FUERZA MUJER.
Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Proverbios 31:25 NVI
A partir del versículo 10 de proverbios 31 nos habla de un hogar, una
familia afortunada, la fortuna de esa familia reside en la mujer que habita en
ese hogar. El escritor de proverbios nos describe a detalle las virtudes de
esta mujer ejemplar, pero hubo un detalle que llamo mi atención, y es en cuanto
al carácter de ella ya que es mujer de mucha fortaleza, una mujer fuerte, digna
y segura. Meditemos en esta ocasión únicamente en la fuerza que esta mujer
tiene, que la hace digna y segura. Cada miembro de nuestra familia necesita
aplicar la virtud del carácter de ella para transformar nuestro hogar, nuestra
vida, nuestra historia y nuestras generaciones.
¿Para que necesitas la fuerza de la mujer virtuosa?
Fuerza: Fuerza es la capacidad física para soportar un peso, Las
hormigas tienen la fuerza de soportar un peso muchas veces superior a ellas
mismas.
I.-Fuerza Para perdonar.
Perdonar: Olvidar la falta que ha cometido otra persona contra ella o
con otros y no guardarle rencor ni castigarla por ello, no tener en cuenta una
deuda o una obligación que alguien tiene con la persona.
Definitivamente necesitamos aplicar esta fuerza para poder cargar el
peso de muchas situaciones que vienen a nuestra vida, hay muchas personas hoy
lidiando con un peso demasiado grande. Quizá en los últimos días has sentido un
peso sobre ti, el peso que la vida nos da, el peso de los errores que hemos
cometido, el peso de las crisis que golpean a nuestra familia, el peso del
deterioro de nuestra salud, el peso de nuestra economía. Sin embargo, puedo
decir sin dudar que el peso mas grande que muchas veces llevamos sobre nuestros
hombros es el peso del dolor, de las heridas que nos ha sobrevenido por
personas cercanas a nosotros, pero como bien alguien dijo acertadamente no hay
nada más difícil y hoy digo que no hay peso mas grande que el dolor que
provocan las heridas de las personas que amamos. Sin duda alguna muchos hoy
están tratando de lidiar con el peso que alguien vino a poner sobre sus
hombros, así de repente, sin razón, injustamente… Y ahora lo que sigue es un
peso mayor, los sentimientos de ira sobre aquellos que te han lastimado implican
un peso mayor y hay días que sientes que te hundes, de hecho, muchos están a
punto de desvanecerse porque no se puede vivir con un peso tan grande sobre los
hombros. La mujer sabia, el hombre sabio, los chicos sabios saben que no podrán
avanzar con un peso mayor a ellos mismos sobre sus hombros, La única forma para
soltar todo ese peso, todo ese dolor, todos esos sentimientos que te sofocan,
toda esa amargura que te destruye y que esta destruyendo a tu familia, tu
hogar, tu futuro es teniendo la fuerza para perdonar, eso te hace una mujer, un
hombre especial. Cuando nos reusamos a
soltar ese peso, cuando nos negamos a perdonar se nos nubla la visión del
futuro porque estamos estancados en lo que nos hicieron, el mundo se detiene,
la vida se te detiene, tus dones se detienen, todo se detiene. La mujer
virtuosa podía ver hacia el futuro confiadamente porque se vestía todos los
días de fuerza y dignidad.
II.-Fuerza Para reiniciar.
Reiniciar: Iniciar de nuevo una cosa que se había interrumpido o
suspendido.
Un hogar, una familia, una vida exitosa y ejemplar no es la que nunca
comete errores, no es la que nunca se equivoca, no es la que jamás se ha
lastimado incluso a si misma… Es aquella que tiene la fuerza, la suficiente
fuerza para reiniciarse. Muchas mujeres pueden contar hoy el día en que sus
vidas fueron suspendidas, detenidas… Pueden decir exactamente el día en que sus
opiniones, sus sueños y su vida misma dejo de tener valor para el resto del
mundo, el día en que su opinión y sus palabras dejaron de ser escuchadas. Pero
esto no solamente es asunto de mujeres, es asunto de varones en la plenitud de
sus días, es asunto de ancianos en depresión, de jóvenes con vidas truncadas, suspendidas
a muy temprana edad, para los cuales la flor de la juventud parece haberse
marchitado, y lo que es más tristes es cuestión también de niños con vidas de
viejos, con una infancia suspendida incluso suspendida y marchita por los
propios padres. Muchas veces hemos hablado sobre iniciar de nuevo y aunque
suena bonito escucharlo y decirlo, sinceramente no es tan fácil hacerlo, sobre
todo cuando ya lo has intentado muchas veces y lo que es mas cuando las
situaciones totalmente ajenas a nosotros mismos a nuestras propias decisiones
nos han obligado a iniciar una y otra vez. Hoy quiero invitarte a no pretender
reiniciar tu entorno, no intentes cometer el error de siempre, no trates de dar
gusto a nadie, no lo hagas por los que opinan sobre ti, no lo hagas para volver
a tu vida de antes, a tus actividades de antes, a tus formas de antes, deja de
extrañar tu pasado. Reiníciate, pero reiníciate en tu interior, reinicia tu
vida, sé un hombre nuevo, una mujer nueva. Ten la suficiente fuerza para
reiniciar de una forma definitiva y diferente. Comienza a valorar tu mismo, tu
misma tus propias decisiones. Dios nos enseña en el libro de Job sobre la
libertad que nos ha dado de poder decidir con firmeza sobre nuestra vida, no
tengas miedo a decidir que eres un ser valioso, no tengas miedo de decidir que
tu voz vale y es respetable, no tengas miedo de decidir que eres
extraordinario, extraordinaria y que a partir de ¡ya! Tomas tu vida, esa vida
que Dios te regalo y con toda la fuerza de su espíritu vivirás una vida nueva,
completa y diferente. Porque déjame decirte que para dar este paso también se
necesita ser fuerte, lo suficiente para atreverte a continuar tu vida,
haciéndote cargo de tus decisiones, fuerza para determinar vivir con dignidad
decidiendo siempre hacer lo correcto y llevando tu vida, tu familia, tu
matrimonio, tu ministerio a otro nivel.
III.-Fuerza Para crear.
Crear: Dar realidad a una cosa a partir de la nada.
Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa
hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa. Isaías 52:1
Todos hemos vivido ese
momento de nuestras vidas en el que tenemos que ir a algún sitio, o es un día
especial y estamos usando algo especial, y nos vemos bien, nos sentimos bien y
muchas veces hasta nos damos cuenta de lo hermosas o guapos que podemos ser.
Independientemente de sí solemos arreglarnos mucho o poco, todos vivimos un día
así, puede ser nuestra fiesta de cumpleaños, un evento en la escuela donde
pueden ir de color en el caso de los niños, o cuando se está intentando conquistar
a alguien, cuando llevamos algo especial nos sentimos especiales.
Esto es principalmente porque estamos acostumbrados
a ver gente que se ve bien por todas partes, en películas, series, fotos,
comerciales etc, y eso nos transmite directa o indirectamente un mensaje. Así
que parte de la fuerza que Dios no da es para que podamos crear cosas nuevas,
hacer cosas nuevas y cambiar, ser nuevas personas todo el tiempo. Muchas veces
vivimos agobiados por los problemas de nuestro alrededor que olvidamos una
parte muy importante, y es la importancia y el valor que debe tener nuestro
cuerpo para nosotros, no solamente físicamente, ya que es nuestra imagen la que
habla por nosotros, sino también en nuestra salud.
Dios no quiere que solamente
nos sintamos bien, o valiosos una vez al año cuando es nuestro cumpleaños o navidad,
algunos vivimos mucho tiempo bajo pensamientos religiosos acerca de que
vestirnos de cierta forma, o querer arreglarnos era algo egoísta o estaba mal, cuando
Jesús jamás hubiera estado de acuerdo con eso, el mismo usaba ropa de
calidad.
Dios quiere que podamos
sentirnos bien todo el tiempo, y a veces es necesario reinventarnos, ¿Hace
cuanto que no cambiamos algo de nuestra imagen? A veces pequeños cambios que
hacemos en nuestra vida pueden ser muy saludables, y nos recuerdan el valor que
tenemos, que en ocasiones olvidamos y lo especial que podemos ser. Dios no es
egoísta, el está contento cuando nosotros lo estamos, el está feliz cuando
nosotros sentimos que nos vemos bien y estamos a gusto con nosotros mismos en
todas las áreas.
A veces esos pequeños cambios
pueden ayudarnos a hacer cosas más grandes, la sensación, la motivación y la
inspiración que surge en esas pequeñas acciones no puede llevar a comenzar
cosas nuevas en nuestra vida, para conocernos un poco más y disfrutar de la
vida que Dios nos ha dado. Muchas veces no es sencillo hacer de forma diferente
algo que has estado haciendo de la misma forma tanto tiempo, pero para eso es
la fuerza de Dios, para hacer las cosas que por nosotros mismo no podríamos
hacer.
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