Siempre
que Dios llama a alguien es porque había un propósito muy grande detrás de
esto, cuando llamó a Moisés era para liberar a Israel, cuando llamó a Jonás era
para advertir a Nínive, cuando llamo a Sansón fue para liberar a Israel de los
filisteos. Inmediatamente después del llamado viene la acción, Dios no nos
llama para quedarnos pasivos sabiendo que tenemos un llamado, Dios nos llama
porque espera que podamos cumplir un propósito. Si Dios te está llamando es
porque tiene planes que él cree que tú puedes cumplir.
En
esta ocasión hablaremos sobre un llamado muy especial que la Biblia nos
describe, el llamado de Samuel. La historia descrita en el libro Samuel es
parecida a la historia que vive la iglesia actualmente, por lo que creo que
muchos hoy están siendo llamados como Samuel. Samuel recibió un llamado a
renovar, la época de los jueces no había sido muy efectiva, Israel vivía un
ciclo interminable donde pecaban, Dios los castigaba, se arrepentían, Dios les
enviaba un juez para que los salvara, el juez moría y ellos volvían a pecar.
Israel necesitaba más que un nuevo juez, necesitaba un profeta que los guiara
con en tiempos pasados. El problema era que los hombres que servían en la casa
de Dios eran un desastre. Había una gran necesidad por traer estabilidad
espiritual a su pueblo, pero quienes estaban allí ya no eran capaces ni aptos
para cumplir ese propósito. Por lo que Dios decide hacerle el llamado a Samuel. Él se convertiría en aquel que recuperaría lo perdido en Israel, su vida nos enseña que es lo que Dios está buscando en este tiempo para llamar a hombres y
mujeres a recuperar lo perdido.
I. PARA RECIBIR EL LLAMADO A RENOVAR DEBEMOS TENER CUALIDADES IDÓNEAS.
·
Corazón de siervo. “El
joven Samuel ministraba a Jehová” 1
Samuel 3.1
El
servicio es lo que distingue a todo buen cristiano, la iglesia tiene vida a
través de los ministerios, no hay nada mejor que hacer la tarea para la cual
fuimos dotados por Dios. Aunque Samuel ya servía en la casa de Dios aun no
comenzaba a cumplir su llamado, es por eso que, no se nos dan detalles de su servicio, porque lo
más sobresaliente en la vida de Samuel seria a partir del llamado. Es claro que
Dios tenía un plan con él desde antes, pues Ana lo pidió con el mismo deseo que el Señor tenia de levantar a alguien que ayudara a Israel.
·
Corazón de discípulo. “en presencia de Elí” 1
Samuel 3.1
La
semana pasada decíamos que Pablo tuvo que pasar por el discipulado como todos
los creyentes, aunque el Señor le habló en el camino fueron los discípulos de
Damasco quienes le dijeron lo que debía de hacer (Hechos 9.6), El Señor habla a
los hombres pero es necesario que estos aprendan sobre comunión y relación con
otros creyentes, por lo que Samuel servía en presencia de Elí, y aunque Elí no
estaba actuando correctamente no significaba que Samuel no podía aprender de
él. Un buen servidor aprende de cualquier persona, no importando la situación, muchos
justifican su falta de servicio por culpa de los lideres, pero ¿Es correcto
eso? ¿Es mejor no servir al Señor mientras observamos lo malo de la iglesia?
¿Acaso somos mejores por eso? ¿No estamos cayendo en el mismo error? Cuando tu
verdadero deseo es servir a Dios lo harás sin importar las circunstancias a tu
alrededor. Dios se encargara de guiarte a lo correcto.
·
Falta de palabra.
“la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días”
1 Samuel 3.1
2
Timoteo 4.3 dice que vendría
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarían
maestros conforme a sus propias concupiscencias, creo que es algo que distingue
nuestro tiempo, hoy más que nunca las personas andan buscando cosas que oír,
por donde quiera hay “predicadores” lamentablemente mucho de lo que se dice no
es saludable para la iglesia, pero es lo que les gusta oír, por un lado están
los del mensaje ligero y por el otro los condenadores, y eso atrae personas,
pero muy pocos se centran en dar una palabra que contenga un mensaje para
vivir, que motive al cambio. En un tiempo como este Dios está hablando y espera
que alguien escuche su voz.
·
Falta de visión.
“no había visión con frecuencia” 1 Samuel 3.1
Donde no hay visión, el pueblo se extravía;
¡dichosos los que son obedientes a la ley! Proverbios 29.18
El extravío de los líderes de Israel era evidente
y es claro que el pueblo estaba en la misma condición. Cuando hay visión en una
iglesia dejamos de trabajar forzadamente, cuando no la hay todo es oscuro y sin
sentido, cuando trabajamos con visión cada esfuerzo tiene sentido, cuando se
trabaja sin visión las iglesias viven improvisando, porque no hay un plan ni estrategia.
Es por eso que Dios busca personas claves para
traer visión nueva a su pueblo. Cuando Dios
quiere hacer el llamado a renovar, lo hace especialmente a los jóvenes,
José, David, Daniel, fueron llamados siendo jóvenes, cuando se trata de visión
Dios está interesado en corazones actualizados, los jóvenes pueden aplicar la
palabra de Dios con frescura.
Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños,
y vuestros jóvenes verán visiones.
Joel 2.28
·
Conexión. “Samuel
estaba durmiendo en el templo de Jehová” 1 Samuel 3.3
Una
característica especial de alguien que Dios quiere usar es la cuando están
familiarizados con el trabajo, como Josué con Moisés, Eliseo que no debía
apartarse de Elías, los discípulos que convivieron con Jesús, etc., Samuel
conocía todo sobre el templo podía identificar sus necesidades, es difícil que
alguien que solamente llega los domingos a la iglesia pueda entender el llamado
a renovar. Sin embargo aquellos que están comprometidos, que son frecuentes,
que tienen contacto con la gente, que saben las necesidades serán más sensibles
a ese llamado.
II. PARA RECIBIR EL LLAMADO A RENOVAR DEBEMOS APRENDER A
ESCUCHAR.
Para escuchar la voz de Dios debemos conocerlo. “Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la
palabra de Jehová le había sido revelada” 1 Samuel 3.7
Samuel ministraba al Señor sin
embargo no le conocía, servirle y conocerlos son dos cosas muy distintas, algo
similar a lo que Jesús le dijo a Felipe.
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? Juan 14.9
Mientras no podamos identificar la voz de Dios que nos habla
significa que aún no lo hemos conocido.
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” Juan 10.14
¿Cuántos
hemos tenido la experiencia de Samuel? Cuando Dios nos está hablando pensamos
que es la voz del pastor la que oímos, no tomamos con seriedad la palabra que
se nos comparte en las reuniones, y esa palabra no podrá transformarnos
mientras sigamos creyendo que es el hombre quien nos habla. Creemos que Samuel
se equivocó pero no pensamos en las muchas veces que nosotros nos hemos
equivocado.
La
semana pasada decíamos que Dios nos habla de una o dos maneras, pero el hombre
no entiende (Job 33.14), como Samuel nos
confundimos, a veces Dios te habla a través de circunstancias pero nosotros no
lo vemos a él sino solamente las circunstancias y no entendemos. En otras
ocasiones Dios te hablará al corazón pero posiblemente te confundirás y
pensaras que son solamente tus pensamientos.
Para escuchar la voz de Dios debemos aprender de los
que tienen más experiencia
“Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás:
Habla, Jehová, porque tu siervo oye” 1 Samuel 3.9
Como
hemos dicho Elí estaba fallando pero eso no significaba que Samuel no pudiera
aprender de él, Elí tenía experiencia, era necesario que Elí estuviera cerca de
Samuel cuando Dios le hablo, y que corriera esas tres veces para que Elí
descubriera que Dios quería hablar con
Samuel. Por otro lado ¿Puede imaginar lo que Elí sintió cuando Dios se dirigió
al muchacho y no a él?
Algunos
corazones se vuelven presuntuosos y actúan como si no necesitaran dirección,
pero Dios habla a los corazones humildes.
Para escuchar la voz de Dios debemos despertar
nuestros sentidos
“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras
veces” 1 Samuel 3.10
¿Puede
notar a diferencia cuando hay disposición para escuchar al Señor? Esta cuarta
vez tiene algo nuevo, Samuel dice que el Señor “se paró”, pudo identificar su
presencia de pie, es posible que lo haya visto.
Hace unas semanas decíamos sobre Habacuc que su actitud no
solo seria de escuchar sino de ver.
Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie,
y velaré “para ver” lo que se me
dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Habacuc 2.1
Puede notar también como Dios repite su nombre “¡¡Samuel, Samuel!!” ¿Recuerda la semana pasada? “y cayendo
en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” al parecer los dos llamados tienen
gran importancia.
“Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye”. 1 Samuel
3.10 el comentarista Mathew Henry dice que Samuel no dijo exactamente las palabras que Elí le
dijo, sino omitió decir Jehová, por lo que se piensa que posiblemente había
incertidumbre en Samuel si Dios realmente hablaba o no.
El desconocimiento de Dios puede llevarnos a dudar de su voz
aun cuando realmente la estamos escuchando.
III.
PARA RECIBIR EL LLAMADO A RENOVAR DEBEMOS ACEPTAR SU
VOLUNTAD
“Y Samuel estuvo
acostado hasta la mañana” 1 Samuel 3.15 después de haberle dicho a Samuel la
sentencia sobre Elí, la biblia nos dice que Samuel estuvo acostado es decir no
durmió, lo que había oído lo había dejado profundamente pensativo. Samuel se
había criado con Elí podemos creer que tenía profundo respeto por él, por lo
que la palabra del Señor fue muy fuerte para él.
La voluntad de Dios no debe cambiar nuestra actitud de
servicio. “y abrió las puertas de la casa de Jehová”. 1 Samuel 3.15
Como todos los días Samuel se levantó a servir
con naturalidad, lo que el Señor le había dicho no hizo que cambiara su actitud
hacia Elí y mucho menos a la casa de Dios. Su humildad era extraordinaria a
pesar de ser muy pequeño, Dios sabe a quién revelarle sus secretos, las personas
de nuestro tiempo no tendrían esta característica, al contrario por fama
correrían a hablar de lo que les aconteció, lo publicarían inmediatamente, por
orgullo menospreciarían a Elí, por egoísmo se saldrían del templo y hablarían
mal de él. Dios sabe a quién revelarle sus secretos.
Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. 1 Samuel 3.15 amaba a Elí y sabía que el mensaje
no era bueno para él.
Y Samuel se lo
manifestó todo, sin encubrirle nada, Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que
bien le pareciere. 1 Samuel 1.18
Aun en este
instante Elí con todo y su error le dio una lección de obediencia a Samuel, no
reprocho la voz de Dios y no se molestó con Samuel por ser el instrumento.
Aceptar la voluntad de Dios trae respaldo. “Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no
dejó caer a tierra ninguna de sus palabras”. 1 Samuel 3.19
El sello de este
profeta fue el respaldo de Dios en cada palabra que anunciara, desde muy
pequeño Samuel comprendió que la voluntad de Dios era lo mejor, siempre
resonarían en su mente las palabras de Eli “Jehová
es; haga lo que bien le pareciere”. Muchos desean que Dios les hable pero
pocos se atreven a aceptar su voluntad, si cada acto del Señor va a ser
cuestionado, difícilmente su voz será clara a nuestras vidas.
Y
todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de
Jehová. 1 Samuel 3.20
Aceptar
la voluntad de Dios nos abrirá la puerta a nuevas revelaciones.
21 Y
Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo
por la palabra de Jehová. 1 Samuel 3.21
Dios había encontrado al
hombre a quien declararle sus propósitos, una y dos veces habla Dios a los
hombres pero los hombres no entienden, cuando Dios encuentra alguien entendido
lo utiliza para glorificar su nombre.
Dios
desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún
entendido Que buscara a Dios. Salmos
53.2
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