8Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla… (Gn. 1:28)
La bendición de Dios es el mayor bien que podemos recibir, su bendición es lo que hace la diferencia entre una vida simple y una vida prospera, al hablar de prosperidad no solo nos referimos a lo económico sino a cada aspecto de la vida del hombre, su familia, su trabajo, su corazón, su espiritualidad, etc. Así como la maldición impide que muchos puedan lograr el éxito aun cuando se esfuercen lo más posible, la bendición apresura el alcance del éxito. En este tema aprenderemos que la bendición es progresiva, y la distinguimos en la biblia a través de tres niveles FRUCTIFICAD, MULTIPLICAD, SEÑOREAD, veamos las características de cada nivel.
LA FRUCTIFICACION NATURAL
8Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad… (Gn. 1:28)
Es la etapa natural de la bendición, normalmente se refiere al producto comestible maduro de una planta o su «fruto». Esto quiere decir que esta etapa de bendición es la etapa natural, donde así como en el mundo los árboles y la plantas producen fruto natural sin necesidad de la intervención del hombre por el puro sustento divino. Esta es la etapa de lo necesario, esto es lo poco en lo que eres fiel (Mt. 25:21), al ser una bendición que se produce naturalmente, es importante considerar los principios básicos que nos permiten disfrutar de este nivel.
El primer aspecto para fructificar es la obediencia 1Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos… también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán,… 3Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. 6Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. (Deuteronomio 28:1-5) la obediencia es clave para obtener la bendición natural del Señor, Deuteronomio al igual que la bendición del génesis nos muestra los tres niveles de la bendición, este nivel nos provee lo esencial para vivir, nos ofrece seguridad en nuestro andar diario.
El segundo aspecto para fructificar es la siembra, 7No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. (Gal. 6:8) el Señor estableció la ley de la siembra y la cosecha desde el principio, esta ley rige nuestro mundo, para poder fructificar es necesario sembrar 10Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, (2 Co. 9:10) no hay fruto sin semilla. En este nivel fructificaras de acuerdo a lo que estés dispuesto a sembrar 6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. (2 Co. 9:6)
El tercer aspecto para fructificar es la firmeza, nadie puede fructificar alejado de la presencia de Dios, Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes, no solo se trata de creer sino de permanecer firmes en su presencia.
LA MULTIPLICACION DEL FRUTO
8Y los bendijo Dios, y les dijo: … y multiplicaos… (Gn. 1:28)
El siguiente nivel de bendición es la multiplicación del fruto natural que poseemos, para pasar a este nivel es necesario que tengamos la materia prima (nuestro fruto) para que el Señor lo multiplique, como la multiplicación de los panes y los peces (Lucas 9:13-17), o la multiplicación del aceite de la viuda (2 Reyes 4:2-7), para pasar a la multiplicación el señor te pregunta ¿Qué tienes? ¿Qué ofreces? No puede el multiplicar tu fruto si tu no estas dispuesto a soltarlo, y una vez mas se aplica la siembra, 10Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, (2 Co. 9:10) Pablo dice que la siembra produce dos cosas provisión (fructificación) y multiplicación. Si tú siembras una semilla cosecharas fruto y el fruto trae semillas para seguir sembrando y poder multiplicar tu cosecha. (1 semilla = 1 fruto), (1 fruto = varias semillas), (varias semillas = multiplicación).
También encontramos la multiplicación en las bendiciones de Deuteronomio 28 7Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da… 11Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. La primera parte del capitulo 28 leemos la bendición del fruto, en esta parte vuelve a referirse al fruto pero ahora en sobreabundancia, la multiplicación se da cuando nos movemos bajo cielos abiertos, la fructificación se da por causa de la tierra pero la multiplicación se da por causa del cielo. La semilla que siembras y produce fruto no tendrá éxito si no hay lluvia de los cielo, en este nivel es cuando tus deudas comienzan a ser canceladas, ya que el fruto solo te permite sobrevivir pero la sobreabundancia te da para ti y para los demás. Cuando sobreabundas tienes la capacidad de pagar lo que no puedes con el simple fruto de tu salario.
Al igual que en la fructificación hay algunos aspectos que son esenciales para la multiplicación, la obediencia 1Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos (Dt. 28:1) y la siembra (2 Co. 9:10). Pero en la multiplicación hay un aspecto mas que es el diezmo 10Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. La ofrenda (semilla) te permite fructificar pero el diezmo abre las ventanas de los cielos y te hace sobreabundar. Pero es importante no olvidar la obediencia, muchos se quejan de que sus diezmos no producen nada, pero tienen que echar una mirada a sus vidas espirituales como se encuentran.
EL SEÑORIO DE LA TIERRA
8Y los bendijo Dios, y les dijo: … sojuzgadla… (Gn. 1:28)
El tercer nivel de bendición es el señorío, este es el punto mas alto de la bendición, una vez que fructificamos y nos multiplicamos lo que nos resta es señorear, es en este nivel donde el enemigo pondrá trabas, no es cuando fructificamos que nos volvemos una amenaza para el, sino cuando nos multiplicamos, cuando los hombres se multiplicaban los torció (Gn 6:1-3), la multiplicación de los hijos de Israel es lo que Faraón temió Israel en Egipto fructifico y se multiplico 7Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. Ex. 1 Ahora eran fuertes y numerosos y tenían el poder para someter a los egipcios y Faraón lo sabia 9He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. (Ex. 1) Al multiplicarnos tenemos el potencial para gobernar sobre la tierra que el Señor nos da, Dios había prometido a Abraham la bendición y multiplicación de sus hijos, y aun cuando faraón trato de detener su desarrollo nada pudo impedirlo, 2Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Cuando te multiplicas el enemigo te teme, cuando te multiplicas el enemigo sabe que no puede contra ti, así que el faraón los sometió a un lavado de cerebro, haciéndoles creer que jamás podrían levantarse contra ellos, el plan A para detener tu multiplicación es eliminar tus hijos (frutos) pero cuando el plan A no funciona el plan B es extirpar tu espíritu conquistador esclavizándote, así no importa si te multiplicas siempre serás esclavo, la bendición de Deuteronomio 28 nos vuelve a mostrar claramente los tres niveles de bendición 13Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, este es el nivel de gobierno, la biblia dice que somos reyes 6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;…(Ap. 1:6) y ¿como podemos ser reyes si no tenemos una tierra que gobernar? O ¿conoce algún rey sin territorio? Reclamamos ser reyes pero no poseemos la tierra. El territorio en el que el Señor nos ha puesto es para que gobernemos y establezcamos su reino en la tierra.
El señor te lleva por estos tres niveles, pero no puedes empezar gobernando o multiplicandote, tienes que fructificar, a veces parece que tienes poco y te sientes incapaz de poder conquistar, tienes que aprender a disfrutar de lo poco para que el Señor te añada mas, y cuando comiences a multiplicar prepárate porque el enemigo tratara de muchas formas impedir que pases al nivel de gobierno. 23Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los llevaste a la tierra de la cual habías dicho a sus padres que habían de entrar a poseerla. (Nehemías 9:19)
Pastor Cesar Dominguez
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