Renovados para dar frutos

Tema: Renovados para dar frutos

Mientras escuchaba alabanzas, el Señor ministró mi vida con vientos de gloria. Cada letra de esa hermosa alabanza tocaba mi corazón. Era una oración cantada que pedía al Señor que soplara con su Espíritu Santo, que avivara, que trajera aliento,
que nos vivificara, que fortaleciera nuestra fe, y que nos ensanchara con su poder.

En medio de ese momento, yo había estado orando para recibir una palabra que edificara mi vida, y también para poder compartirla con otros. El Señor me llevó a Isaías 54:1-3.


Pero antes de leerlo, quiero darte un poco de contexto sobre lo que el Señor quiere hablarnos hoy. Desde Isaías 51 hasta el capítulo 55, el Señor estuvo hablando palabras de aliento, animando al pueblo a despertar espiritualmente y dejar atrás la esterilidad.

En el capítulo 52, se habla de redención, esperanza y la promesa de salvación.
En el capítulo 53, se nos presenta de forma profética a Cristo Jesús como el Siervo que sería sacrificado por nuestros pecados.

Y justo en medio de estos pasajes tan poderosos, encontramos Isaías 54: una palabra de restauración, esperanza y promesas.
Luego, en Isaías 55, vemos un mensaje de misericordia.

Todo esto nos muestra el gran amor de Dios hacia Israel, y también hacia nosotros hoy. Podemos reconocer a Jesús como ese Siervo y nuestro Salvador. Por medio de Él, ahora somos herederos y coherederos de sus promesas (Romanos 8:17).

Por eso, el Señor quiere vernos libres de toda esterilidad espiritual.

Teniendo esto claro, te invito a que leamos Isaías 54:1.

PRIMER PUNTO: REGOCÍJATE EN TU PROCESO

“¡Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz! Levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto, porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada”, ha dicho Jehová.

¿Por qué se regocijaría la estéril?
Sabemos que esterilidad significa infertilidad, no dar frutos, no producir nada.

Significado de regocijo: Sentir alegría o júbilo.

Y eso es exactamente lo que Dios pedía a su pueblo en este mensaje. Él hablaba metafóricamente de la esterilidad y comparaba a Israel como su esposa desamparada y estéril, porque el pueblo venía saliendo de un proceso de sufrimiento y exilio. Aunque ya tenían una promesa de Dios, el pueblo no reaccionó.

Lo vemos claramente en Isaías 51:11:

“Ciertamente volverán los redimidos de Jehová, volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.”

Hoy el Señor nos está animando a reaccionar y dejar atrás todo sentido de sufrimiento y pérdida de cada proceso que había estado atándonos y no nos deja avanzar ni disfrutar de la alegría y el gozo de Dios. 

*Tal vez tú también has pasado por un tiempo donde nada florece, donde sientes que diste mucho y no viste resultados. Pero Dios viene hoy a recordarte: aún en medio del silencio y el proceso… ¡puedes regocijarte porque viene cumplimiento!

El Señor quiere que encontremos su regocijo y su gozo mediante su búsqueda, para poder salir de ese estado.


¿Cómo salir de la infertilidad espiritual?

Esta promesa no fue solo para Israel en aquel tiempo. También es para ti y para mí hoy. Pero para caminar en ella, necesitamos decidirnos y tomar pasos intencionales.

1. Reconociendo que solos no podemos.

2. Orando para que Dios nos ayude.

3. Ayunando, para que nuestra carne mengüe y seamos dirigidos por el Espíritu Santo.

4. Asistiendo a la iglesia y a cada actividad.

5. Siendo puntuales; no teniendo en poco el tiempo de alabanzas.

6. Sirviendo con lo que tengo.

7. Sembrando económicamente —sea poco o mucho, el Señor lo ve.

8. Sirviendo en la iglesia y fuera de ella. Cuando Dios ponga en tu corazón visitar, ¡no te detengas!

Estas acciones no son requisitos de la iglesia, son semillas que abren espacio para que Dios se mueva en tu vida. Recuerda: no se trata de hacer por hacer, sino de conectar con lo que Él ya habló sobre ti.


El regocijo no nace de tenerlo todo perfecto, sino de confiar en que Dios ya habló… y si Él lo dijo, ¡lo cumplirá! Aunque ahora no veas los frutos, la palabra de Dios está obrando en lo oculto. ¡Regocíjate, porque estás más cerca del cumplimiento de lo que crees!


SEGUNDO PUNTO: QUE NADA NOS DETENGA

"Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas."
Isaías 54:2

El Señor nos hace un llamado a hacer cambios. Ensanchar significa ampliar y extender. Esto nos lleva a:

1. Romper los límites que no nos dejan crecer, porque muchas veces trabajamos dentro de nuestros propios límites, lo que nos trae estancamiento espiritual.

¿Qué son esos límites?
Pueden ser falta de compromiso, inseguridades y falta de autocontrol en nuestras emociones. Cuando llegan las dificultades, nos paralizamos. Pero el Señor quiere que rompamos con esos límites para poder ampliar nuestro crecimiento espiritual.

Salmo 4:1 dice:
"Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia, cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar. Ten misericordia de mí, y oye mi oración."

Dios le dio a David amplitud cuando estaba angustiado, y si lo hizo con él, lo hará contigo también. *Dios siempre responde a aquellos que buscan con sinceridad y confianza, incluso en medio de la angustia.*

2. Por ello nos dice: "Las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa, alarga tus cuerdas."
No escatimes en nada cuando se trata de servir, dar, sembrar y en tu búsqueda con el Señor.

1. 

Alargar tus cuerdas es una señal de que estamos siendo preparados para extendernos.
Dios está dispuesto a usar tu vida si tú te dispones.

Este proceso de alargar tus cuerdas implica abrir nuestro corazón a la expansión que Dios quiere traer. Es tiempo de dejar de limitarnos y de abrazar lo que Él tiene para nosotros.

3. Refuerza tus estacas. Estaca significa un palo afilado en un extremo para clavarlo.

Se necesitan estas estacas para sostener la tienda, de la cual nos habla Isaías 54:3:
"Ensancha el sitio de tu tienda."

Dios quiere ver esa firmeza en nuestra vida.
Tenemos que sacar filo a nuestra relación con Él en una búsqueda genuina, porque nosotros somos esas estacas para nuestros pastores, ya que nuestra tienda es nuestra iglesia.

Así como la estaca sostiene la tienda, nuestra firmeza en Cristo sostiene la iglesia y el ministerio. Si estamos firmes, el cuerpo de Cristo también será firme.

Y cuántos anhelamos ver ensanchada nuestra iglesia, tanto en número de almas como en ministerios fuertes y firmes. Porque esa es su promesa. Dios está listo para hacer algo grande, pero necesitamos estar dispuestos a permitirle que nos use como instrumentos de su gloria. Lo que nos lleva al tercer punto.


TERCER PUNTO: ARREBATA LA PROMESA

Isaías 54:3
"Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda, y tu descendencia heredará naciones, y habitarás las ciudades asoladas."

A través de nuestro compromiso con el Señor, veremos cumplidas sus promesas, teniendo un corazón y espíritu deseoso de Él.
Este año, esta palabra nos fue dada por el Señor. Seremos grandemente bendecidos porque nos quiere extender en un crecimiento espiritual y en cambios que nos llevarán a heredar sus promesas.

¿Qué decisión vas a tomar hoy?
¿Estás dispuesto a ensanchar tu tienda?

Dios está listo para usar tu vida y llevarte a otro nivel, si tú te dispones.
El Señor nos va a ensanchar con su poder.

Es el momento de tomar decisiones firmes que nos permitan experimentar la extensión de la gracia y el propósito divino. La promesa es clara: seremos un pueblo extendido, multiplicado, bendecido. Pero, ¿estás dispuesto a dar el paso hacia el cambio? Si lo haces, tu vida no solo será transformada, sino que también traerá bendición a tu descendencia y a muchos otros.


Hoy quiero invitarte a salir de la esterilidad espiritual, a romper los límites que nos impiden crecer y a caminar hacia el cumplimiento de las promesas de Dios. Nos llama a regocijarnos en medio de nuestros procesos, sabiendo que Dios puede transformarnos incluso en los momentos más difíciles. Al ampliar nuestro corazón y disposición, podemos experimentar un crecimiento espiritual genuino. Dios nos anima a no detenernos, a ensanchar nuestras vidas y fortalecer nuestra relación con Él, confiando en que Él está listo para llevarnos a nuevos niveles de bendición. Si decidimos abrirnos a su voluntad y servir con todo lo que tenemos, seremos parte de un cambio poderoso, tanto en nuestras vidas como en las vidas de los demás.

Rosario Hipólito 

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