Cuando el amor se encuentra con la adversidad

Cuando el amor se encuentra con la adversidad

Llegó febrero y con él también llega la atmósfera romántica que nos invade cada año. Así que, como cada año, es un buen momento para hablar sobre temas de relaciones sentimentales. El punto es que muchas veces queremos enseñar a partir de historias de relaciones "perfectas". Sin embargo, debemos saber que las relaciones de la vida rara vez son perfectas. Por eso, aprender las lecciones de las parejas de la Biblia es muy valioso, ya que la Biblia es realista en estos temas. Por más que queramos romantizar los personajes bíblicos, no podemos hacerlo. Como ya hemos dicho en el pasado, el romanticismo, en ocasiones, en lugar de ayudar a las relaciones, solo las lleva a crisis, pues siembra expectativas poco realistas en las parejas, de modo que, al enfrentar su realidad, las relaciones se vuelven frustrantes. Precisamente, es por eso que las parejas bíblicas, por sus matices y complejidades, resultan tan valiosas. La Biblia no es un libro de cuentos de hadas donde todos los personajes son ejemplos impecables; más bien, es un relato realista de personas imperfectas que, a través de sus aciertos y errores, nos enseñan lecciones profundas sobre la humanidad, las relaciones y la fe.


Así que, este mes, estaremos hablando en una serie sobre la vida de algunas parejas que considero son poco estudiadas en la Biblia, pero que tienen lecciones importantes para nosotros. Un ejemplo es la historia de David y Mical, la cual es, efectivamente, una de esas historias bíblicas que no encaja en el molde de "relación perfecta" o "ejemplo ideal". Hay mucho de lo que podemos hablar, pero nos limitaremos a tocar al menos algunos puntos importantes sobre las relaciones imperfectas.


Construir sobre una base sólida más allá del romanticismo.


—¿Quién soy yo, y quién es mi familia en Israel para que yo sea el yerno del rey?—exclamó David—. ¡La familia de mi padre no es nadie! Así que, cuando llegó el momento para que Saúl le diera su hija Merab en matrimonio a David, Saúl se la dio a Adriel, un hombre de Mehola. Mientras tanto, Mical, otra hija de Saúl, se había enamorado de David, y cuando Saúl se enteró, se puso contento. (1 Samuel 18:18-20)


La historia de David y Mical, como muchas historias de parejas, comienza con un tiempo de enamoramiento. De ambos lados había muchas razones que hacían de esta una excelente pareja. Por un lado, Mical era hija del rey Saúl y, por el otro, David era el valiente que había vencido al gigante. David, por su parte, se siente indigno de pertenecer a la familia real, y Mical estaba enamorada de él. Debemos aclarar que la expresión "Saúl se puso contento" tiene otras intenciones, ya que Saúl se sentía celoso de David. Aprovechando esta situación, Saúl le propone a David conseguir 100 prepucios de filisteos como dote por su hija, lo que a David le pareció un precio razonable para demostrar su valor, posicionarse en la familia y ganarse a Mical, aunque la estrategia de Saúl era que los filisteos acabaran con él.


Así que, en ese contexto, comienza la relación entre David y Mical. ¿Puede imaginarlo? Emocionante, desafiante, apasionada, sacrificial.


El amor romántico en las parejas puede ser así: un momento apasionante con una atracción intensa e inspiradora. Se puede idealizar. Piense, por un momento, lo que significaba cada uno para el otro: ella, la hija del rey, y él, el hombre más valiente de Israel, al grado de exponerse al peligro. Se puede dar todo sin temor. El amor romántico puede ser así; puede producir química literalmente, procesos químicos en el cerebro. Esto, por supuesto, es parte de nuestra naturaleza y no hay nada de malo en ello, ya que así fuimos diseñados por Dios, para crear lazos poderosos que cimenten la relación. Pero debemos tener cuidado, porque esta etapa no siempre nos permite ver o darnos cuenta de aspectos negativos de la relación que debemos poner atención. Tal vez los vemos, pero podemos minimizarlos sin ver todo el panorama completo.


Por eso, es importante recordar que esta etapa es temporal; tiene un tiempo de vencimiento que, según los expertos, puede llegar hasta dos años. Así que, en esa etapa, es necesario aprovechar para establecer las bases que sostendrán la relación para cuando esta etapa termine.


Lo que nos lleva a la segunda parte de nuestra historia de hoy.


2. Cuida el amor antes de que se desvanezca.


Entonces Saúl mandó tropas para que vigilaran la casa de David. Se les dio la orden de que mataran a David cuando saliera a la mañana siguiente, pero Mical, la esposa de David, le advirtió: "Si no te escapas esta noche, te matarán por la mañana." (1 Samuel 19:11)


En el exilio leemos en la Biblia que David también se casó con Ahinoam de Jezreel, así que las dos fueron sus esposas. Mientras tanto, Saúl había dado a su hija Mical, esposa de David, a un hombre de Galim llamado Palti, hijo de Lais. (1 Samuel 25:43-44)


Como podemos ver, después de la huida de David, él decidió casarse con otras mujeres, mientras que Mical, probablemente en contra de su voluntad, fue dada por su padre a un hombre llamado Palti. Esto nos lleva a uno de los puntos más importantes en la historia de David y Mical: muchos de los problemas que enfrentaron como pareja no fueron causados directamente por ellos, sino por factores externos fuera de su control. Esto es un reflejo de la realidad en muchas relaciones: a veces, las parejas son víctimas de circunstancias que escapan a su influencia, como las interferencias familiares, las presiones sociales o incluso las expectativas ajenas. Lamentablemente, el conflicto entre Saúl y David fue un factor clave que no permitió que la relación entre David y Mical floreciera. Esto nos recuerda que debemos evitar que la interferencia externa haga mella en la relación, y que debe haber una comunicación sólida, especialmente cuando comienzan a surgir los tiempos difíciles, como cuando Mical ayudó a David a escapar de su padre.


Otros factores externos que influyeron fueron la combinación de la distancia y el tiempo. El exilio de David trajo el distanciamiento de Mical, y el distanciamiento, muchas veces, crea una brecha emocional difícil de rellenar. Una de las pruebas más grandes a las que se llega a enfrentar el amor es la distancia, tanto física como emocional. Y esto nos lleva a otra verdad: la gente cambia. El tiempo y las circunstancias pueden cambiar a las personas. Hay personas que, con el tiempo, llegan a ser completamente diferentes, pero eso no necesariamente está mal. Solo que algunos no logran aceptar que las personas evolucionan. El problema aquí es que a veces nos sentimos ofendidos. En el caso de Mical y David, los años separados y las experiencias vividas moldearon sus vidas de manera diferente.


La verdad de este punto es que las crisis externas son inevitables en todas las relaciones, pero no todas tienen la capacidad para superarlas. El verdadero desafío no es evitar las crisis, sino saber cómo enfrentarlas y aprender de ellas. Las pruebas de David y Mical no fueron solo a causa de las circunstancias externas, sino de cómo sus corazones cambiaron con el tiempo. Todas las relaciones tienen sus altibajos, pero lo que realmente hace la diferencia es la disposición de ambas personas a comunicar, perdonar y adaptarse. Las crisis deben enfrentarse de manera madura. Como en el caso del tiempo: cuando se sabe enfrentar, se puede despertar nuevas expectativas y la emoción de poder verse. De la misma manera, enfrentar las cosas con madurez puede permitir que la distancia impulse el desarrollo de la pareja y el crecimiento de un amor maduro.


Conéctate en todos los aspectos de tu vida.


Con el tiempo, David regresa del exilio y ahora es el rey de Israel. Entonces, trata de alguna manera de restaurar todo lo que Saúl había causado, y una de sus decisiones fue reclamar a Mical nuevamente como su esposa, lo que parece más un asunto político que sentimental.


"—Muy bien —respondió David—, pero no negociaré contigo a menos que cuando vengas me traigas a mi esposa Mical, hija de Saúl." Además, David envió este mensaje a Is-boset, hijo de Saúl: "Devuélveme a mi esposa Mical, pues la compré con la vida de cien filisteos." (2 Samuel 3:13-26)


Así que, Mical nuevamente estuvo con David, pero solo físicamente presente, ya que en muchos sentidos estaban desconectados.


Entonces, cuando el arca del Señor entraba a la Ciudad de David, Mical, hija de Saúl, se asomó por la ventana. Cuando vio que el rey David saltaba y danzaba ante el Señor, se llenó de desprecio hacia él. (2 Samuel 6:16) Cuando David regresó a su hogar para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, salió a su encuentro y le dijo indignada: "¡Qué distinguido se veía hoy el rey de Israel, exhibiéndose descaradamente delante de las sirvientas, tal como lo haría cualquier persona vulgar!" (2 Samuel 6:20)


Al final, esta es la triste realidad de las relaciones. La distancia y el resentimiento no solo afectan lo físico, sino también el corazón, que se resiente con el tiempo. Esto muestra que en un punto David y Mical nunca se reconectaron emocionalmente. Esto es lo que podría destruir relaciones. El resentimiento afecta la conexión y la confianza, y aunque puede ser difícil, para una restauración de una relación es necesario saber que las heridas no sanan con el tiempo, sino con la acción correcta, el arrepentimiento y la voluntad de restaurar lo que se ha perdido. La conexión es clave, y nunca debemos olvidar que una relación debe ser alimentada con amor, dedicación y empatía para que crezca.



El amor, cuando se encuentra con la adversidad, tiene dos caminos: resistir y fortalecerse o desvanecerse bajo el peso de las circunstancias. La historia de David y Mical nos enseña que las emociones intensas y los inicios apasionados no son suficientes para sostener una relación. Las relaciones fuertes  requieren compromiso, comunicación y la voluntad de crecer juntos, incluso cuando el tiempo y la vida pueden cambiarnos. 


Las crisis externas son inevitables, pero lo que define el destino de una relación no es la ausencia de pruebas, sino la disposición de los corazones a enfrentarlas con madurez. Amar es más que un sentimiento; es una elección diaria de construir, de sanar y de volver a encontrarse. Pido a Dios que  esta palabra nos ayude a valorar el amor en todas sus formas y a recordar siempre que las relaciones no se sostienen solo por lo que sentimos, sino por lo que decidimos hacer con esos sentimientos.


Pastor César Domínguez 

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