🧓Propósito General: Consagración. Que los niños comprendan la importancia de servir a Dios con obediencia y fe, tal como Abraham lo hizo, y cómo esta actitud de dedicación y compromiso debe reflejarse en su vida diaria.
🧓Propósito Específico: Que los niños aprendan a confiar en Dios y a seguir Sus instrucciones con valentía, incluso cuando enfrentar desafíos, y a aplicar esta confianza en su vida cotidiana.
🧓Pasaje bíblico. Génesis 22.
🧓Versículo bíblico. Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Génesis 22.8
🧓Introducción: ¿Cómo te sientes cuando sabes que habrá una prueba o examen en la escuela? Seguramente te sientes nervioso o preocupado. Las pruebas no son agradables, pero son necesarias para que podamos avanzar al siguiente grado escolar.
Las pruebas no solo existen en las escuelas; también en nuestra vida tendremos pruebas que pasar. A diferencia de la escuela, no sabemos cuándo serán aplicadas, como cuando el maestro entra al salón y dice: "saquen una hoja en blanco", y todos nos asustamos porque sabíamos que nos aplicaría un examen sin avisar.
Las pruebas en la vida son similares, ya que muchas veces llegan sin previo aviso. Nos ponen a prueba de maneras que nunca imaginamos, y aunque pueden ser difíciles y desafiantes, también son oportunidades para crecer, fortalecernos y demostrar nuestra fe. Es en esos momentos inesperados cuando realmente descubrimos de qué estamos hechos y cuánto confiamos en Dios para guiarnos y sostenernos.
Un día, Abraham tuvo una prueba muy grande. De esa prueba, aprenderemos las siguientes lecciones:
I. Dios prueba nuestra fe 🧓
Pasado cierto
tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: —¡Abraham! —Aquí estoy respondió. 2 Y Dios le
ordenó: —Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. 3 Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También
cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac,
se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. Génesis 22.1-3
Abraham había pasado mucho tiempo sin poder tener un hijo con su esposa, hasta que Dios se lo dio ya estando ellos en edad avanzada. Así que podemos imaginar la gran alegría que este hijo representaba para ellos. Pero un día, Dios le dijo a Abraham que le ofreciera a su hijo en holocausto; esto significa que lo sacrificara. Por supuesto, esta era una petición muy extraña y difícil para Abraham.
¿Alguna vez has tenido que renunciar a algo que amas demasiado? Bueno, pues ese día la fe de Abraham estaba siendo probada. ¿Desobedecería a Dios o sacrificaría a su hijo, a quien había deseado tanto tiempo? Abraham decidió obedecer y, al día siguiente, se preparó para ir al lugar donde Dios le había dicho que tendría que sacrificarlo.
La historia de Abraham nos hace preguntarnos sobre nuestra fe y obediencia a Dios. A veces, Dios puede pedirnos que renunciemos a algo que valoramos mucho o que enfrentemos situaciones muy difíciles que no comprendemos. En esos momentos, es importante recordar que Dios no nos prueba para hacernos sufrir, sino para fortalecer nuestra fe y nuestro carácter. La obediencia de Abraham nos muestra que, aunque los caminos de Dios puedan parecer incomprensibles, confiar en Él siempre lleva a un propósito mayor.
¿Estamos dispuestos a confiar en Dios, incluso cuando nos pide lo más difícil?
¿Qué harías si Dios te pidiera algo que para ti fuera muy difícil?
II. No pierdas la fe en medio de la prueba 🧓
4 Al tercer día,
Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lugar. 5 Entonces les
dijo a sus criados: —Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes. 6 Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su
hijo; él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron
caminando juntos. 7 Isaac le dijo
a Abraham: —¡Padre! —Dime, hijo mío. —Aquí tenemos el fuego y la leña —continuó Isaac—; pero ¿dónde está
el cordero para el holocausto? 8 —El cordero,
hijo mío, lo proveerá Dios —le respondió Abraham. Y siguieron caminando juntos. Génesis 22.4-8
Puedes imaginar lo difícil que fue para Abraham ir durante todo ese viaje pensando en lo que tenía que hacer. Seguramente no hablaba con nadie sobre esto, y mucho menos Isaac lo sabía.
Pero, muy en el fondo, Abraham tenía fe de que Dios tenía una solución para todo esto. Cuando llegaron al lugar y les dijo a sus criados: "Luego regresaremos", hablaba en plural y estaba confesando que regresaría con Isaac vivo. Muchas veces debemos tener fe en los tiempos de prueba y hablar con seguridad de que todo saldrá bien.
Seguramente Isaac ya había ido en otras ocasiones a ofrecer sacrificios con su padre, por lo que sabía que, si llevaban leña y fuego, hacía falta un cordero para el sacrificio. Pero Abraham le dijo que Dios les daría ese cordero. Cuando estés en un problema muy grande, ten fe en que Dios te dará aquello que en ese momento no tienes.
Esta historia nos inspira a mantener nuestra fe, incluso cuando no vemos cómo Dios proveerá lo que necesitamos. Abraham enfrentaba una situación extremadamente difícil, pero su confianza en Dios nunca flaqueó. Cuando nos encontramos en medio de pruebas, debemos aprender a confiar en que Dios tiene un plan, incluso cuando no comprendemos todos los detalles. Así como Abraham creyó que Dios proveería el cordero, nosotros también podemos creer que Dios nos dará la solución o la provisión en el momento justo.
¿Estamos dispuestos a confiar en Él y declarar nuestra fe, incluso en los momentos más oscuros?
III. Tu fidelidad en la prueba será recompensada 🧓
9 Cuando
llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la
leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. 10 Entonces tomó
el cuchillo para sacrificar a su hijo, 11 pero en ese
momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham! —Aquí estoy —respondió. 12 —No pongas tu
mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé
que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.
13 Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado
por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en
lugar de su hijo. 14 A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El Señor provee». Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte
provee el Señor» Génesis 22.9-14
hay que tomar en cuenta algo muy importante la obediencia de Isaac, aunque no era un niño, confió en su padre y en Dios durante esta prueba difícil. A pesar de que podía haber intentado resistirse, él aceptó lo que su padre le pedía y no se quejó. Esto muestra que Isaac también tenía mucha fe y obediencia. Su disposición a ayudar y confiar en su padre, incluso cuando las cosas eran muy difíciles, muestra lo valiente y fiel que era.
¿Puedes imaginar la tensión que hubo en ese momento? ¿Pensaste que Isaac realmente sería sacrificado? Dios vio la fidelidad de Abraham hasta el último momento. Y tal como Abraham había dicho, Dios les dio un carnero para el sacrificio.
Esta fue una gran prueba de fe. Hasta el último momento, Abraham se mantuvo firme en obedecer a Dios. Por eso se dice que Abraham es el padre de la fe. Abraham fue recompensado por su muestra de fidelidad con esta promesa:
El ángel del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y le dijo: —Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo afirma el SEÑOR— 17 que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu
descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus
descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos. 18 Puesto que me
has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu
descendencia. Génesis 22.15-18
Aquí aprendemos que la fidelidad y la obediencia a Dios, incluso en las pruebas más difíciles, siempre son vistas por Él aunque sintamos que no ha abandonado. Aunque el camino puede ser incierto y lleno de tensión, como lo fue para Abraham, Dios siempre tiene un propósito más grande y una bendición preparada para aquellos que le son fieles. Abraham no solo fue obediente, sino que confió en que Dios proveería, y su fidelidad fue recompensada con promesas que permanecieron a través de generaciones. De la misma manera, nuestras pruebas pueden convertirse en oportunidades para demostrar nuestra fe y recibir las bendiciones que Dios ha prometido a quienes le obedecen.
🧓Conclusión. La fe en Dios no solo nos guía, sino que también nos sostiene en los momentos más oscuros. Aunque las pruebas puedan parecer difíciles o incluso imposibles, son oportunidades que tenemos para demostrar nuestra confianza en Él. Así como Abraham lo hizo, al ser firmes y obedientes, podemos estar seguros de que Dios no solo ve nuestro esfuerzo, sino que también tiene un plan perfecto que será para una bendición más grande de lo que podemos imaginar.
🧓Oración modelo. Amado Dios, gracias por estar siempre con nosotros, incluso en los momentos difíciles. Ayúdanos a confiar en ti como lo hizo Abraham, y a ser obedientes y valientes como Isaac. Sabemos que tú siempre cuidas de nosotros y tienes un plan bueno para nuestras vidas. Ayúdanos a seguirte con fe y a recordar que tú siempre provees todo lo que necesitamos. Amén.
🧓Llamado a la acción. Esta semana, te invito a que pongas en práctica lo que aprendimos hoy.
1. Confía en Dios todos los días: Cuando algo te preocupe o sientas miedo, recuerda que Dios está contigo. Tómate un momento para orar y pedirle que te dé paz y confianza, sabiendo que Él tiene todo bajo control.
2. Sé obediente y haz lo correcto: Esta semana, cuando tus padres o maestros te pidan algo, hazlo con alegría y sin quejarte. Recuerda que obedecer es una forma de mostrar tu amor a Dios.
3. Recuerda que Dios provee: Si te encuentras en una situación difícil, como un examen o un problema con un amigo, confía en que Dios te dará lo que necesitas. Ora y pídele que te guíe y te ayude a resolverlo.
🧓Juego. "El Camino de la Fe"
Objetivo: Los niños experimentarán lo que significa confiar en Dios al caminar con los ojos vendados, como Abraham confió en Dios durante la prueba.
Materiales:
- Una cuerda larga o una cinta adhesiva para marcar un "camino" en el suelo.
- Vendas para los ojos.
- Obstáculos suaves (almohadas, pelotas, etc.) para poner alrededor del camino.
Instrucciones:
1. Preparación:
- Coloca la cuerda o cinta en el suelo formando un camino recto o ligeramente curvado.
- Coloca los obstáculos suaves alrededor del camino, pero no sobre él.
2. Explica el juego:
- Los niños deben caminar por "El Camino de la Fe" con los ojos vendados, representando a Abraham mientras confía en Dios.
- Un compañero de equipo (otro niño o el maestro) actuará como "la voz de Dios," guiando al jugador a través del camino sin tocar los obstáculos.
3. Cómo jugar:
- Venda a un niño y pídele que se pare al inicio del camino.
- Su compañero, "la voz de Dios," le dará instrucciones como "un paso a la izquierda," "un paso adelante," o "detente" para guiarlo a través del camino.
- El niño vendado debe seguir las instrucciones con confianza, sin poder ver lo que hay a su alrededor.
4. Variante:
- Puedes hacer que los niños cambien de roles para que cada uno tenga la oportunidad de ser Abraham y la voz de Dios.
5. Reflexión final:
- Al final, reúne al grupo y discutan cómo se sintieron al confiar en las instrucciones sin poder ver.
- Habla sobre cómo Abraham confió en Dios incluso cuando no sabía exactamente lo que sucedería.
Lección: Este juego ayuda a los niños a comprender lo que significa tener fe y confiar en Dios, incluso cuando no podemos ver lo que está frente a nosotros. Al igual que Abraham, los niños aprenden a escuchar y seguir la guía con confianza.
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