Mi alma tiene sed de Dios

 


Mi alma tiene sed de Dios

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?  Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. 

Salmo 42:1-5 

Así expresa el autor del salmo su apasionado deseo de Dios. Así lo expresaba David cuando se veía privado de la oportunidad de acudir a la presencia de Dios en el santuario.

Está pandemia y la falta de reuniones presenciales en la casa de Dios, debería estimular nuestro deseo por volver a buscar el rostro de Dios desde su santo templo. Debería enseñarnos el valor de los favores inmerecidos que recibimos del padre. 

Pero ¿Por qué va ansioso y de qué tiene sed? Busca ansioso a Dios, tiene sed de Dios, no del culto a Dios, no de la liturgia de culto, busca con desesperación a Dios. El salmista no podía hallar descanso en ningún otro lado, sino solo en Dios. Así es un alma apasionada por Dios, busca incansablemente estar cerca de Dios, son aquellos que nada los ha detenido en este tiempo, son quienes se han mantenido conectados a todo lo que los lleve cerca de Dios, Porque simplemente no hay ningún otro lugar donde ellos puedan encontrar alivio, descanso y donde puedan ser saciados. 

¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? El salmista no ve la hora de presentarse delante de Dios. Este salmo sin lugar a duda me hizo ver la realidad que estamos viviendo, al igual que David en este salmo por alguna razón estaba imposibilitado de poder ir a la casa de Dios, en uno de los versos del salmo expresa:

Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta...

David vivía recordando los días en que se gozaba al poder ir y presentarse en la casa de Dios. 

¡Qué importante era para él poder presentarse en la casa de Dios! Seguramente muchos de nosotros nos conformamos con pensar que Dios está en todos lados y con eso basta, así que podemos orar y adorar dónde sea que nos encontremos y eso es correcto, sin embargo, mientras tengamos que permanecer en casa debemos mostrar nuestro deseo por su presencia en nuestra vida y debemos mantener conexión con todo lo que nos acerque más a Él.

🕊 Oración de hoy 

Amado Dios, quiero pedirte que aumentes en mi alma mi deseo por ti y por presentarme en tu casa, por mantenerme conectado a todo lo que me acerque más y más a tu presencia. Ayúdame a liberarme de todo aquello que me pesa, que me distrae, que me aleja más y más de ti. Quiero estar siempre contigo. En el nombre de Jesús tu hijo amado. Amén 

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