HONRANDO A DIOS CON LA PRIMICIA

primicias
Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Proverbios 3.9 

La primicia no es solamente económica, hoy está por demás aclarado que se ofrece la primicia de lo cultivado, y muchos creyentes incluso dan primicias de las crías de sus animales, lo cual es completamente una bendición, sin embargo primicia es también ofrecerle los primeros momentos de nuestros días, el primer día de la semana, los primeros años de nuestra vida (Eclesiastés 12:1), en los que le ofrecemos nuestra mejor salud, nuestra mejor fuerza. Ahora bien la primicia es principalmente económica debido a que la mayoría de los cristianos no se dedican al cultivo, la forma en que presentan su primicia es financiera.
EL SIGNIFICADO DE LA HONRA

Honrarlo es darle el primer lugar
Continuamente en la Biblia encontramos que el Señor nos invita a ponerlo en primer lugar en nuestras vidas, él quiere ser el primero en nosotros, él no busca un segundo lugar en nuestras vidas, él quiere estar por encima de nuestros intereses, de hecho el “primer mandamiento” es amarlo en “primer lugar” “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Marcos 12:29-31, debemos amarlo a él primero y en segundo lugar a nuestro prójimo.

La primicia era la ofrenda de los primeros frutos de la tierra que se le entregaba al Señor. Cuando se recogían los primeros frutos antes de llevarlos a la mesa y consumirlos se le ofrecían al Señor como señal del valor que Él tiene en nuestras vidas, al darle la primicia le estamos demostrando que Muchos podemos decir pueden decir que Dios es lo más importante en nuestras vidas, pero ¿cómo se lo demostramos? Al ser la primicia hoy en día un asunto financiero ya que la mayoría de los creyentes no nos dedicamos al cultivo, no hay mejor forma de reconocer el lugar que tiene en nuestras vidas, siendo el dinero tan importante para el ser humano. Dar una primicia debe ser difícil para alguien que pone el dinero en primer lugar. Pero para alguien que quiere honrar a Dios darle la primicia, es un acto de alegría y fe.  “Nadie puede ser esclavo de dos amos, porque preferirá a uno más que a otro. Y si obedece a uno, desobedecerá al otro. No se puede servir al mismo tiempo a Dios y al dinero Lucas 16:13 TLA.” ¿Quién esta primero en tu vida, Dios o el dinero? 

Honrarlo es ofrecerle lo mejor.

No es lo mismo “ofrecer lo que quieres” a “querer ofrecerle”, porque ofrecer lo que quieres es darle cualquier cosa, y querer ofrecerle es buscar la manera de agradarle  y dárselo. Muchos aun cuando no tienen o no pueden pero quieren, hacen esfuerzos por ofrecerle algo al Señor, la viuda con la que Elías se encontró de la cual ya hablamos en   LA RESTAURACION DE LA PRIMICIA, no podía ofrecerle nada al profeta pero quiso darle lo que él le pidió, porque creía en la palabra del profeta. Muchos que pueden hacerlo si no lo hacen es porque realmente no quieren, y si lo hacen ofrecen lo que quieren, no se le puede dar honra al señor cuando se le ofrece lo que nos sobra, el Señor reclama a su pueblo porque no le habían dado la honra que Él esperaba de ellos “…Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra?... Malaquías 1:6 ellos no lo estaban honrando al contrario lo menospreciaban, y se preguntaban “¿...En qué hemos menospreciado tu nombre?... ¿En qué te hemos deshonrado?...” (v.6-7) ¿Cuál era la razón de su deshonra? Las malas ofrendas que le daban, le ofrecían pan inmundo, le ofrecían el animal ciego, cojo o enfermo (v.8),  ¿Alguna vez se ha sentido tentado a dar en la ofrenda el billete que en ningún lugar le quieren recibir? Así hacían los hijos de Israel le daban a Dios lo que para ellos ya no les servía. Honrar al Señor es darle lo mejor que tenemos. No podemos desligar la honra de lo que le ofrecemos al Señor “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios. Salmos 96:8”

Honrarlo es reconocerlo.

“También celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año” Ex. 34:22

Cuando llevaban la primicia al Señor hacían una gran fiesta, era un tiempo de alegría y gozo. Ofrecerle al Señor nuestra primicia cada año es una forma de agradecerle por todas las bendiciones que nos dio durante el año pasado y por todas las bendiciones que estamos seguros que vendrán en el año nuevo. Al honrarlo con la primicia estamos reconociendo nuestra dependencia total de Él, reconocemos que cada bendición, logro, éxito, triunfo, victoria, ha sido obtenida solo por Él, y no por nuestros esfuerzos, uno de los mandamientos del Señor fue que el pueblo no se olvidara que Él era el que les daba la capacidad para prosperar, la prosperidad de nuestras vidas está directamente ligada a la obra de Dios en nosotros, prosperarémos según lo sigamos y obedezcamos

“12no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, 17y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezasDeuteronomio 8:12-14,17-18 

Honrarlo es reconocerlo, entender que no lograríamos nada separados de Él. “…porque separados de mí nada podéis hacer Juan 15:5”

LA RAZÓN DE LA HONRA

Si bien el reconocimiento es la forma en que lo honramos debemos entender cuáles son esas razones por las que lo hacemos. La Biblia dice que cada vez que alguien se presentara con su primicia tenía que decir unas palabras que tiene un gran significado de reconocimiento. Veamos las razones por las que hoy lo honramos. 

Por su misericordia al darnos auxilio en tiempo de crisis.
5Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, Deuteronomio 26:5
El Señor auxilio a Jacob cuando la tierra se encontraba en escasez, en hambruna, en crisis varios años antes envió a José a Egipto a preparar la salvación de su pueblo, y en medio del tiempo de crisis les dio una provisión. Todos podemos testificar de las muchas ocasiones en que el Señor nos dado su socorro, cada año que pasa no ha sido el único en el que nos hemos enfrentado a una crisis económica, y una vez más como siempre, el Señor nos ha sostenido, de tal manera que cuando parecía que estábamos a punto de perecer nos dio su auxilio y nos guardó de la crisis.

Por la respuesta a nuestro clamor en tiempos de aflicción.
Y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa; 6y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. 7Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; (v.5-7).
La crisis no solo se presenta en forma financiera sino también de forma social, a través de la injusticia, la opresión, el maltrato, la ofensa, etc., cuando Israel era víctima de los egipcios ellos clamaron al Señor y Él volvió a salvarlos. Clamar es  gritar pidiendo auxilio, nadie puede negar haber pedido el auxilio del Señor en su vida, todos en algún momento lo hemos hecho, y son muchas la veces en que él nos da su auxilio y pocas en las que lo reconocemos por haberlo hecho.

Por la liberarnos de forma milagrosa
8y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;(v.8)

Los milagros hoy en día siguen ocurriendo, una gran cantidad de creyentes puede testificar de la forma en que el Señor lo hizo llegar a la iglesia, a través de la sanidad de una enfermedad difícil o imposible de curar, a través del saldo de una deuda difícil o imposible de pagar, a través de la liberación de una adicción difícil de dejar, a través de la transformación de alguna familiar que se creía imposible pudiera cambiar, desde el momento en que llegamos a Él y hasta el día de hoy ha hecho y seguirá haciendo milagros en nuestras vidas. ¿Cómo no habríamos de agradecerle?

Por darnos una herencia de bendición
9y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. (v.9)

Y por si fuera poco no le ha bastado con auxiliarnos, respondernos y liberarnos aun todavía nos bendice, no lo pudo haber dicho mejor el rey David “Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5El que sacia de bien tu boca. Salmo 102:3-5 después de tanto que nos ha ayudado también nos bendice, “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. (v.103.10)

10Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tú Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios. 11Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti.

 Es por esta razón que al traer nuestra primicia no podemos hacerlo de otra manera sino celebrando por todo el bien que el Señor nos ha dado, ¡es tiempo de honrarlo! ¡Es tiempo de adorarlo! ¡Es tiempo de alegrarnos! Por todas las bendiciones que hemos recibido.

EL BENEFICIO DE LA HONRA

Para que permanezca la bendición.
Primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se presente de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las primicias de todas vuestras masas, para que repose la bendición en vuestras casas. Ezequiel 44:30
Cuando le ofrecemos al señor nuestra primicia estamos bendiciendo todo aquello que nos queda a nosotros; al entregarle la primicia al iniciar el año la bendición del Señor reposará durante todo el año en nuestros hogares; al ofrecerle la primicia le estamos ofreciendo todo lo que tenemos; al bendecir nuestra primicia está bendiciendo todo lo que nos queda. 

16 Si alguien le ofrece a Dios el primer pan que hornea, en realidad le está ofreciendo toda la masa con que hizo el pan. Si a Dios se le ofrecen las raíces de un árbol, entonces también las ramas del árbol le pertenecen. Romanos 11:16 T.L.A.

Para que sobreabunde la bendición
Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas… bendijeron a Jehová, y a su pueblo Israel. 

9Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones. 10Y el sumo sacerdote le contestó: Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones. 2 Crónicas 31:6

La primicia es para bendecir a quienes sirven en la casa de Dios, y a la vez es para bendecir al pueblo que la entrega, la bendición buena es aquella en la que hay sobreabundancia, cuando hay crisis las finanzas faltan pero cuando hay bendición las finanzas no nos harán falta, porque Dios proveerá.

Para que rebose la bendición
Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Proverbios 3:10

Cuando algo es rebosante quiere decir que se derrama, que el contenido supera la capacidad, cuando la alegría supera la persona, cuando la iglesia supera el templo, cuando las finanzas superan la cartera, la bendición rebosante es aquella que supera nuestras expectativas, “20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros Efesios 3:20” No solo nos puede bendecir sino que lo hace mucho más allá de lo que pedimos o entendemos, pero para poder tener una bendición rebosante tenemos que aprender a dar primero, “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo… Lucas 6:38”

Una bendición rebosante es aquella que alcanza a quienes te rodean, por ti son bendecidos tus familiares, tus compañeros, todos los que están cerca de ti, tú eres el canal de bendición que Dios usa para que les vaya bien.


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