Invitar a otros líderes para participar en la escuelita bíblica

¿Cómo motivo a otros líderes o padres para que participen en el servicio?


Involucrar a más personas en nuestro servicio infantil es clave para crear un ambiente enriquecido y bien estructurado. Aquí hay algunas estrategias para motivar a líderes y padres a participar activamente:

Destaca la importancia del llamado

🔹 Recuerda que Jesús mismo nos dio el ejemplo al recibir a los niños con amor (Mateo 19:14).
🔹 Comparte testimonios de cómo Dios ha transformado vidas a través de este ministerio.
🔹 Ayuda a otros a ver que enseñar a los niños es una labor espiritual con recompensa de Dios (Proverbios 22:6).

Haz un llamado personal y guiado por el Espíritu

🔹 Muchas veces, las personas no sirven porque no han sido invitadas directamente.
🔹 Pide dirección al Señor y acércate a quienes tienen dones que pueden bendecir el ministerio (paciencia, creatividad, enseñanza, amor por los niños).
🔹 En lugar de preguntar "¿Quieres ayudar?", di algo más específico como: "Creo que el Señor puede usarte en esta área, ¿te gustaría orar al respecto?"

Facilita su integración al ministerio

🔹 Asigna funciones según los dones y disponibilidad de cada persona (1 Pedro 4:10).
🔹 Provee orientación y herramientas para que no sientan que necesitan experiencia previa.
🔹 Mantén una estructura clara para que cada siervo sepa su papel dentro del servicio.

Fomenta la unidad y el ánimo en el equipo

🔹 Reúnanse periódicamente para orar y fortalecerse en el Señor.
🔹 Agradece el esfuerzo de cada persona y anímalos con palabras de bendición (1 Tesalonicenses 5:11).
🔹 Celebra lo que Dios está haciendo en el ministerio con tiempos de convivencia y testimonios.

Involucra a los padres de manera natural

🔹 Invítalos a apoyar en áreas sencillas, como supervisar actividades o preparar materiales.
🔹 Comparte con ellos lo que sus hijos están aprendiendo y anímalos a reforzarlo en casa (Deuteronomio 6:6-7).
🔹 Muéstrales que su participación es una forma de sembrar en la vida espiritual de sus hijos.


Recuerda: El servicio a Dios es un privilegio, y cuando otros ven el impacto eterno que pueden tener, estarán más dispuestos a decir "Heme aquí, envíame a mí" (Isaías 6:8).

No hay comentarios:

coméntanos si te ha sido de utilidad esta publicación,