que
esperar cuatro meses más para la cosecha”. Pues miren, yo les digo, levanten los
ojos y observen los campos porque ya están listos para la cosecha. Juan 4.35
PDT
Del mismo modo ocurre a la hora
de cosechar, muchos no se dan cuenta cuando llegó el tiempo de cosecha, y se le
va la oportunidad de crecer, ¿recuerdas que has tenido buenas temporadas? Ese impulso
que Dios te dio era para crecer, pero cuando termina la temporada vuelves al
mismo lugar por una razón no supiste aprovechar la cosecha pues se pudrió. José
supo cuando iba haber una buena temporada de cosecha en Egipto y la aprovechó
para crecer. ¿se da cuenta que estos versículos nos hablan de no entender lo
que Dios está haciendo?
Conviertan en espadas sus herramientas para sembrar, y en lanzas las
herramientas que usan para podar. Que el miedoso diga: “Soy valiente”. Joel
3.10 PDT
Ahora bien, sembrar no es fácil,
es por eso que Dios nos dice que luchemos por nuestra cosecha, Joel es un libro
que nos habla de una crisis que el pueblo estaba pasando, pero hay una combinación
entre crisis y conflicto, de tal manera que Dios les dijo que hicieran armas de
sus herramientas de agricultura. Cuando se trata de sembrar podemos ser débiles
al pensar que ya hicimos lo suficiente o que no vemos respuesta de Dios, pero
no debemos rendirnos sino al contrario debemos luchar por que en el futuro
cosecharemos si no desmayamos.
Conviertan en espadas sus herramientas para sembrar, y en lanzas las
herramientas que usan para podar. Que el miedoso diga: “Soy valiente”. Gálatas
6.9 NTV
VIENE UN TIEMPO DE LLUVIA
TARDÍA
Israel sembraba durante la lluvia
temprana esperando que la lluvia tardía los llevara a la cosecha, la temprana
era una lluvia regular, pero la tardía era una luvia torrencial, Si sembramos hoy
es en fe, si sembramos hoy es confiando que Dios nos bendecirá con una
abundante lluvia y nos sorprenderá con una gran cosecha. Hoy la tierra seca
apenas se ablanda con las lluvias que Dios envía, pero confía porque una gran
lluvia se escucha que viene.
Yo soy Dios, tu creador; yo te
formé desde antes que nacieras, y vengo en tu ayuda. No tengas miedo, querido
pueblo mío, tú eres mi fiel servidor, tú eres mi elegido.
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, Y torrentes sobre la
tierra seca. Derramaré Mi Espíritu sobre tu posteridad, Y Mi bendición sobre
tus descendientes. Prosperarán como la hierba bien regada, como sauces en la
ribera de un río. Isaías 44. 2-4 TLA, DHH, NTV
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