Luz en la oscuridad.

 Luz en la oscuridad.

Cuando yo conocí a Cristo tuve que tomar esa decisión de creer en él y sabía que con esa decisión estaba aceptando los cambios que vendrían a mi vida, cambios en mi forma de hablar, de actuar, de vivir, el cambio sin duda fue radical, pues deje mucho de mi vida pasada, para servir a Dios, sin embargo, cuando creía que ya estaba firme en la vida cristiana resulta que entendí que Dios quería renovarme, que dejara de ser un odre viejo y fuera un odre nuevo, así que ahora tenía que nuevamente aceptar el nuevo cambio que vendría a mi vida, este nuevo cambio me pedía dejar de hacer cosas que yo creía que era lo mejor que podía hacer.

Así que renovarnos en un odre nuevo no es fácil porque muchas veces tenemos que ir contra nuestro propio estilo de vida que ya hemos adoptado ya sea del mundo o incluso de la religión. Una persona no cristiana tiene que tomar la seria decisión de cambiar su estilo de vida cuando conoce a Cristo, igualmente puede suceder que alguien que ha creído llevara su estilo de vida al otro extremo que su vida se volvió religiosa y ahora no entiende cuando se le llama a renovarse, porque se supone que eso ya lo hizo el día que se convirtió.

Colosenses 3:12-14 NVI

Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.

La parte que más nos cuesta en esta renovación es la de nuestra persona, queremos cambiar todo a nuestro alrededor, pero omitimos el cambio de nuestro carácter de nuestra actitud. Una persona que deja los vicios de la vida pasada y se une a la iglesia, pero no cambia su carácter solamente está teniendo una apariencia de religión, pero no ha entrado en la renovación.

Note cuales son las características de una persona revestida o renovada, cuando Pablo habla a los colosenses, los creyentes enfocaron mucho la renovación en las cosas superficiales como la apariencia y el aspecto tanto de las personas como del lugar de reunión, pero dejaron a un lado las actitudes como la bondad, humildad, amabilidad, y paciencia. Esta debería ser la principal razón por la que un creyente debería ser identificado. Recordemos que lo que le da valor al odre no es el vaso en sí sino lo que lleva en su interior.

Si se aman de verdad, entonces todos sabrán que ustedes son mis seguidores. Juan 13.35 TLA.

¿Combatir la oscuridad o ser luz?

Estamos viviendo tiempos oscuros donde es necesario que como iglesia podamos demostrar que somos luz, muchas veces nos preocupamos más por combatir la oscuridad del mal que por ser la luz de Jesús en este mundo, cuando la luz brilla simplemente la oscuridad deja de ser.

Un ejemplo de esto es que en estos días muchos cristianos se concentran en combatir el tema del Halloween o de muertos, sin embargo, la actitud o la forma en la que se intenta combatir no es la más prudente o apropiada causando muy poco o nada de efecto en el mundo, y es que nos preocupamos más por lo que la gente pueda hacer que por lo que nosotros estamos haciendo, la pregunta no es ¿Qué está haciendo la gente en Halloween y día de muertos sino qué estás haciendo tú como luz? Y no me refiero precisamente en relación al día sino de forma permanente, ¿Qué tan brillante eres como luz de Cristo? ¿Cómo evalúas la luz del evangelio en tu testimonio?

Pensemos por un momento ¿Cómo sería la forma en la que Jesús compartiría el evangelio en este tiempo? Es seguro que en su momento también había muchas practicas no agradables a Dios, sin embargo, lo vemos concentrado en compartir el mensaje del reino de Dios, hay dos formas de echar fuera el mal una es confrontándolo y atacándolo y la otra es sembrando el bien.

Amar u odiar al mundo.

¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas la palabra mundo? Esta palabra puede tener diferentes significados si la vemos desde distintos ángulos. El apóstol Juan nos muestra precisamente esto en dos de sus escritos.

Por un lado, nos dice en su carta:

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:15 NVI).

Y por otro lado nos dice en el evangelio:

» Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3.16

A simple vista puede parecer que Juan se está contradiciendo, por supuesto cuando lo analizamos lo entendemos mejor, pero increíblemente muchos no han logrado notar la diferencia.

Juan nos habla de dos temas distintos, por un lado, nos pide no amar al mundo, es decir las practicas que atentan contra los mandamientos de Dios, y por el otro nos enseña que Dios amó al mundo es decir las personas que lo habitan. Parece insignificante pero esa diferencia es clave en la tarea de la iglesia para la evangelización.

En estos días hay muchas prácticas que sabemos cómo creyentes no son correctas, tenemos pues lo hemos aprendido y tenemos el conocimiento. Pero este no es el caso para las personas que no son cristianas, y es aquí donde en cierta forma fallamos pues el mensaje de los cristianos se centra en las personas, por lo que en lugar de que las personas reciban el mensaje se sienten atacadas por el cristianismo, es aquí donde no estamos amando al mundo como Dios lo amó.

Hace falta más sensibilidad a la hora de publicar, o decirles a las personas sobre las prácticas de esta temporada, porque mientras un creyente tiene un concepto cristiano de la muerte un no creyente no lo tiene, así que la persona no dejará de visitar la tumba de un ser querido porque alguien posteo una imagen en Facebook, al contrario, lo verá ofensivo y fuera de lugar. Muchas personas han perdido a seres queridos durante esta pandemia y es inevitable que vengan a su memoria, son situaciones de las que no es fácil recuperarse. Por lo que el cristiano debe saber muy bien sus palabras y escoger muy bien los días, es bueno no amar al mundo como dice Juan, pero también es importante amar al mundo como lo Dios lo amó.

Ser luz es ser amor

Luego Jesús les habló otra vez y dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en la oscuridad, sino que tendrá la luz que da vida. Juan 8.12

¿Cómo fue Jesús siendo luz? Precisamente Juan nos muestra cuando Jesús se llamó a sí mismo como la luz del mundo, después de haber salvado a la mujer adultera de quienes querían apedrearla por pecadora. Si nosotros hubiéramos estado en ese tiempo ¿Cuál hubiera sido nuestra posición? Apedrear a la mujer o ser luz para ella. ¿Cuál sería la posición de Jesús en estos días? ¿Atacar las prácticas de las personas o ser luz para ellos?

Debemos asegurarnos de ser luz, así como Jesús.

14» Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. 16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.  Mateo 5.14,16

No se trata de que nosotros pongamos nuestra vista en lo que el mundo está haciendo sino en que el mundo ponga su vista en nosotros. Jesús dijo que debemos aprender a brillar tanto que llamemos su atención. Esto solo se puede lograr cuando mostramos el amor de Dios. No hay nada más brillante en este tiempo que el amor que podemos mostrar como cristianos, en un tiempo donde hay insultos y ofensas podemos brillar con amor, en un tiempo en el que hay mucho rechazo, traición, odio, críticas y todo tipo de cosas que hacen sentir mal a las personas no hay nada mejor hacer la diferencia a través del amor de Cristo.

Que su amabilidad sea evidente a todos… Filipenses 4.5

Y todo lo que hagan, háganlo con amor. 1 Corintios 16.14

El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan 4.8

No hay comentarios:

coméntanos si te ha sido de utilidad esta publicación,