Resistid al diablo

 Serie: La batalla de la fe.

Tema. Resistid al diablo

Durante este mes hemos hablado sobre el desgaste de fe que han vivido muchos cristianos a causa de la pandemia, al principio muchos visualizaban el futuro con mucha fe y esperanza, pero a medida que las cosas se fueron complicando la fe de algunos ha ido decayendo.

Al igual que la pandemia Satanás ha aprovechado este tiempo para trabajar en las vidas de muchos cristianos y hacer caer a los mas vulnerables, así como hay personas mas vulnerables al coronavirus, también hay personas mas vulnerables al ataque de Satanás y así como algunos creen que por su edad el covid no les puede hacer daño, también algunos cristianos piensan que son fuertes ante el ataque del enemigo, pero no siempre es así.

Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! 1 Pedro 5.8 TLA

Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Mateo 26.33

Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer. 1 corintios 10.12

Al igual que la semana pasada quiero hablar de algunas condiciones que nos hacen debilitarnos en nuestra fe y no nos permiten avanzar.

La semana pasada hablamos de tres condiciones, despistado, indeciso, e incredulidad. Hoy hablaremos de tres más la preocupación,

Preocupación

Todos en algún momento nos hemos preocupado, y tenemos que reconocer que la preocupación no es en sí mala, sino es la forma en la que nuestro cerebro enfrenta los problemas para mantenernos a salvo, así que preocuparse no es malo ni es pecado, por supuesto que el plan de Dios no es resolver nuestros problemas para que nosotros no nos preocupemos, sino que nos dotó con un cerebro capaz de resolver situaciones difíciles de nuestra vida, pero es también es importante entender que cuando el problema nos supera o nos obsesionamos la función de la preocupación deja de ser útil, y nos podemos hundir en la ansiedad.

“No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?”. Mateo 6:25 (NVI)

Hay situaciones de la vida en las que hay razón de preocuparse, pero también hay otras en las que Jesús nos invita a no preocuparnos. Como en muchas ocasiones se ha dicho cuando algo que te preocupa se puede resolver ¿para que te preocupas? Y si no puedes resolverlo igualmente ¿para qué te preocupas? Es importante definir en nuestra vida que cosa es un problema que podemos resolver y que cosa es un hecho de la vida que ya no se puede cambiar. A veces vivimos con situaciones que nos incomodan o nos frustran pero que tenemos que aceptar porque ya no son alterables, lo que tal vez podemos hacer es resolver circunstancias alrededor de esa situación.

Jesús nos enseña que en toda la creación el ser humano es el que vive preocupándose, esto es porque ha dejado de confiar en su creador, es por eso que la preocupación batalla contra la fe. Si cada día de nuestra vida ponemos a Dios en primer lugar seguramente muchas de nuestras crisis emocionales se acabarían.

Juicio

No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Mateo 7.1 NVI

Una de las formas mas interesantes en las que el diablo nos entretiene y nos desvía del propósito de Dios es cuando nos volvemos críticos de las vidas de los demás, nada nos parece ni nos agrada de los que los demás hacen, si hacen algo bueno lo criticamos y si hacen algo malo con mayor razón, este es un serio problema en nuestro interior que estamos ignorando, porque al ejercer nuestro juicio sobre alguien lo hacemos porque nuestro ego nos da la confianza de hacerlo, pues es producto de un corazón orgulloso, eso impide que nos demos cuenta que estamos mal y nos priva de aprender, valorar, o aceptar el triunfo de los demás

Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo. Romanos 12.3 TLA

Un corazón orgulloso puede llevarnos a no aceptar una palabra que podría cambiar nuestra vida, solo porque no nos agrada la persona que la está exponiendo. Una actitud orgullosa no solamente nos llevará a actuar mal y por esa razón no agradar al Señor, sino que además es una de las principales puertas del enemigo en nuestras vidas. ¿Cuál fue la principal razón que hizo que Satanás cayera sino la soberbia de su corazón?

Por supuesto es inevitable muchas veces concebir una opinión sobre alguien, pero lamentablemente hay quienes han llevado este problema a otro nivel cuando viven expresando lo que piensan de los demás y de esta forma hieren a otros indiscriminadamente.

¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo. Mateo 7.5 NTV

Es difícil para alguien que se ha dedicado a criticar y hablar de la vida de los demás poder ser transformado porque siempre se sentirá bien en “comparación” con los demás, y de ninguna manera verá sus propios errores que debe cambiar. Así que es posible que mientras oye o lee este tema este pensando en alguien más a quien le quedaría todo esto sin analizarse a sí mismo y meditar que tan enjuiciador se ha vuelto.

Dentro de esto un problema con el que muchos batallan es la sospecha y este es un terrible juego del enemigo porque ni siquiera existen pruebas o evidencias para que pronunciemos un juicio, pero lo hacemos y al hacerlo caemos en calumnias y mentiras.

Enjuiciar a otros es un entretenimiento que el diablo usará para sacarnos del juego, entre mas seamos sensibles y empáticos con los demás podremos superar esta tentación.

Pasividad

Pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos. Oseas 4.6 NVI

Como ya dijimos al principio del tema el apóstol Pedro nos anima a estar siempre atentos y listos ante la asechanza del diablo, esta es una invitación a dejar la pasividad. Lamentablemente algunos ni siquiera se dan cuenta de esta situación en sus vidas, Satanás les hace creer que mientras no están pecando están bien, pero la realidad es que eso no es así, Dios quiere mas que simplemente no hagamos lo malo, sino que nos movamos hacia lo bueno, Dios quiere actividad y no pasividad.

La pasividad es lo que por muchos años los predicadores del pasado exhortaron a la iglesia a no vivir de esa manera, llamándole tibieza espiritual.

Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4,7

La lucha espiritual contra el maligno es de estar atentos, activos y alertas, pero sobre todo es de acción, a veces malinterpretamos la resistencia como si tuviéramos que aguantar, pero la resistencia en la biblia se refiere mas a enfrentar que aguantar, eso no se puede lograr en un estado de pasividad.

¿Cómo actúa esta pasividad muchas veces? Esta se manifiesta cuando el creyente actúa en base a sus emociones, si están de animo adoran a Dios, si sienten dar lo hacen, si algo de la biblia les agrada lo hacen. Esa es una actitud pasiva porque simplemente cuando sus emociones están desenfocadas o caídas dejan de hacerlo.

Donde no hay nada que hacer, hay que hacer para el diablo. El estado de pasividad es la oportunidad que el diablo necesita para trabajar, es lo que hizo con David el día que decidió no ir a la guerra, cuando las personas comienzan a decaer en la iglesia por lo regular van por pasos y en algún momento uno de esos pasos es dejar de funcionar, es por eso que hemos invitado a la iglesia a servir aun en medio de la cuarentena porque la pasividad es el espacio que el diablo necesita para trabajar

Ni den cabida al diablo. Efesios 4.27

Algo que Dios nos habló en estos días era sobre la importancia de conectarnos con él estemos o no en un templo, debemos esforzarnos por restaurar nuestra conexión con Dios debemos salir de la pasividad, debemos hacerle frente al enemigo.