Durante
este mes estamos llevando a cabo una campaña de oración y la estamos
acompañando de actividades especiales, como un día de arrepentimiento
colectivo, una semana de intercesión y esta semana también tendremos una
actividad muy especial.
Hace un
tiempo hubo un texto bíblico que tomo fuerza en el lenguaje de las iglesias fue
Josué 1.3.
Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen
sus pies. Josué 1:3
El problema
como en toda revelación es que algunos terminan degenerando el mensaje bíblico
y había quienes querían pisar desde autos último modelo hasta personas. Creando
una mentalidad de “me gusta, lo piso, es mío” como las declaraciones actuales
en internet.
Dios dice
“tal como le prometí a Moisés” por lo que el
versículo de Josué es una referencia a Deuteronomio 11 donde haciendo un
análisis más cuidadoso nos muestra bajo qué condiciones descansa la promesa.
»Si ustedes obedecen todos estos mandamientos que
les doy, y aman al Señor su Dios,
y siguen por todos sus caminos y le son fieles, 23 entonces
el Señor expulsará
del territorio de ustedes a todas esas naciones. Así podrán desposeerlas,
aunque sean más grandes y más fuertes que ustedes. (22-23)
Las
condiciones son:
- · Obediencia a los mandamientos.
- · Amor a Dios.
- · Practicando el estilo de vida que agrada a Dios.
- · Fidelidad.
Dentro de
la promesa de tomar pueblos más grandes y
más fuertes (v.23) un claro ejemplo es la batalla de Jericó. En la batalla
contra Jericó no solamente vemos una extraordinaria victoria sino una lección
sobre la conquista de la promesa de Dios.
Veamos
tres principios sobre la conquista de la promesa de Dios
1. PARA TOMAR UNA PROMESA DEBES ESTAR SEGURO QUE
DIOS TE LA HA DADO
Hay un
factor clave en la toma de una promesa y es la convicción. No se trata de ir
tomando las cosas que quiero como un niño caprichoso sino de entender que es lo
que Dios me está entregando. Josué no fue a conquistar tierras que Dios no le
había dado sino aquella en especial la
de la promesa.
Para esto
debes hacerte las siguientes preguntas ¿Qué promesa de Dios tengo? ¿De qué
estoy convencido que Dios me ha entregado?
No hay nada imposible para Dios.
A veces aunque
tengamos cierta certeza de que Dios nos ha entregado algo en el proceso comenzamos
a tener ciertas dudas, en algún momento nos preguntamos si estamos haciendo lo
correcto o si debemos seguir avanzando puede ser que sólo estamos perdiendo el
tiempo en algo que jamás lograremos.
1Ahora, Jericó estaba cerrada, bien
cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Josué 6:1
Como sabemos Jericó representaba un verdadero desafío para el pueblo de
Israel, no habían enfrentado una ciudad fortificada. En la antigüedad una
ciudad amurallada no era fácil de conquistar, no había forma de atacar desde el
cielo (aunque del cielo vino el
verdadero ataque) los hijos de Israel no tenían oportunidad frente a esta
ciudad. Esto hace que la conquista de ella sea un verdadero milagro de Dios.
La fe es clave para la victoria
Mas Jehová
dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus
varones de guerra. Josué 6.2
La fe
descansa en las palabras que Dios ha pronunciado. ¿Qué promesas de Dios has
encontrado en la Biblia? Josué sabía que
conquistar la ciudad sería imposible, tenía que apoyarse en la promesa de Dios.
Muchos
creen que pueden declarar y decretar sobre sus vidas, pero sus deseos carecen
de la Palabra de Dios que activa la verdadera fe. Creer por creer no es fe
verdadera.
2. PARA TOMAR UNA PROMESA DEBES ASUMIR LA ACTITUD
CORRECTA
Muchos
solamente ven la historia del pueblo dando vueltas alrededor la ciudad y que
después los muros cayeron. Pero pocas veces vemos lo que sucedió antes, muchas
victorias no suceden simplemente porque si,
sino son el resultado de una vida dedicada hacia una meta.
Antes de
tomar la ciudad Josué preparó al pueblo en los capítulos anteriores,
Una vida
de santidad 5Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana
maravillas entre vosotros. Josué 3.5
Un
compromiso con las generaciones 20Y Josué erigió en Gilgal las
doce piedras que habían traído del Jordán Josué 4.20
Una vida libre del pasado Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de
vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado
Gilgal, hasta hoy. Josué 5.9
3.
PARA
TOMAR UNA PROMESA DEBES APEGARTE AL PLAN DE DIOS
Vea el final que Dios ya le habló.
Y cuando toquen
prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina,
todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces
subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Josué 6-5
Como ya hemos dicho antes Dios te habla del final de lo que harás.
Cuando ya conoces el final puedes
avanzar tranquilo, no tienes que temer en el proceso si crees en el final que
Dios ya te ha mostrado. Dios le mostró a Josué ese final.
¿Has visto el final de lo que estás haciendo? O sientes que avanzas a lo
desconocido.
6 Así
que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al
aire. 1 Corintios 9.26
Saber que estás haciendo lo que Dios te ha mostrado, te lleva
a vivir un con un propósito y como consecuencia puedes visualizar el
final.
Siga en el plan aunque no vea resultados
Así que él hizo que el arca de
Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento,
y allí pasaron la noche. Josué 6. 11
14Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo
día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días.
Josué 6.14
¿Puede imaginarse al pueblo dando vueltas y viendo que nada sucedía? Eso
era caminar con fe. Ellos sabían que todo sucedería a la séptima vuelta del
séptimo día. A veces nos cuesta apegarnos al plan de Dios porque a nuestro
parecer nada está ocurriendo. Pero ahora ¿Puede imaginarse a los de Jericó
viendo a Israel dar las vueltas? Estaban sumergidos en pánico, si los muros no
hubieran caído posiblemente ellos mismos se hubieran rendido.
Camina con el plan de Dios en tu vida, haz aquello que crees que Dios te
ha dicho que hagas. Muchas veces abandonamos el plan de Dios porque comenzamos
a perder la convicción de lo que Él nos ha mandado a hacer, comenzamos a dar
vueltas en círculos sin sentido ni propósito.
En esta historia encontramos tres verdades claves para conquistar:
primero debes estar seguro que Dios te ha dado una promesa, segundo la promesa
no ocurrirá a menos que tengas la actitud correcta y tercero debes apegarte al
plan de Dios para tomarla.
Como pastores esto es algo que debemos tener presente. Primero debo
estar convencido de estar el lugar
correcto con las personas correctas y
que Dios me ha entregado la ciudad. Segundo debo tener la actitud correcta no
puedo esperar que ocurran cosas extraordinarias sino estoy dispuesto a vivir
una vida extraordinaria y tercero debo tener un plan de Dios para mi tomar la
ciudad. Si no tengo estos tres principios terminare dando vueltas sin fin y
nunca veré verdaderos resultados en mi vida y en la iglesia.
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