Durante este mes hemos estado hablando de las
resoluciones que necesitamos tomar a principios de este año si deseamos tener
un buen fin de año. Así que las bases por las que debemos empezar es primero
cambiando nuestros pensamientos lo que vimos en el primer domingo, también
necesitamos hacer elecciones correctas como Moisés lo hizo y cambiar nuestros
hábitos pero todo esto no es suficiente si no tomamos las resoluciones
correctas en nuestra vida espiritual.
Amado, yo deseo que tú seas
prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3
Juan 2
Nuestra vida espiritual tiene un efecto especial en nuestra
vida natural. La biblia nos dice que cuando procuramos el crecimiento de
nuestra vida espiritual podremos ver respuesta en nuestra vida natural.
Busquen el reino de Dios por encima
de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.
Mateo 6.33
La biblia dice: Todo
lo que necesiten... Claro que esto no significa todo lo que se les antoje,
sino es una promesa de proveer en la necesidad, en los versículos anteriores
Jesús habla de las aves que Dios as alimenta y las flores que Dios las viste,
enseñándonos que no debemos preocuparnos por ese tipo de necesidades. Esta es
una gran promesa que recibiremos si tan sólo buscamos a Dios. La provisión a
nuestras necesidades es el resultado de nuestra búsqueda del Reino de Dios y su
justicia.
También Deuteronomio 28 habla de las bendiciones que
nos alcanzaran si obedecemos los mandamientos de Dios. Por lo que entendemos
que la Biblia nos enseña que una clave para la prosperidad, provisión y
bendiciones es la búsqueda de Dios
Ahora por otro lado si la búsqueda de Dios nos dará la
bendición, debemos aceptar que el rechazo a Dios, nos traerá como resultado el
fracaso. En específico el pecado.
¡Escuchen!
El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos, ni su oído
demasiado sordo para no oír su clamor. 2 Son sus pecados
los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y ya no
los escuchará. Isaías 59.1-2
El pecado
ha sido siempre el principal obstáculo en la vida del creyente. Por lo
que el día de hoy veremos cómo podemos
enfrentar el pecado y triunfar este año.
PRIMERAMENTE DEBEMOS
RECONOCER QUE HEMOS PECADO
Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo deja, recibe el perdón. Proverbios 28.13 TLA
El mundo sería diferente si tan sólo los hombres
reconocieran que han hecho mal. Piense en la gran cantidad de conflictos que se
resolverían con que sólo uno de los cónyuges dijera me equivoqué o yo tuve la
culpa, pero el problema principal de las personas es que nos cuesta trabajo
aceptar que hicimos mal, nunca vamos aprender si nunca admitimos que nos
equivocamos, el aprendizaje viene de los errores, pero ¿Cómo puedes aprender de
algo que crees hiciste bien?
Por eso si queremos arreglar algo empecemos por
aceptar nuestra culpa, ¿para qué nos engañamos? Aprendamos a ser sinceros con
los demás y con nosotros mismos.
Dejemos de buscar culpables, lo traemos en la sangre,
desde que somos pequeños evadimos nuestra responsabilidad y culpamos a alguien
de algo que hicimos por temor a la corrección y así nos acostumbramos. Desde os
orígenes del hombre se buscaron culpables el hombre culpó a la mujer y la mujer
a la serpiente. Y así el hombre culpa a todos gobiernos, clima, padres,
cónyuges etc., pero no tiene la madurez para aceptar su propia culpa.
La biblia dice que si insistimos en ocultar nuestro
pecado no podremos prosperar, debemos romper con el orgullo y nuestro egoísmo
porque tenemos miedo a las personas sobre que van a decir. Nadie es perfecto y
no tenemos por qué aparentar que lo somos.
SEGUNDO DEBEMOS BUSCAR
EL CAMBIO
Muchas veces hemos hablado del cambio pero por lo
regular no pensamos en este tipo de cambio, un cambio real, interno y
transformador. Este cambio se llama arrepentimiento.
Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar. Isaías 55.7 LBLA
El arrepentimiento en la biblia es cambiar de
mentalidad y cambiar de dirección, para que haya un cambio externo debe haber
uno interno, es decir debe cambiar nuestra mentalidad sobre lo que estamos
haciendo, cuando reconocemos que lo que hacemos está mal, tomamos la decisión
de no seguir haciéndolo. También es cambiar de dirección, por eso dice la
biblia vuélvase, es como el hijo que se va de casa y decide volverse.
Por supuesto esto como toda transformación o
resolución que tomamos no será sencillo, el arrepentimiento es la clave de
nuestra bendición y por lo tanto el enemigo tratará de impedírnoslo. Por lo que
muchos tendrán una batalla con el arrepentimiento, primero no queriendo
reconocer pero después con el tormento del recuerdo, el tormento no permitirá
la libertad real, porque manipula el sentimiento. Así que muchos viven pensando
¿Por qué hice esto? Ojalá no lo hubiera hecho etc., y ese tipo de pensamientos
controla su futuro porque no hay una libertad total. Vivir pensando en lo que
hicimos no cambiará nada, necesitamos enfocarnos en el futuro.
Hermanos,
yo mismo no considero haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y
extendiéndome a lo que estádelante, 14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3.13-14
El pasado no debe controlar nuestras vidas, no se
trata de donde hemos estado sino de donde estaremos.
Cambiar de mentalidad incluye cambiar la opinión de
uno mismo. Mientras sigamos definiéndonos por nuestros pecados no podremos
dejarlos atrás, mientras alguien siga diciendo soy un fracaso, nunca voy a
cambiar, no tengo perdón de Dios etc.,
10 La
tristeza que Dios busca es la que produce un cambio de corazón y de vida. Ese
cambio lleva a la salvación y por ello no hay que lamentarse. En cambio, la
tristeza del mundo lleva a la muerte. 2 Corintios 7.10 PDT
La biblia dice que hay dos clases de tristezas, la que nos
lleva al cambio y la del mundo. Debemos aprender a definir que tristeza estamos
teniendo porque la que es según Dios nos llevara al cambio pero la del mundo es
destructiva, consume, deprime, desmoraliza.
Nadie crece y aprende en un entorno depresivo, la depresión
no ayuda, la depresión es devastadora porque se alimenta de la autocompasión y
la autocompasión no nos ayudará.
TERCERO DEBEMOS CONFIAR EN DIOS.
28 Y sabemos
que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son
llamados conforme a su propósito.
Romanos 8.28
El pecado hace desastres en nuestra vida, destruye familias,
derrumba economías, trae enfermedades (no todas). Pareciera que no hay forma de
resolver nuestra vida, ¿Cómo le hará Dios para darnos una vida completamente
opuesta a la que hemos construido con el pecado? ¿Cómo va reparar todo lo que
ya hicimos mal? ¿Saldrá algo bueno después de todo? De eso se trata este punto
de confiar en el gran propósito y amor de Dios.
Debemos crecer en fe y comenzar a ver el plan de Dios en
nuestras vidas, si nosotros nos arrepentimos en verdad, en verdad, en verdad,
Dios es poderoso para cambiar nuestro futuro. Al principio decíamos que
buscamos culpables, cuando crecemos en fe, dejamos de buscar culpables, ¿Quién
es el culpable de lo que estoy viviendo? En realidad no importa si fue el
diablo o fueron otras personas o si yo mismo lo hice, Dios es poderoso para
transformar mi realidad, pero si realmente tengo un sincero arrepentimiento y
no sólo aparento estar arrepentido.
Si este año queremos ver la victoria necesitamos experimentar
un arrepentimiento del pecado que nos ha estado estorbando y del que no nos
hacíamos responsables.
Examíname,
oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. 24 Fíjate
si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno. Salmo 139.23-24
La determinación más grande que debes tomar es la
limpieza de tus pecados, puedes hacer todo tipo de panes y hábitos para tener
un gran año, pero el pecado será tu caballo de troya que en algún momento
derribará todo lo que logres.
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