Ya dimos inicio a nuestros cuarenta días de
gloria y entramos con muchas expectativas sobre lo que Dios va hacer, algo
importante que debemos recordar es que necesitamos rendir completamente nuestra
fe al Señor.
En marcos capítulo 9 está uno de los
milagros que mas me conmueve, porque muestra a un padre desesperado porque su
hijo pueda sanar. Esta historia es interesante porque muchos milagros fueron
hechos cuando las personas necesitadas tuvieron que declarar su fe, pero en
este caso el muchacho no tiene la capacidad por si mismo de hacerlo por lo que el
milagro tiene que venir por la fe de su padre.
En nuestras familias hay personas
necesitadas que tal vez no son conscientes o capaces de entregar su fe al Señor,
por lo que es nuestro deber creer por ellos, por nuestra fe otros pueden
cambiar, por nuestra fe otros pueden recibir una respuesta de Dios.
En la
historia primeramente vemos que Jesús acababa de descender del monte de la transfiguración
por lo que entiendo con Pedro Jacobo y Juan, cuando se encuentra con una
multitud discutiendo con los otros discípulos.
Cuando
llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos,
y escribas que disputaban con ellos. 15 Y en
seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.
Marcos 9.14-15
En esta historia podemos encontrar tres
verdades importantes que nos motivan a no dejar de creer.
No dejes de creer, aunque nadie te
pueda ayudar
16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? 17 Y
respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene
un espíritu mudo, 18 el cual, dondequiera que le
toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y
dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Marcos 9.16-18
Cuando
Jesús llegó les pregunto ¿Qué era lo que discutían? Ni los escribas que eran
los que estaban discutiendo, ni las personas que se habían reunido, ni siquiera
los discípulos dieron una explicación la única voz que se escuchó fue la del
padre desesperado por su hijo. ¿Alguna vez se ha sentido como este padre? A veces
en nuestra desesperación todos a nuestro alrededor tienen opiniones, pero nadie
nos puede ayudar, ni los religiosos podían ayudarlo ni las personas curiosas
que habían llegado ni siquiera los discípulos tuvieron la fuerza para hacerlo, esto
muchas veces es agobiante para quienes tratan de encontrar una respuesta a sus
problemas.
Así que,
aunque muchas personas te rodean, pero no te han podido ayudar, no te desanimes,
solamente cree, el Señor si te puede ayudar.
19 Y respondiendo él,
les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Marcos 9.19
En este versículo entendemos
que la razón por la que no se había podido hacer algo era la incredulidad de
todos los que estaban presentes, si algo puede impedir la obra de Dios es
cuando nuestro corazón deja de creer.
No dejes de creer,
aunque tú mismo quieras dudar
Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con
violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando
espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto
tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Marcos 9. 20-21
Vemos el
caso que era mas que un problema médico, el cual se describe como un espíritu,
el cual es evidente su manifestación al ver a Jesús, sabemos que para muchas
situaciones Dios ha dado sabiduría al hombre para tratar las enfermedades, pero
¿Cómo tratar un problema espiritual? Es interesante ver que el Señor pregunta
el tiempo, como tratando de encontrar alguna raíz u origen del problema, en
nuestro caso nos hemos encontrado con situaciones en las que hemos tenido que
ir al origen del problema de algunas personas para poder orar por ellos. Es posible
que haya algo que tenemos que recordar y corregir en nuestro pasado, a veces es
necesario arrepentirnos de algo que hicimos en algún momento y que desató la situación
a la que nos enfrentamos.
22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle;
pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. 23 Jesús
le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 24 E
inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
Marcos 9.22-24
Esta parte es crucial en la
historia, notemos como en las palabras del padre hay un tono titubeante “si
puedes hacer algo” a veces no solamente las personas que nos rodean son incrédulas,
sino también la carga de nuestros problemas nos ha invadido y no podemos evitar
tener algunos titubeos en nuestra fe. Es común escuchar personas decir ojalá
Dios haga algo, en su tono se puede sentir la incertidumbre y el
decaimiento de su fe.
Jesús le responde al padre “si
puedes creer” me encanta la respuesta de Jesús, el padre le dice al Señor si
puedes y el Señor le dice si puedes, en otras palabras, Jesús le
dice yo puedo, pero ¿tú puedes creer? tal vez tantos intentos habían desanimado
al padre, pero en este caso se encontraba frente a Jesús y él podía hacerlo.
La NVI dice: 3 —¿Cómo que si puedo? Para el
que cree, todo es posible.
Vemos como el padre hace una declaración
desesperada y sincera de fe, “creo, ayuda mi incredulidad” a veces tenemos que
ser sinceros con Dios y reconocer que nuestra fe está flaqueando, pero aun así
no rendirnos y confesar que creemos. Debemos luchar contra nuestra propia
incredulidad.
No dejes de creer,
fortalece tu fe orando y ayunando
25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al
espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y
no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con
violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está
muerto. 27 pero Jesús, tomándole de la mano, le
enderezó; y se levantó.
Me llama
la atención que cuando Jesús vio que se acercaban los curiosos expulsó el espíritu
del muchacho, supongo que no era bueno tener una multitud de curiosos sin fe,
así que decidió no prolongar mas el momento. A veces necesitamos evitar personas
que no nos ayuda en nuestra fe, es tan difícil poder avanzar cuando quienes nos
rodean ven todo negativo continuamente, al grado que hasta nuestra propia fe comienza
a debilitarse.
Jesús
ora para que el espíritu salga, pero también para que no vuelva a entrar, en
ocasiones no es suficiente salir de alguna dificultad con la ayuda de Dios sino
es también importante procurar no volvernos a meter en el mismo problema después.
Cuando
él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no
pudimos echarle fuera? 29 Y les dijo: Este género
con nada puede salir, sino con oración y ayuno. Marcos 9.28-29
El muchacho
finalmente está sano y con su padre, pero ahora los discípulos tienen una duda importante,
¿Por qué no pudieron echar fuera el espíritu? Jesús les dice que estos casos
requieren de una vida de oración.
Hacemos
un paréntesis (En los mejores manuscritos no aparece la palabra ayuno por lo
que se entiende que la palabra fue agregada con el tiempo, algunos cristianos
tienen complicaciones con algunas versiones porque ciertas palabras no aparecen, pero
se debe principalmente a que algunas versiones se apegan a los mejores
manuscritos)
Aunque
la palabra ayuno no aparece en los mejores manuscritos, sabemos que es muy
importante tanto la oración como el ayuno en la vida de los creyentes, la mayoría
cree que la palabra genero se refiere a espíritu, algunos otros creen que el
verdadero problema de esta historia fue la incredulidad, sea cual sea si
queremos tener la victoria en nuestras vidas necesitamos fortalecer la fe a través
de una vida entregada a la oración.
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