Serie basada en la carta de Santiago
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Santiago 3.13
Vivimos en un tiempo en el que las
personas más que nunca intentan demostrar sabiduría, pero por lo regular suelen
mostrar sabiduría en su propia opinión
(Proverbios 3.7), Santiago está desafiando a aquellos que “dicen” ser
sabios o entendidos, a mostrar su
sabiduría a través de sus actos, la sabiduría no solo se demuestra a través de
las opiniones sino a través de las acciones u obras, hoy más que nunca
cualquiera puede expresar sus opiniones, pero muchas opiniones quedan sin valor
cuando las acciones de quienes las expresan no van con ellas, cualquiera ahora
es un luchador social, religioso, moral etc., cualquiera hoy se cree sabio en
cualquier tema, muchos opinan sobre el amor pero sus vidas son de continuos
fracasos sentimentales; muchos opinan sobre las dietas pero sus cuerpos nos
dicen lo contrario; muchos opinan sobre Dios pero muy pocos realmente le
conocen; opinar no es problema en este tiempo, basta con escribir unas cuantas
palabras en Facebook, o cualquier otra red social, pero muchos de estos
“luchadores” o “sabios” realmente no muestran nada de lo que escriben. Las
obras siempre hablaran más que mil palabras escritas en un muro. Pero es
necesario, que esas obras sean mostradas a través de verdadera sabiduría. Es por esta razón que
algunas personas en lugar de hacer más amigos en las redes sociales lo que
hacen es distanciarlos, porque no actúan correctamente.
Existe una falsa sabiduría, que
podemos identificar a través de las actitudes de las personas, Santiago dice: Pero si tenéis celos amargos y
contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda
obra perversa. (3.14-16) No podemos negar la lógica que
existe en esta afirmación de Santiago, quien presume de sabiduría pero sus
actitudes son de arrebato, competencia y rencilla, sólo se está engañando así
mismo. ¿En qué sentido la amargura, la mentira, y la contienda son actitudes
sabias? No existe ni un solo grado de verdadera sabiduría en ellas. Es claro
que donde hay malas actitudes no hay verdadera sabiduría al contrario lo que
puedes encontrar en su lugar es perturbación, es decir perdida de juicio y
razonamiento, además de toda obra perversa. No hay forma más espantosa para
describir la obra de una falsa sabiduría. Mientras nos dejemos llevar por la
sabiduría “terrenal” nuestras relaciones se verán afectadas por nuestras acciones,
debemos buscar la sabiduría de lo alto, si deseamos tener éxito en nuestras
relaciones, pero esta sabiduría no es de la tierra, por eso es tan difícil de
comprender y de alcanzar, porque esta viene de lo alto. Veamos las
características de la sabiduría de lo alto que se pueden mostrar en nuestras
relaciones.
Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y
de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Santiago
3.17
La sabiduría
de lo alto se muestra en la pureza de las relaciones.
La pureza podría ser la base de toda
relación, donde no existe maldad alguna, donde las relaciones son sanas, muchas
veces una buena relación de amistad puede echarse a perder cuando se da lugar a
la pasión, y a los arranques emocionales. Una buena relación nace libre de intereses
egoístas.
Piense en los niños pequeños y como
desarrollan relaciones sanas, libres de maldad y egoísmo, dispuestos a perdonar
y olvidar recuperando rápidamente su relación. Es lamentable que los adultos
perdamos esa pureza con el paso del tiempo, nuestra pureza se ve afectada por
lo que los demás nos han infundido, y ahora nuestra manera de crear relaciones
esta contaminada. Algunas personas ven las relaciones como un medio para
obtener algo, es natural que de las relaciones surjan las oportunidades, pero
es triste saber que alguien te busca por querer obtener algo de ti y no porque
le intereses como persona. Un claro ejemplo de esto lo vemos en la relación del
hombre con Dios el cual se siente defraudado cuando los hombres sólo buscan un
milagro de él pero no lo buscan a él, pues él mismo cuando ve al hombre
primeramente mira en su corazón y después lo que puede ofrecerle. (Véase Juan
6.26 y Génesis 4.4-5)
Vemos también como Timoteo es llamado
a tratar a las jóvenes con pureza (1 Timoteo 5.2 también véase 4.12), cabe
mencionar que cuando se trata de aquellos que sirven al Señor las relaciones
deben llevarse con adecuada pureza.
“El afecto espiritual es la santa excusa que el diablo aprovecha
para inducir al amor carnal”
M. Henry
La sabiduría
de lo alto se muestra en la paz de las relaciones.
Se le ha atribuido a Benito Juárez la
frase “el respeto al derecho ajeno es la paz”, una excelente frase cuando tratamos
un tema sobre relaciones. Una actitud pacífica puede mantener estable la
relación en un matrimonio, no se crea eso de que: “el matrimonio es la única guerra donde se duerme con el enemigo”
muchos matrimonios son de corta duración porque en algún momento comienzan a
mirar al cónyuge como un enemigo, es como si reprogramaran su mente y ahora
comienzan a ver con otros ojos a quien miraban con amor, de repente las demás
personas son más confiables y el cónyuge se vuelve alguien de quien se debe
desconfiar. Los matrimonios se vuelven un campo de batalla, donde no hay
posibilidades de un tratado de paz.
La sabiduría es pacifica, es la que te
lleva a terminar un momento difícil o una discusión con un agradable abrazo. Quien fácilmente se enoja, fácilmente entra en pleito; quien
mantiene la calma, mantiene la paz. Proverbios 15.18 TLA
La ausencia de un carácter pacífico
puede hacer que cualquier lujo sea inadvertido, Proverbios 17.1
Una de
las personas mas pacificas del mundo fue el pastor Martin Luther King, quien
luchó por lo derechos civiles en su país, el actuó como un pacificador entre su
gobierno y su gente, al grado de perder su vida en esa lucha, claro que
aprendió del mas grande pacificador, nuestro Señor Jesucristo quien vino a ser
el mediador entre Dios y los hombres.
La sabiduría
de lo alto se muestra en la amabilidad de las relaciones.
La amabilidad es un requisito en un líder, 1 Timoteo 3.3 pues
¿Quién está dispuesto a seguir a alguien que no le trata bien?
Se dice que el amor te hace amable y
la amabilidad te hace agradable, la amabilidad atrae a las personas, todos
saben que una persona amable no sólo te trata bien además te hace sentirte
bien. La amabilidad te hace tratar con cuidado y delicadeza a los demás, las
personas amables evitan lanzar juicios de condena cuando los demás fallan, son
de esas personas que dicen la verdad con amor, porque buscan las palabras más
adecuadas para decir lo que piensan, sin lastimar o herir. Esto es lo que hace
que las personas amables sean tan buscadas y solicitadas. Pues jamás te
sentirás incomodo a lado de ellos.
La amabilidad hace que las personas
hagan cosas que no les piden de forma natural, con el fin de ayudar. La
disposición es una característica de las personas amables, es lo que poco a
poco van perdiendo los matrimonios con el paso del tiempo, la carencia de
amabilidad es de lo que continuamente se queja una esposa, es imposible poder
demostrar amor si no eres amable, cuando una mujer dice que le gustan los
caballeros, en realidad esta diciendo que le agradan los hombres amables, de
esos que no son tan abundantes, de los que abren la puerta del coche, acomodan
la silla para que se siente, les sirven etc.
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor
está cerca. Filipenses 4.5
La sabiduría
de lo alto se muestra en la benignidad de las relaciones.
Este término viene del griego eupeithes que quiere decir: “dispuesto a la obediencia”; “dispuesto
a ser persuadido”; “propenso a complacer”, piense por un momento cuando esto se
refiere al Señor, él es propenso a complacer, el continuamente tiene planes
para consentirnos. Ahora piense en un esposo que siempre este “dispuesto a ser
persuadido”. Por lo general los esposos piensan diferente a sus esposas, esto
provoca una gran cantidad de dificultades en sus relaciones, pero que tal si
gracias a la sabiduría de lo alto el esposo transforma su carácter conflictivo
por uno benigno, cada vez que su esposa sugiera, o exprese sus pensamientos,
posiblemente el no piense igual, pero estará “dispuesto a ser persuadido”, así
que su esposa no tendrá que esforzarse mucho para hacerlo cambiar de opinión.
Una persona benigna también puede ser
considerada dócil, del latín docilis,
(fácil de enseñar). Las personas dóciles son excelentes alumnos, buenos hijos y
admirables cónyuges (especialmente por otros). No debemos confundir una persona
dócil con alguien sin carácter, al contrario un verdadero carácter se demuestra
cuando se es capaz de controlarse así mismo. Obviamente esta actitud no se
puede fingir, siempre sabrás cuando te encuentras frente a alguien de carácter
dócil.
La sabiduría
de lo alto se muestra en la misericordia de las relaciones.
La misericordia no solo es una
característica de aquellos que ayudan a los desamparados, la misericordia
también se ve reflejada en la relación con quienes nos rodean, cuando un hijo
tira por error agua sobre la mesa, es cuando una actitud de misericordia cubre
la falta con el amor. Es difícil de pensar que esta sea una acción de
misericordia, pero piense por un momento cuantos padres de forma inmisericorde
golpearían a sus hijos por algo como esto, es claro que todos cometemos
errores. ¿Alguna vez ha visto a sus hijos cometer un error, que solamente con
verlos sentirse tan culpables, piensa que no hay necesidad de castigarlos? Sin
embargo no todos reaccionan así, ¿Ha visto personas levantar a golpes a sus
hijos después de haberse caído? Una persona sin misericordia es aquella que
piensa que puede cometer errores, pero en el caso de los demás, ellos hacen
sandeces (No puedo utilizar una palabra más fuerte).
El perdón es el producto de un corazón
misericordioso. Esta es la razón por la que nuestro Dios es perdonador, porque
tiene misericordia de nosotros. La palabra misericordia significa sentir la
desdicha o la miseria de los demás. Con mucha razón el salmista decía: Salmo 103.14.
Misericordia es esa capacidad de identificarse con los demás. Sin embargo a
muchos matrimonios se les hace imposible poder perdonar una falta, aun cuando
esta no haya sido grave, algunas parejas suelen castigar a sus cónyuges “para
que aprendan la lección” no importa cuántas veces se humille delante de ellos,
difícilmente oirán el perdón de su boca, hasta que su ira quede saciada.
Porque juicio sin misericordia se hará con aquel
que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. Santiago 2.13
La sabiduría
de lo alto se muestra en la imparcialidad de las relaciones.
No hay mayor daño en una relación que
sentirse menospreciado, y no hay peor amistad que aquella que puede
avergonzarse de ti. Santiago ha hecho un gran razonamiento en el capítulo 2 de
su carta, donde habla de la acepción de personas, especialmente dentro de la
iglesia. Por supuesto esto no es característico sólo de las iglesias, vivimos
en un mundo movido por intereses, estamos acostumbrados a tratar a las personas
de acuerdo a como las vemos o nos parecen. Mientras no nos parezcan importantes
las ignoramos hasta el día que descubrimos algo de interés en ellas. No existe
el amor de Dios en esto, sino un claro ejemplo de lo que el egoísmo es capaz de
hacer.
Mientras
el apóstol Pablo está en la cárcel en su segunda carta a Timoteo expresa su
dolor al ser abandonado por los demás (4.16), por lo que espera que un
compañero y amigo como Timoteo siga a su lado.
Así que no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero.
Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por
el evangelio. 2 Timoteo 1.8
La sabiduría
de lo alto se muestra en la sinceridad de las relaciones.
Sinceridad es: sin hipocresía. La
hipocresía es una de las actitudes más odiadas por las personas, hasta los hipócritas odian a los hipócritas,
en las historias de amor siempre habrá alguna actitud hipócrita que termine la
relación, aunque después terminen por restablecerla. De todas las malas
actitudes la hipocresía es la más difícil de superar por que como puedes
perdonar la hipocresía de alguien, pues
es difícil creer que su arrepentimiento es sincero.
Como bien dice esta frase de William
Hazlitt El único vicio que no puede ser perdonado es el de la
hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma. (Claro que todo creyente ha sido
llamado a perdonar)
Con esto llegamos al punto clímax de la sabiduría, porque como
podemos recordar Santiago dice que la sabiduría se muestra por las obras, en
otras palabras cuando las palabras concuerdan con las acciones. Lamentablemente
es difícil ser completamente sinceros, basta con que un esposo le pregunte a su
esposa ¿Qué tienes? Cuando evidentemente su rostro ha cambiado, y su esposa le responda
- No tengo nada- lo que hace evidente que no está siendo completamente sincera,
es muy fácil para muchos mentir o fingir, por lo que algunos tienen miedo de
establecer relaciones, sin embargo las relaciones son vitales para las
personas. Por lo que debemos esforzarnos primeramente nosotros a edificar
nuestras relaciones con verdadera sabiduría.
Es
natural que nos parezca inalcanzable mostrar estas actitudes de verdadera
sabiduría, pero debemos recordar que estas no provienen de la tierra sino de lo
alto, no las producimos nosotros sino la presencia de Dios en nuestras vidas. Tener
todas estas acciones es completamente difícil si actuamos terrenalmente, es difícil
para una esposa ser amable con un esposo que es continuamente grosero; es difícil
actuar en absoluta pureza en nuestras relaciones sin mancharla en algunas
ocasiones con malas actitudes; es difícil mostrar misericordia en un mundo
implacable; pero por supuesto que esto es posible cuando no es nuestra
humanidad la que actúe sino la obra del Espíritu Santo en nuestra vida. El capítulo termina con este maravilloso texto: y el fruto de justicia se siembra en paz para
aquellos que hacen la paz. (3.18) en otras
palabras aquellos que aman la paz, siempre están sembrando correctamente y como
consecuencia cosecharan la justicia. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo
segaremos, si no desmayamos. Gálatas
6.9
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