El bautismo de Jesús


El bautismo de Jesús

Propósito general (Consagración / Doctrinal): Que los niños comprendan que el bautismo de Jesús fue un acto de obediencia y consagración a Dios, y aprendan que nosotros también debemos vivir para agradar al Padre, obedeciendo Su palabra y buscando ser guiados por el Espíritu Santo.

Propósito específico: Que los niños reconozcan que obedecer a Dios trae alegría a Su corazón, y decidan dar pasos prácticos durante la semana para demostrar su deseo de servirle —como orar cada día, obedecer en casa o compartir lo que aprendieron sobre Jesús.


Versículo bíblico. Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mateo 3.13

Pasaje Bíblico. Mateo 3:13–17, Marcos 1:9–11, Lucas 3:21–22 y Juan 1:29–34.

Introducción: ¿Cómo sabemos que alguien ha creído en Jesús?  ¿Cuál crees que es la evidencia más importante? (Deja que los niños digan lo que piensan: tal vez digan que alguien cree en Jesús porque lleva su Biblia, o porque entra a una iglesia, o porque lo ven orando). Y todo eso está bien, claro que sí, pero la Biblia nos habla de un paso muy importante que todas las personas que han creído en Jesús deberían dar, y se trata del bautismo.


Desde el principio, cuando las personas creían en Jesús, el siguiente paso era bautizarse.  Como el bautismo es algo visible, algo que todos pueden ver, es una forma de decirle a los demás: “Miren, he creído en Jesús, y ahora estoy dejando atrás mi vida pasada. En este momento me estoy uniendo a su iglesia.”


Así como cuando creces y aprendes cosas nuevas: primero aprendes a caminar, luego a correr, o cuando entras a la escuela y vas subiendo de grado. Cada uno de esos pasos muestra que estás creciendo.  Pues en la vida con cristiana también hay pasos que muestran que vamos creciendo en nuestra fe. Y uno de esos pasos es el bautismo es un paso muy, muy importante. 


¿Sabías que Jesús también se bautizó?  Así fue, y el día que lo hizo ocurrieron cosas extraordinarias que también nos dejaron lecciones muy importantes. 


1. Jesús nos enseñó obediencia

Hubo un hombre llamado Juan el Bautista, y se le llamaba así porque era quien invitaba a las personas a bautizarse.

Jesús llegó con este hombre llamado Juan para ser bautizado.
Pero, ¿por qué? ¿Jesús iba a bautizarse si el bautismo es una forma de decir: “no quiero seguir una vida de pecado o de desobediencia a Dios”?

Jesús no desobedecía ni cometía pecado, pero lo hizo porque de esa manera nos dio el ejemplo de obediencia. Jesús mostró ser obediente.

Por eso, cuando Jesús pidió a Juan que lo bautizara, Juan no quería hacerlo, porque sabía que Jesús era el Hijo de Dios y que no necesitaba arrepentirse.
Pero Jesús le dijo:

Deja que sea así por ahora, porque es necesario que cumplamos todo lo que Dios quiere. (Mateo 3:15)

Eso significa que Jesús no lo hizo por obligación, sino porque quería agradar a su Padre.
Jesús nos mostró que obedecer no siempre se trata de hacer lo que “tenemos que hacer”, sino de hacer lo que a Dios le gusta.

Así como cuando tus papás te piden algo y tú lo haces sin protestar, no porque tengas miedo, sino porque quieres hacer lo correcto.
Jesús nos enseña que la obediencia es una forma de amor. 

2. Cuando el Espíritu Santo vino sobre Él

Así que ese día Jesús se bautizó, y después de que fue bautizado, algo maravilloso sucedió. Dice la Biblia que los cielos se abrieron y el Espíritu Santo descendió sobre Él como una paloma

Por eso muchas veces verás palomas en las iglesias o en dibujos, porque la paloma es un símbolo del Espíritu SantoEste momento fue muy especial porque el Espíritu Santo vino a acompañar a Jesús en todo lo que haría después.

Era como si Dios estuviera diciendo: “Ahora comienza tu propósito, y no estarás solo.”

El Espíritu Santo representa la presencia y el poder de Dios, y vino sobre Jesús para acompañarlo en su misión

¿Sabes qué es lo más hermoso? Que Dios también promete darnos su Espíritu a todos los que creemos en Jesús. Él nos ayuda, nos guía y nos da fuerzas para obedecer y hacer el bien. Si tú buscas a Dios, su Espíritu Santo también estará contigo, así como estuvo con Jesús.

3. La voz de Dios

Pero eso no fue todo lo que sucedió ese día; también hubo otra cosa extraordinaria.
Después de que Jesús fue bautizado y el Espíritu Santo descendió sobre Él, 
se oyó la voz de Dios desde el cielo que decía:

“Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:17)

¿Puedes imaginarlo?  ¡Escuchar la voz de Dios hablando desde el cielo!
Es posible que las personas que estaban ahí, como Juan el Bautista, escucharan esa voz.
¿Te imaginas cómo habrá sido? Debió ser algo realmente asombroso escuchar la voz de Dios en el cielo. 
Con esa voz, Dios el Padre mostró su aprobación y su amor por Jesús.

Con esas palabras, Dios estaba diciendo: “Estoy feliz con Él, me agrada lo que hace, y es verdaderamente mi Hijo.” 

Del mismo modo, cuando obedecemos a Dios y hacemos su voluntad, Él también se agrada de nosotros. Tal vez no escuchemos su voz desde el cielo, pero podemos sentir su alegría y su amor cuando hacemos lo correcto.  Así como un papá o una mamá se sienten felices cuando su hijo obedece, Dios también se alegra cuando somos obedientes.

Conclusión. Tal vez hoy aún eres muy pequeño para bautizarte, porque es importante que, cuando lo hagas, entiendas muy bien su significado.

El bautismo no es solo meterse al agua: es una forma de decirle a todos,

“He decidido seguir a Jesús y quiero obedecerle toda mi vida.”

Y aunque ahora eres pequeño, este es un tiempo para aprender, conocer más de Jesús y prepararte para cuando llegue el momento. Cuando ese día llegue, tu bautismo será muy especial, porque lo harás con todo tu corazón. 

Así como Jesús esperó el momento indicado para hacerlo, Dios también tiene un momento perfecto para cada uno de ustedes.

Oración modelo. Señor Jesús, gracias por mostrarnos con tu ejemplo lo que es la obediencia. Gracias porque tú hiciste todo lo que agradaba a tu Padre.  Hoy quiero aprender a obedecerte, quiero hacer lo que a ti te gusta y seguirte con todo mi corazón.  Espíritu Santo, acompáñame todos los días, ayúdame a hacer lo correcto y a sentir el amor de Dios en mi vida. Padre, gracias porque también me llamas tu hijo, y sé que tienes un momento perfecto para mí. En el nombre de Jesús, amén. 

Llamado a la acción. Ahora que ya aprendiste cómo Jesús fue obediente, cómo el Espíritu Santo vino sobre Él y cómo Dios habló desde el cielo mostrando su amor, ¡es momento de poner en práctica lo que aprendimos esta semana! Así que aquí tienes algunos pasos para hacerlo:

Sé obediente.
Haz lo que sabes que está bien, aunque nadie te lo diga. Puedes comenzar ayudando en casa, obedeciendo a tus papás o siendo amable en la escuela. Cada vez que obedezcas, recuerda: “Estoy agradando a Dios.”

Habla con el Espíritu Santo. Cada día, tómate un momentito para decirle: “Espíritu Santo, ayúdame a hacer lo correcto.” Él te escuchará y te acompañará como lo hizo con Jesús. 

Muestra el amor de Dios. Piensa en alguien que necesite una sonrisa, una palabra bonita o un gesto de cariño. Tal vez un compañero, un hermano o alguien que esté triste.
Pequeñas acciones pueden reflejar el gran amor de Dios. 

Recuerda cuánto te ama Dios. Cuando haces lo correcto, Piensa que Dios  está diciéndote: “Estoy feliz contigo, mi hijo amado.” 


La Obediencia de la Nueva Vida 

Este juego es dinámico, no necesita materiales, y el único diálogo es el del maestro, lo que minimiza el ruido de los niños.

1. Preparación y Reglas

  • Posiciones Clave:

    • De Pie: La "Vieja Vida" o la posición neutral.

    • Agachado (Cuerpo Abajo): El "Bautismo/Sepultura" (la muerte al yo viejo).

    • De Nuevo de Pie: La "Nueva Vida/Resurrección" (surgir con Cristo).

  • La Regla de la Obediencia (Similar a Simón Dice): Los niños solo pueden ejecutar la acción si el maestro dice la frase clave de la lección antes de la orden.

2. Mecánica del Juego

El maestro actúa como "Juan el Bautista"  y da las órdenes.

Fase 1: El Desafío de la Obediencia

Los niños solo obedecen si el maestro dice la frase clave.

La Orden del MaestroSignificadoSi Obedecen / Si Pierden
"¡Juan dice: Sepultura!"Orden: Agacharse rápidamente.Ganan si se agachan.
"Sepultura (sin la frase clave)"Orden: Agacharse.Pierden si se agachan.
"¡Juan dice: Resurrección!"Orden: Ponerse de pie rápidamente.Ganan si se paran.
"Resurrección (sin la frase clave)"Orden: Ponerse de pie.Pierden si se paran.
  • Punto de Conexión (Obediencia): Cada vez que un niño se equivoca al no esperar la frase clave ("Juan dice:"), el maestro recalca: "¡Perdiste por desobedecer la regla! El Bautismo es nuestro primer acto de obediencia después de creer."

Fase 2: El Desafío de la Transformación (La Inmersión)

Una vez que quedan pocos niños, se puede añadir una regla para reforzar la acción física:

  1. "¡Juan dice: Muere al Pecado!" (Orden de agacharse).

  2. "¡Juan dice: ¡Nueva Criatura!" (Orden de levantarse rápidamente).

  • Ritmo: El maestro debe variar el ritmo: a veces rápido y a veces muy lento, obligando a los niños a enfocarse en la orden y el simbolismo.

3. Conexión con la Clase

Este juego conecta perfectamente con tus tres puntos:

  1. Obediencia: Es la regla principal del juego (solo obedecer cuando se da la señal correcta, así como obedecer el mandato de Jesús).

  2. Muerte y Resurrección: El acto físico de agacharse (sepultura) y levantarse (resurrección).

  3. Identidad/Voz de Dios: El líder, al dar la orden, representa la voz que nos llama a actuar.


Sugerencia adicional: Si quieres añadir un toque de agua sin que sea un juego de relevos mojado: cuando el maestro dice la frase y los niños se levantan (Resurrección/Nueva Vida), el maestro puede rociar levemente con un rociador de plantas a los niños.


Hoja de trabajo para niños pequeños 



Hoja de trabajo para niños medianos 



Hoja de trabajo para niños grandes 


SOLUCIÓN CRUCIGRAMA 






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