LUCHAS EN EL CAMINO HACIA LA BENDICIÓN

Continuamos con nuestra serie SI FUERE DIOS CONMIGO (véase el tema anterior factores que te llevan a la bendición)  en la que estamos hablando sobre la vida de Jacob  y su camino hacia la bendición después de haber hecho la oración si fuere Dios conmigo, hubo una serie de circunstancias que llevaron a Jacob a alcanzar la bendición.

John Maxwell dice: “Es imposible triunfar sin sufrir. Si tiene éxito y no ha sufrido, es que alguien ha sufrido por usted; y si está sufriendo sin tener éxito, tal vez alguien tendrá éxito por usted. Pero no hay éxito sin sufrimiento”

Así que en nuestro camino hacia la bendición tenemos que aceptar el hecho de que habrá luchas. Sin las luchas no podemos aprender, sin el aprendizaje no hay experiencia, sin experiencia no hay madurez y la madurez trae crecimiento.

A veces no reflexionamos detenidamente sobre las lecciones que la biblia nos da, cuando se habla de bendición y como Jacob fue bendecido no visualizamos todas las circunstancias, pensamos en la bendición del primogénito y la queremos, pero el recibir la bendición no significa que las cosas serán fáciles. 

Como algunos saben Jacob es conocido también por haber luchado con el ángel y recibir una bendición muy especial, pero esa no fue su única lucha en la vida de Jacob, en la historia de Jacob podemos encontrar tres luchas a las que nos enfrentamos cuando queremos lograr algo grande

LA LUCHA POR ACEPTAR LO QUE NO QUIERES

Cuando el Señor vio que Lea no era amada, le concedió hijos. Mientras tanto, Raquel permaneció estéril. ³² Lea quedó embarazada y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: «El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí me amará mi esposo». ³³ Lea volvió a quedar embarazada y dio a luz otro hijo, al que llamó Simeón, porque dijo: «Llegó a oídos del Señor que no soy amada, y por eso me dio también este hijo». ³⁴ Luego quedó embarazada de nuevo y dio a luz un tercer hijo, al que llamó Leví, porque dijo: «Ahora sí me amará mi esposo, porque le he dado tres hijos». ³⁵ Lea volvió a quedar embarazada, y dio a luz un cuarto hijo, al que llamó Judá porque dijo: «Esta vez alabaré al Señor». Después de esto, dejó de dar a luz. Génesis 29.31-35

Como ya sabemos Jacob recibió a Lea como esposa pero él no la quería, Lea representaba siete años extra de esfuerzo que Jacob no había contemplado, durante siete años trabajó si haber logrado nada materialmente y cuando ya llegaba el momento de poder trabajar y comenzar a recibir ganancias resulta que tiene que trabajar otros siete años más.

A donde tú no quieres

No siempre estaremos donde queremos, a veces lo que queremos no es lo que nos conviene, si Dios tiene un propósito con nuestra vida nos llevará a cumplirlo a aunque a veces tenga que ser un poco obligados, pero cuando Dios tiene un plan para ti no dejará que lo desperdicies. 

De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir. Juan 21.18

 No menosprecies lo que Dios usará

Zacarías 4.10 dice Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegraran, y verán la plomada en la mano de Zorobabel.

No podemos menospreciar algo si no nos hemos detenido a pensar si hay un plan de Dios detrás de esto.

¿Acaso de allí puede salir algo bueno? (Juan1.46) es lo que dijo Natanael a Felipe cuando le dijo que Jesús era nazareno.

Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande Job 8.7

Nos estancamos en lo que no está dando fruto y abandonamos lo que está produciendo.

Muchas veces nos deslumbramos con Raquel que no le ponemos atención a Lea que está dando fruto, hay trabajos donde las personas se desgastan y no se dan cuenta que no va a producir pero se niegan a dejarlo se sienten bien allí. Luchar por algo que quieres no está mal, el problema es que el sentido común tiene que decirte que por lo pronto comiences a ver en otras direcciones y te des cuenta que puedes crecer en otras áreas.

Sin duda de Lea vino una gran bendición para Jacob que él no podía ver en ese momento, nada más y nada menos que el linaje de los reyes (Judá) y sacerdotes (Leví).

LA LUCHA CONTRA LA ESTERILIDAD

Cuando Raquel se dio cuenta de que no le podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y le dijo a Jacob: ― ¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero! ² Pero Jacob se enojó muchísimo con ella y le dijo: ― ¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es él quien te ha hecho estéril! Génesis 30.1-2

La esterilidad puede producir envidia

Cuando Raquel se dio cuenta de que no le podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana…

Como todos los males de este mundo en algún momento somos tentados por la envidia, y por supuesto que mejor momento para sentirnos tentados que cuando en nuestra vida no está pasando nada. Creo que vivimos uno de  los tiempos donde más personas llegan a tener sentimientos de envidia, porque la envidia nace de lo que vemos en los demás y por supuesto las redes sociales nos permiten acceder libremente a la vida de otros, y es muy difícil para muchos evitar la comparación.

La esterilidad puede producir frustración.

…y le dijo a Jacob: ― ¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero!..

“Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.” Isaías 26:3 (NVI)

Todos en algún momento hemos conocido el amargo sentimiento de frustración, muchas veces nos hemos sentido impotentes ante una situación que simplemente no avanza. Pero es entonces cuando debemos retomar nuestra fe y reflexionar sobre el camino por el que Dios nos ha llevado. Para poder enfrentar la frustración  debemos primeramente preguntarnos si la situación actual la hemos provocado o simplemente es una situación normal de la vida, a veces nos castigamos a nosotros mismos por algo que no causamos.

Debemos detenernos y pensar si esta situación puede enseñarnos algo.

Tal vez no podamos dar gracias por una mala situación pero si podemos agradecer a Dios en medio de las malas situaciones

La esterilidad puede afectar nuestra fe

² Pero Jacob se enojó muchísimo con ella y le dijo: ― ¿Acaso crees que soy Dios? ¡Es él quien te ha hecho estéril!..

En un momento difícil buscaremos responsables, por lo que debemos cuidar que nuestra fe no falle. Por supuesto que Jacob no era Dios pero si podía clamar a Dios.

Y oró Isaac al SEÑOR en favor de su mujer, porque ella era estéril; y lo escuchó el SEÑOR, y Rebeca su mujer concibió. Génesis 25.21

En lugar de tomar el camino de su padre Jacob decidió tomar el rumbo de su abuelo teniendo hijos de las sirvientas de su esposa.

3.       LA LUCHA CON EL SILENCIO DE DIOS

² Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. ²³ Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; ²⁴ y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo. Génesis 30.22-24

En temas pasados hemos hablado sobre las veces en las que creemos que Dios se ha olvidado de nosotros, especialmente en los tiempos más difíciles. ¿Cuántos años pasaron para que llegara José? Para entonces ya habían nacido diez hermanos y una hermana. Durante todo este tiempo sin duda parecería que Dios se ha olvidado.

Pero entonces la biblia dice “se acordó” ¿Acaso Dios tiene necesidad de recordar las cosas? Por supuesto que no se trata de un problema de memoria sino de una expresión que en la biblia indica que Dios tiene un plan que debe ser llevado acabo. Siempre que Dios se acuerda es porque hay un pacto que cumplir y una acción poderosa que realizar. En este caso hay un pacto sobre la descendencia de los hijos de Jacob

¹⁴ Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. Génesis 28.14

Cuando vivimos tiempos de silencio nosotros si somos los que debemos recordar en nuestra mente que Dios es fiel a sus promesas ¿Qué promesa tienes de parte de Dios en tu vida que crees que Dios no puede dejar de cumplir? no importa cuánto tiempo este pasando Dios se acordará de ti.

Tema siguiente de la serie. Emociones en el camino a la bendición