Serie:
Extendiendo los limites
Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta;
pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me
concentro en lo que me falta por recorrer. 14 Así que sigo
adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir
por medio de Jesucristo. Filipenses 3.13-14
Durante este mes estamos
promoviendo el nacimiento de nuevas misiones o grupos, cualquiera de los dos
casos serán para el desarrollo de la iglesia, ya sea para crecer localmente o
para extendernos a nuevos campos. Pero para esto debemos aprender a trabajar
con metas, muchas veces no nos funcionan los trabajos porque se llevan a cabo
con el pensamiento de “a ver si resulta” creo que Dios nos está moviendo a una
nueva experiencia, “el fijado de metas” por lo que queremos establecer
como meta que este mes abramos un grupo
de extensión nuevo.
Para esto tengamos en
cuenta que una meta tiene ciertas características que la definen.
Primero debemos ser
específicos en lo que queremos lograr, muchas veces las personas no logran sus
metas porque simplemente usan las palabras “mas” “menos” quiero ser más
comprometido; quiero tomar menos refresco; quiero buscas más a Dios; quiero
pecar menos etc., pero nada de eso se puede medir y es muy difícil poder
evaluarlo.
Otro punto sobre las
metas es ser realistas, no estamos diciendo que vamos a tener diez grupos este
mes, sino que queremos abrir uno nuevo. Las metas son alcanzables, son aquellas
que sabes que lograras si haces un esfuerzo normal.
Además debemos aprender
que las metas son personales, es decir no puedes fijar metas para los demás,
porque no tienes control sobre ellos, las metas se forman en el corazón,
ponerle metas a los demás no es otra cosa más que obligarlos.
Finalmente las metas
deben tener una fecha, piense ¿Qué atleta corre sin saber cuándo llegará a la meta?
Si no sabe cuándo ¿para que corre? Posiblemente hace muchos esfuerzos y la meta
está cerca o su esfuerzo no es suficiente porque la meta está muy lejos.
Por otro lado debemos
considerar que para llegar a la meta habrá circunstancias que nos limitaran en
nuestra carrera. Veamos que tratará de
limitarnos en nuestra carrera.
¿De qué limites nos habla el Apóstol Pablo en este pasaje?
I.
UNA
MENTALIDAD CONFORMISTA
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado…
Una
meta que detiene tu verdadera meta.
¿Cuál es la meta? Se ha dado cuenta que muchas personas trabajan por
lograr un objetivo pero en ese momento se detienen y ya no siguen. Trabajaron
demasiado por alcanzar ese algo pero ahora quieren simplemente sentarse y
olvidarse de la vida. Un hombre trató de conquistar a una mujer, hizo
sacrificios, inversiones, superó obstáculos etc., pero cuando se casó
simplemente se detuvo ahora no hace nada ni inversiones ni esfuerzos, por su
hogar la meta detuvo su verdadera meta. Un joven luchó por una carrera, trabajó
se desveló, invirtió, pero ahora que la tiene se detuvo, quiere tomarse un año
para relajarse. La meta lo detuvo en su verdadera meta. Muchas veces las
personas logran ciertos objetivos que les dan cierta satisfacción pero que los
hacen detenerse y olvidarse de la verdadera meta de la vida.
No desaceleres
En una ocasión vi una
carrera donde un hombre iba delante del grupo y cuando creía que estaba cerca
de la meta se comenzó a confiar, empezó a festejar pero no estaba cerca de la
meta y había desacelerado por lo que lo alcanzaron y lo rebasaron.
Muchas veces creemos que
estamos en el punto máximo, y comenzamos a desacelerar nuestra vida, comenzamos
a compadecernos diciendo ya hice demasiado, ya queremos solamente recompensas,
mentalidad de “ya mejor llévame diosito”, pero ni siquiera hemos llegado a la meta,
no es tiempo de desacelerar, aún nos falta por llegar por lo que en lugar de
relajarnos debemos acelerar con más fuerza,
no es tiempo de relax, es tiempo de darlo todo.
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo
de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida,
pues no soy yo mejor que mis padres. 1 reyes 19.4 (ver versículos
14-18)
II.
UNA
MENTALIDAD HERIDA
Pero una cosa hago: olvidando ciertamente
lo que queda atrás…
Decide olvidar
A veces he visto a los corredores como fijan su vista en la meta y que
no miran hacia atrás para ver a que distancia vienen los otros corredores. En
la carrera de nuestra vida muchas veces el pasado no nos ayuda, sobre todo
cuando alimentamos el pasado doloroso.
El pasado ha creado fuertes ataduras en las vidas de algunas personas, a
veces creen que ya las superaron que no les están afectado pero eso no es
verdad, las reacciones presentes demuestran que siguen atados al pasado. El
pasado se vuelve un lastre poderoso que detiene tus pasos, aparentemente vas
avanzando pero no al ritmo que deberías.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor
nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que
nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Hebreos 12.1
Siempre hay nuevos comienzos con Dios
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2
Corintios 5.17
Un problema frecuente con nosotros es que nos cuesta trabajo empezar de
nuevo, nos desmoralizamos rápidamente, pocos son los que logran tener éxito en
la vida y por lo regular son aquellos que decidieron volver a intentarlo.
Grande
es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. Lamentaciones 3.23 NTV
¿Tiene una idea de cuantas veces aparece la palabra nuevo en la Biblia?
En muchas ocasiones Dios trajo nuevos cambios a una vida o a una nación. Cada
día es una oportunidad para volver a comenzar, Dios no se rindió con nosotros
creyó que podía darnos una nueva vida a través de su hijo.
III.- UNA MENTALIDAD PEQUEÑA.
Así que
sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a
recibir por medio de Jesucristo.
Otro de los límites en nuestra vida es nuestra
mentalidad pequeña, nos conformamos con cualquier lugar, pero no aspiramos al
primer lugar. Vivimos del aunque sea.
Que tan
grande es tu Dios
Rick Warren dice:
El tamaño de tu Dios debería determinar el tamaño de tu meta.
¿Alguna vez ha intentado algo más allá de sus fuerzas? ¿Algo en fe? Si
nunca hemos intentado algo que sabemos
que humanamente no podemos entonces no hemos creído completamente en Dios.
“Dios
tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos
imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!” Efesios 3:20 (TLA)
“Pídeme, y como herencia te
entregaré las naciones; ¡Tuyos serán los confines de la tierra!” Salmo
8:2 (NVI)
Lo interesante es que
estas limitaciones no son externas sino internas tienen que ver con nuestros
pensamientos que nosotros creamos, muchos pensamientos nos obstaculizan porque
son suposiciones, imaginaciones, sospechas, sugestiones, imagínese si
pudiéramos quitar todas las barreras que creamos con nuestra mente
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