«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz
a los que gozan de su buena voluntad». Lucas 2.14
Creo que
una de las promesas más especiales de la Navidad es la paz, si hay algo que
desean las personas es vivir en paz, la semana pasada hablamos de la promesa de esperanza y es bueno tener la esperanza en Dios que nos inspira a seguir viviendo, pero hay ocasiones en que si no tenemos paz es difícil hallar la esperanza.
El mundo
quiere paz, las personas en el país quieren paz, las familias desean paz, si
hay una promesa que debemos apropiarnos este día, es la promesa de paz.
Les dejo un regalo: paz en la mente y en el
corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no
se angustien ni tengan miedo. Juan 14.27 NTV
El mejor regalo que podemos recibir esta
navidad es el regalo de paz, es increíble que en un tiempo complicado para
Israel como lo fue la época en la que nació Jesús, las personas encontraron paz
para sus vidas. En medio de persecuciones, opresión y miedos, aprendieron a
encontrar paz, veamos que los condujo a la paz.
OBSERVA DESDE LA PERSPECTIVA DIVINA
Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan
cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de
Su herencia en los santos, Efesios 1:18 NBLH
A veces cuando
vivimos circunstancias difíciles perdemos nuestro enfoque, se nos nubla el
entendimiento y comenzamos a perder nuestra ruta, en ocasiones incluso se
pierde el control, vemos todo imposible, sin esperanza y no sabemos qué hacer.
Es en esos momentos que necesitamos ver las cosas a través de la perspectiva de
Dios.
Dios no ve las
cosas como nosotros, y cuando aprendemos a ver las cosas como Él las ve nos
dará la paz que necesitamos, sus caminos no son nuestros caminos, ni sus
pensamientos como nuestros pensamientos, cuando comenzamos a ver como él ve
somos transformados, porque comenzamos a vernos como Él nos ve y no como
nosotros nos vemos, nuestras relaciones cambian porque vemos a los demás como
Dios los ve y no como nosotros queremos, incluso vemos a Dios diferente de cómo
nos enseñaron a verlo.
Hubo quienes en el tiempo del nacimiento
de Jesús tuvieron paz cuando vino sobre ellos un tiempo de claridad.
José tenía miedo de tomar a María, pero
Dios le mostró lo que estaba sucediendo en ella. Su visión cambio y sus
decisiones también.
Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en
sueños un ángel del Señor, diciéndole: “José, hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu
Santo. Mateo 1.20
Un día los sabios vieron algo diferente
en las estrellas mientras observaban.
Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que
ha nacido? Porque su estrella hemos visto en
el oriente, y venimos a adorarle. Mateo 2.2
Para María era difícil entender cómo es
que tendría un bebé si ni siquiera se había casado pero el Señor le ayudó a ver
con claridad.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?
pues no conozco varón Lucas 1.34
Los pastores tuvieron miedo pero después
de escuchar al ángel se sintieron motivados.
Y quisieron ver lo que sucedía.
Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos
al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y
veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Lucas 2.15
Necesitamos que nuestros corazones sean
iluminados para ver las cosas como Dios las ve, de otra manera no podremos tener paz.
ACEPTA CON HUMILDAD EL PLAN DIVINO
38 —Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—.
Que él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó. Lucas 1.38
A veces
no hemos encontrado la paz porque no hemos aprendido a aceptar la
voluntad de Dios, muchas veces vivimos luchando con sus planes, “aceptándolos”
de mala gana, con un ya que, decimos
aceptar su voluntad pero solo externamente porque internamente no estamos
contentos con lo que sabemos que Dios quiere que hagamos, como Jonás, nos
escondemos y huimos del propósito aunque sabemos que es lo que Dios quiere,
pero simplemente no estamos de acuerdo, aunque muchas veces le hemos dicho al
Señor ¡HABLAME! en realidad cuando nos habla, hacemos como que no entendemos.
Cuando el ángel hablaba con María ella
cuestionó pero el ángel le ayudaba a despejar sus dudad, hasta que vio que ella
entendía el propósito, dice la Biblia con
esto el ángel la dejo, que percibió en ella para saber que podía retirarse.
Vio humildad. …Aquí tienes a la sierva… del Señor. María se sometió
voluntariamente, puso su vida al servicio de Dios.
Vio disposición. …Que él haga… cedió su voluntad, dejó que Dios obrara, es cuando
aceptamos la voluntad de Dios.
Debemos dejar de luchar con el propósito
de Dios, entregarnos completamente, rendirnos a él, aceptar sus planes y
propósitos en nuestra vida, cuando dejemos de luchar encontraremos paz.
CREE DE TODO CORAZÓN
45 El Señor te bendecirá porque creíste que
sucedería lo que él te dijo. Lucas 1.45 PDT
Sin duda, una de las claves para
encontrar paz es creer, muchas veces no tenemos paz porque nuestra fe es débil,
dudamos que Dios pueda realizar algo especial en nuestras vidas, vemos muy
difícil que nuestras circunstancias puedan cambiar, así que decidimos tomar las
riendas de nuestras vidas.
Dios hace lo que esperamos que el haga
en nuestras vidas. Esto es el factor de la fe. Para que nuestra fe se active
tenemos que ir a Él, si queremos paz debemos ir a la fuente de la paz.
Él quiere
darnos paz, pero debemos creer que él realmente puede dárnosla.
“Vengan a mí, todos ustedes que están cansados
y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28 NVI).
Cuando seamos capaces de entender lo que
significa este versículo, encontraremos la fuente de la paz. El cansancio que
Jesús quiere aliviar en nuestras vidas es mucho más que un alivio físico, él
descanso que Él quiere darnos es del alma, la palabra que describe un descanso
del alma es PAZ. La paz es descanso, cuando recibimos la paz del Señor descansa
nuestra mente, descansa nuestra alma. Muchas veces la fatiga, el estrés, el agotamiento que interpretamos
como físico en realidad es de nuestra alma. Si nuestra ama encuentra paz
nuestro cuerpo tendrá nuevamente la disposición para funcionar, a veces lo que nos
agobia es simplemente un pensamiento que nos aflige.
La llegada de nuestro salvador al mundo
vino acompañada de una promesa de paz, esta promesa se hace efectiva en
nuestras vidas cuando comenzamos a ver con la mirada celestial, cuando dejamos
de luchar y aceptamos el plan divino, y cuando creemos de todo corazón que él
puede aliviar nuestras vidas.
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