Cuando hablamos del favor de Dios, esperamos que todo abunde, que todo salga bien, como se dice, que todo sea a nuestro favor. Pero el favor de Dios no solo se manifiesta de esa manera en nuestras vidas. El favor de Dios también está presente en la crisis. Cuando todo parece salir mal, cuando se nos viene el mundo encima y es difícil creer que el favor de Dios pueda estar obrando en nuestras vidas. Pero la realidad es que sí está presente.
Me gustan las historias de superación, me gusta ver cómo las personas logran levantarse de lo que podría ser su ruina. Eso es lo que realmente inspira a la gente. Todos queremos escuchar a alguien que lo logró, alguien que triunfó en medio de sus limitaciones. Y esa, para mí, es la historia de José, que como ya sabemos, su vida va de crisis tras crisis. Pero en medio de todas las dificultades que José enfrentó, podemos ver el favor de Dios manifestarse sobre su vida.
Así que hoy veamos cómo el favor de Dios se movió en la vida de José.
Ampliemos nuestra perspectiva sobre las dificultades
Y mientras estuvo allí, su amo se dio cuenta de que el Señor estaba con José, pues todo cuanto emprendía prosperaba." Génesis 39:3 (BLPH)
Recordemos que José no era un empleado de Potifar, era su esclavo. Ser esclavo era un estado muy degradante y lo más bajo a lo que se podía estar como persona, sin embargo, este versículo nos muestra que en medio de toda su crisis, José contaba con el favor de Dios sobre su vida y su amo podía notarlo.
Debemos acabar finalmente con ese mal pensamiento de que cuando estamos pasando por un tiempo de crisis es porque estamos mal o Dios nos ha abandonado o castigado. Y es que la religión está acostumbrada a evaluar según cómo te está yendo; la adversidad se ha interpretado muchas veces como un castigo divino por pecados o falta de fe. Esto puede llevar a las personas a creer que su sufrimiento es el resultado de su "mal comportamiento," tal como le sucedió a Job, a quien sus amigos juzgaron como pecador.
Y es que siempre cargamos con las expectativas de la vida. Vivimos en una sociedad materialista que glorifica la prosperidad y minimiza la escasez, así que si alguien pasa por una crisis, se sentirá frustrado porque no está al nivel que los demás creen que es una vida exitosa. Sumándole a eso, la obsesión de muchos por compararse con los demás. Si alguien contemporáneo está teniendo éxito y la persona no, comenzará a cuestionarse si ha estado haciendo lo correcto.
Todo el problema se debe a la perspectiva limitada. Muchas veces nuestra visión de la vida es limitada. Nos enfocamos en las circunstancias en las que estamos viviendo y perdemos de vista el panorama general, que incluye factores externos, tiempos y propósitos que no siempre comprendemos. Ampliar nuestra perspectiva nos ayuda a entender que en medio de la crisis, Dios está con nosotros y que la adversidad no es necesariamente señal de fracaso. El favor de Dios estuvo con José, aun cuando todo parecía estar mal. Una perspectiva diferente nos diría que José:
- Fue echado a la cisterna, pero hubiera sido peor si lo hubieran matado.
- Fue vendido como esclavo, pero hubiera sido peor si lo hubieran dejado morir en la cisterna.
- Fue calumniado y encarcelado, pero su amo hubiera podido matarlo.
- Fue encarcelado, pero hubiera sido peor si no hubiera encontrado gracia ante el jefe de la cárcel y hubiera sido tratado cruelmente.
- Fue encarcelado injustamente, pero hubiera sido peor si no hubiera podido interpretar los sueños y se hubiera quedado en la prisión sin esperanza.
- Vivió tiempos de hambre, pero hubiera sido peor si no hubiera sido nombrado segundo al mando y no hubiera podido ayudar a su familia.
- Estuvo lejos de su familia durante años, pero hubiera sido peor si nunca hubiera tenido la oportunidad de reconciliarse con ellos.
El Favor de Dios a Través de Su Providencia
"Como el Señor estaba con José y hacía prosperar todo lo que él hacía, el guardia de la cárcel no se preocupaba de nada de lo que dejaba en sus manos." Génesis 39:23
¿Qué más bajo podía caer José si ya era esclavo? Pues se venía una tormenta más para José, ya que por calumnias de la esposa de Potifar terminó en prisión. Sin embargo, no importa cuál fuera la crisis de José, el favor de Dios lo acompañaba a través de su providencia.
Hay una palabra que siempre me ha causado seguridad, y es la palabra providencia. Esta palabra está compuesta por "Pro," que significa "a favor de" o "en lugar de," y "Videre," que significa "ver." Quiere decir que Dios ve en favor de nosotros. Se utiliza para describir cómo Dios interviene en el mundo y cuida de nosotros.
La providencia es la acción de Dios de proveernos y cuidarnos, guiando los eventos que suceden en el mundo hacia su propósito divino, tal como lo hizo con José. Esto implica que, incluso en medio de crisis y dificultades, Dios está (tenga claro esto) activamente involucrado en nuestras vidas, asegurando que se cumplan sus planes y propósitos, incluso si nosotros no lo podemos ver o entender.
Dios se asegura de que tengamos lo que necesitamos, incluso si las circunstancias parecen imposibles. Así que, de formas inexplicables, o como se dice "Dios obra misteriosamente," Él puede darnos la apertura de oportunidades ocultas en momentos difíciles. Cada crisis de José también era un escalón más de oportunidad para llegar hasta donde Dios quería ponerlo. Esto nos enseña que, aunque no siempre veamos las oportunidades, en realidad están ahí. Dios tiene un plan en acción, y aunque no podamos verlo, Él está obrando.
La providencia también nos recuerda que hay esperanza en medio de la adversidad y que puede haber oportunidades para la reconciliación y la restauración.
Vea el favor de Dios en su vida.
Entonces el faraón preguntó a sus servidores: —¿Podremos encontrar una persona así en quien repose el Espíritu de Dios? (Génesis 41:38).
José brillaba en su casa, teniendo el favor de su padre, quien le regaló una túnica de colores. Era notable el favor de Dios sobre él cuando estuvo con Potifar; aun en prisión fue favorecido ante el jefe de la cárcel. Solo faltaba que el favor de Dios se manifestara en él delante del faraón.
Todo este recorrido de José, desde la cisterna hasta ser señor de Egipto, estuvo acompañado del favor de Dios sobre su vida. Hay muchas formas en las que el favor se manifiesta que tal vez no lo interpretamos como favor, pero sin duda lo es. Es tiempo de comenzar a notarlo; el favor de Dios se manifiesta en:
1. Fortaleza: Aunque muchas veces enfrentamos dificultades, recuerde que siempre hay un propósito mayor detrás de todo eso. Esto nos da fuerza y motivación para perseverar, sabiendo que no estamos solos y que Dios está obrando en nuestras vidas, tal cual fue el caso de José.
2. Corazón Agradecido: Dios nos concede el don de ser felices incluso en situaciones difíciles, otorgándonos un corazón agradecido. Agradecer por las pequeñas y grandes intervenciones de Dios nos ayuda a enfocarnos en lo bueno de la vida, en lugar de quedarnos atrapados en lo malo. En ningún momento se registra que José se haya quejado de su situación; al contrario, al final reconoce que todo ha sido por el propósito de Dios para preservar a su familia.
3. Crecimiento: Las dificultades, muchas veces, en realidad son oportunidades de crecimiento. Al cambiar nuestra perspectiva sobre la vida, podemos ver las pruebas como parte del plan de Dios. Podemos fortalecer nuestra paciencia, fe y resiliencia, lo cual nos prepara para ser más fuertes al enfrentar futuros desafíos. Si José no hubiera pasado todo lo que enfrentó, no hubiera alcanzado tal magnitud de crecimiento.
4. Empatía: Una de las más grandes lecciones es aprender a ser más comprensivos con las luchas de los demás. Reconocer que todos enfrentamos dificultades y que el favor de Dios puede estar presente en esos momentos nos permite ofrecer apoyo y aliento a quienes están en crisis. La crisis baja la arrogancia y nos enseña a ser humildes.
5. Esperanza: Dios nos permite tener una visión esperanzadora del futuro. Si entendemos que Dios está presente y trabajando en nuestras vidas, podemos confiar en que nuestras circunstancias actuales no son el fin, sino solo parte de un proceso hacia algo mejor.
6. Enfoque: El favor de Dios nos ayuda a identificar y buscar el propósito en nuestras experiencias. Recordar que Dios obra para bien nos permite comprender que cada prueba puede estar alineada con Sus planes para nuestra vida, y esto nos puede dar la dirección que necesitamos y la motivación para seguir adelante.
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