Libres para celebrar fiesta al Señor
Como ya hemos dicho algo que distingue a nuestro Dios es la celebración,
la alegría, la fiesta, el regocijo, los aplausos, la danza, etc. hay infinidad
de citas bíblicas donde podemos ver estas características en los tiempos que el
pueblo tenia con Dios, incluso muchas de ellas eran ordenes o indicaciones de
la forma en la que tenia que presentarse delante de él.
¿Qué base hay para que nuestros servicios sean pasivos y serios? A Dios
le agradan las fiestas, la biblia dice que hay fiesta en los cielos cuando un
pecador se arrepiente, eso es prácticamente todos los días, cada día en el
mundo alguien se vuelve a Dios, así que el cielo se mantiene en continua celebración.
¿Qué parte de fiesta no estamos entendiendo? ¿alguna vez ha tenido una
fiesta? ¿Cómo cree que debe ser una fiesta? ¿Las personas deben estar en silencio,
o algunas llorando? Por supuesto que no, a veces equivocadamente creemos que un
buen servicio es aquel en el que las personas están llorando, pero si
analizamos objetivamente la biblia y hacemos una correcta interpretación
veremos que Dios quería que la gente se acercara con regocijo, con alegría, y
las únicas veces en las que indica que deben venir con llanto es cuando los
está llamando al arrepentimiento o a volverse a él, pero si alguien ya se
arrepintió ¿Por qué espera seguir llorando? Creo que Dios muchas veces toca el corazón
y conmueve, pero ¿Cuándo fue la ultima vez que cantaste con una sonrisa en tu
boca o pasaste feliz a dar una ofrenda? Dios quiere sonrisas, aplausos, saltos,
indicadores de una persona que está de fiesta
Independientemente de las liturgias en las que cada grupo se goza en la
presencia de Dios ¿Por qué a veces los creyentes no pueden celebrar? La
respuesta sencillamente es que no se puede fingir la verdadera alegría, no se
puede obligar a los labios a sonreír, los sentimientos no pueden ser obligados,
a menos que alguien sea un buen actor podrá llorar sin quererlo y reír sin sentirlo,
pero internamente sabe que no es sincero. No es extraño que por eso Dios quiera
ver a las personas alegres porque el conoce los corazones y sabe cuando alguien
se acerca sin un corazón sincero, o lejos de él.
Sin duda un corazón que no puede celebrar verdaderamente es porque se
encuentra en un estado de esclavitud, es decir NO PUEDE, no es que no quiera o
que no sepa que debe hacerlo, simplemente no puede.
Veamos esto reflejado en la historia del pueblo de Dios
en Egipto.
Dios escucha tu tristeza cuando no eres libre
—Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo
en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus
penurias. Han llegado a mis oídos los gritos desesperados de los
israelitas, y he visto también cómo los oprimen los egipcios Éxodo 3.7,9
Cuando las personas están aprisionadas por diferentes
circunstancias como crisis económica, problemas familiares, laborales etc., no
pueden celebrar con libertad. Esto no significa que no sea posible, pues Pablo
estando preso alabó a Dios y la cárcel se abrió, pero en el caso de él su
cuerpo estaba preso pero su alma no.
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre…
Salmo 147.7a
Las preocupaciones son esa prisión que nos cautiva
internamente, y como el caso de Israel Dios sólo escucha nuestras tristezas, no
significa que no le importen o que no quiera escucharnos, pero si que no le
estamos adorando como se merece. He comentado varias veces que muchos
cristianos escuchan música cristiana que es para ellos, inspirada y de
bendición pero es para ellos música como: levanto mis manos aunque no tenga
fuerzas, cansado del camino, esa música es de bendición pero muchos cristianos
solamente se sienten “tocados” por Dios con esos cantos, pero esos cantos están
dirigidos al corazón del hombre, pero una verdadera adoración es cuando en medio
de la crisis cantamos y nos sentimos “tocados” con cantos que están dirigidos solamente
a Dios como por ejemplo: el eco de su voz.
Esto es porque muchos cristianos relacionan el toque de
Dios con las lágrimas, pero como ya dijimos Dios quiere que vengamos con alegría
ante su presencia, si un cristiano no es capaz de gozarse a menos que se cante
algo que “toque” sus emociones entonces no es libre para adorar a Dios, y como
Dios le dijo a Moisés los escucho quejarse, ha llegado a mis oídos su
desesperación.
Dios quiere liberarte para que le hagas fiesta
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de
Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a
celebrarme fiesta en el desierto. Éxodo 5.1
Dios quería que su pueblo le celebrara una fiesta, ya
habían lamentado mucho, llorado mucho, era tiempo de celebrar y regocijarse, no
se cuanto lloraste en el mundo o sufriste, pero hoy es tiempo de celebrar al
Señor. No se cuantas veces alguien pasa a testificar lo que vivió en el pasado
y vuelve llorar no como quien ha sido libre sino como quien le sigue doliendo.
Es verdad que recordamos las grandes obras del Señor en
nuestras vidas, pero también es verdad que el Señor salva, sana, liberta, enjuga
las lágrimas, cambia nuestro lamento en gozo. Tiene que llegar un momento en el
que somos libres para expresar nuestra alegría a Dios.
Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza
y me rodeas de alegría, Salmo 30.11 RVC
Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico
en honor del Señor, que la letra
decía: Éxodo 15.1
Miriam les cantaba
así: Canten al Señor, que se ha coronado
de triunfo
arrojando al mar caballos y jinetes. Éxodo 15.21
arrojando al mar caballos y jinetes. Éxodo 15.21
Es interesante notar
que la primera vez que en la biblia aparece alguien que canta a Dios no solo en
el éxodo sino desde el Genesis es cuando por fin los hijos de Israel se sienten
libres. Tanto Moisés como su hermana cantaron al Señor.
Cuando eres libre cantarle
al Señor es una respuesta automática.
Alguien libre quiere
que los demás también celebren
8 el
faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: —Vayan y rindan
culto al Señor su
Dios. Tan solo díganme quiénes van a ir. 9 —Nos
van a acompañar nuestros jóvenes y nuestros ancianos —respondió Moisés—.
También nos acompañarán nuestros hijos y nuestras hijas, y nuestros rebaños y
nuestros ganados, pues vamos a celebrar la fiesta del Señor. Éxodo 10.8-9
¿Alguna vez se ha contagiado de la
risa de alguien mas? La risa es contagiosa, el espíritu de celebración se
contagia, una característica de las iglesias en crecimiento es que trasmiten
gozo y alegría, las personas quieren ir donde hay felicidad, una iglesia fría, áspera
difícilmente crecerá y no porque estén hablando la verdad sino porque no trasmiten
la felicidad de Cristo. Es más fácil que sus familiares, amigos se conviertan
si todo el tiempo lo ven feliz, pero será muy difícil si todo el tiempo lo ven
amargado y actúa áspero con ellos.
Cuando alguien está feliz quiere que
otros le acompañen en esa felicidad. El hombre que encontró la oveja perdida, La
mujer que encontró su moneda, el padre que salió al encuentro de su hijo ¿qué
tuvieron en común? Todos les pidieron a los demás alegrarse con ellos hasta fiesta
hizo el padre.
No hay verdadera celebración si no
estamos dispuestos a llevar con nosotros a las personas que mas nos importan. Moisés
dijo que todos irían a celebrar la fiesta al Señor.
Y Él dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal
para ti de que soy yo el que te ha enviado será esta: cuando hayas sacado al
pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte. Éxodo 3.12
Celebrar es señal de que lo que Dios te dijo en el pasado
que sucedería ha sucedido, cuando celebramos estamos viviendo en la señal de la
promesa de Dios para nuestras vidas. No dejes de celebrar al Señor.
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