Enfrentando los problemas en la relación

Enfrentando los problemas en la relación

Como hemos mencionado anteriormente, aunque las historias de la Biblia provienen de tiempos y culturas muy distantes, no significa que no puedan ofrecernos lecciones relevantes en la actualidad, especialmente en lo que respecta a las relaciones. Las parejas descritas en la Biblia pueden no haber vivido de acuerdo con las normas culturales actuales, pero enfrentaron conflictos muy similares a los nuestros. Por lo tanto, sus vidas pueden servir como ejemplos para aprender valiosas lecciones.

En esta ocasión, nos centraremos específicamente en el tema de los problemas en las relaciones matrimoniales. Es importante reconocer que todos los matrimonios enfrentan dificultades, sin excepción. A menudo, tendemos a percibir que la vida de los demás es perfecta y que están felices, mientras que la nuestra está llena de problemas. Sin embargo, esta percepción puede ser engañosa, ya que solo vemos la parte que las personas eligen mostrar y no la totalidad de sus vidas.

Sin embargo, esto no significa que debamos resignarnos a vivir una vida llena de problemas solo porque ya dijimos que todos los matrimonios enfrentan dificultades. Más bien, debemos aprender a identificar los problemas y encontrar formas de enfrentarlos en pareja.

La Biblia nos presenta diversas parejas que nos ayudan a visualizar los diferentes problemas a los que nos podemos enfrentar en nuestras relaciones. A partir de sus experiencias, podemos explorar las posibles formas de abordar y superar estos desafíos juntos.

Problemas de crecimiento

Los problemas de crecimiento son los desafíos y cambios importantes que las parejas experimentan a lo largo de su vida juntas. Estos desafíos son normales y comunes en la vida de muchas parejas, son problemas que se dan normalmente por los cambios al casarse, al tener hijos, o al adaptarse a cambios en el trabajo o en la salud.

Estas crisis son por cambios reales en la vida de la pareja, como cambios en el estado civil, responsabilidades familiares, o en la carrera profesional. No son problemas imaginarios.

Algunas de estas situaciones pueden ser sutiles y no tan evidentes al principio, aquí entra lo que hablamos la semana pasada como el enfriamiento del amor romántico. Que es de esperarse que ocurra, pero creemos que es un problema.

Un ejemplo de esto en la biblia es la pareja de Abraham y Sara que enfrentaron diversos conflictos propios de su relación.

Génesis 16:2 (RVR1960):

"Saraí dijo a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Saraí."

Para enfrentar mejor estos “problemas”, es necesario pensar en ellos como partes normales y esperados del viaje de la pareja que ya mencionamos. Al darse cuenta de que estos cambios son normales y prepararse para ellos, las parejas pueden enfrentarlos de manera mas clara.

Además, es muy importante hablar abierta y honestamente sobre cómo se sienten acerca de estos cambios, el problema de muchas parejas es la falta de comunicación. Hablar sobre las expectativas, preocupaciones y miedos puede ayudar a fortalecer la relación y encontrar soluciones juntos. También es importante entenderlo porque de esta forma se puede ser capaz de adaptarse y recuperarse cuando las cosas no salen como se esperaba, para poder mantener una buena actitud incluso cuando las cosas se ponen difíciles.

Eventos desafortunados

Job 1:13-19 (NVI)

"Un día, cuando los hijos de Job estaban en la casa de su hermano mayor, comiendo y bebiendo con él, llegó un mensajero a la casa de Job y le dijo: «Los bueyes estaban arando y las burras paciendo cerca de ellos, cuando de pronto llegaron a robarlos los sabeos y se los llevaron. A los criados los pasaron a filo de espada, ¡y solo yo escapé para contártelo!».

Todavía estaba hablando cuando llegó otro y le dijo: «¡Del cielo cayeron relámpagos y quemaron y mataron a todas las ovejas y a los criados! ¡Solo yo escapé para contártelo!».

Todavía estaba hablando cuando llegó otro y le dijo: «Los caldeos dividieron tres grupos, atacaron a los camellos y se los llevaron. A los criados los pasaron a filo de espada, ¡y solo yo escapé para contártelo!».

Todavía estaba hablando cuando llegó otro y le dijo: «Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor, cuando de pronto llegó un fuerte viento del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa. La casa se derrumbó sobre ellos y todos murieron. ¡Solo yo escapé para contártelo!."

Los problemas imprevistos, son situaciones que suceden de repente y sin previo aviso. Son como accidentes que ocurren de manera repentina y sorpresiva. Por ejemplo, podría ser un accidente automovilístico, una enfermedad repentina o un desastre natural como un terremoto o una inundación.

Cuando enfrentamos este tipo de crisis, es común que busquemos culpables o nos preguntemos qué podríamos haber hecho para evitarlo. Por ejemplo, podríamos pensar "si hubiera hecho esto de otra manera, esto no habría pasado". Esto es normal, ya que buscamos entender lo que sucedió y tratar de encontrar una solución.

Un caso muy triste en la biblia es la historia de Job y aunque no se habla ampliamente de su matrimonio sin duda los efectos de los problemas que vinieron sobre ellos afectaron su relación.

Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. Job 2.9-10

Esto puede dificultarse cuando tenemos diferencias en la forma de afrontar el estrés, hay falta de comunicación y falta de apoyo mutuo. Es por eso que debemos trabajar en estrategias para enfrentar estos problemas: trabajar en mantener la calma, reflexionar y evaluar la situación, no hundirnos solos sino buscar apoyo y tomar decisiones.

Problemas internos

Los problemas internos. son aquellos que ocurren cuando aumentan los conflictos personales dentro de una persona o una pareja. Por ejemplo, alguien que siempre tiene problemas con otras personas porque tiene un carácter desagradable, o una persona joven que no puede encontrar pareja debido a su mal humor constante. Por ejemplo, también podríamos mencionar a alguien que constantemente experimenta envidia y resentimiento hacia los logros de otros, lo que lo lleva a situaciones conflictivas. Otra situación podría ser la de una persona que es movida por la codicia y la avaricia, terminando en problemas éticos y morales, lo que finalmente traerá una crisis en su vida y por supuesto en sus relaciones. También podríamos considerar el caso de alguien que lucha por perdonar a otros por errores pasados, lo que lleva a una acumulación de amargura y resentimiento, generando tensiones y conflictos internos.

Algo muy diferente pasó con un hombre llamado Ananías. Este hombre y su esposa, que se llamaba Safira, se pusieron de acuerdo y vendieron un terreno, 2 pero se quedaron con parte del dinero de la venta. El resto se lo entregaron a los apóstoles. Hechos 5.1-2 TLA

La mayoría conocemos la historia de esta pareja y las consecuencias que enfrentaron, ellos son una muestra de problemas que afectan profundamente a la persona o a la relación.

Es importante comprender que en el transcurso de una relación, es normal enfrentar momentos desafiantes, ya sea debido a cambios y crecimiento natural, eventos imprevistos o conflictos internos. El error de muchos es pensar que estas crisis son señales de debilidad o falta de espiritualidad en la pareja. Sin embargo en lugar de sentir vergüenza o culpa por atravesar estas dificultades, debemos reconocer cuándo se necesita ayuda y tener la valentía de buscar apoyo.

Es importante que las parejas se sientan seguras para buscar ayuda cuando enfrentan problemas que no pueden resolver por sí solas. Esto puede implicar buscar consejería matrimonial, hablar con líderes espirituales o buscar apoyo en grupos que fortalecen la fe.

Muchas veces las crisis internas se deben a conflictos no resueltos dentro de la pareja. Reconocer y enfrentar estos conflictos es fundamental para encontrar soluciones y fortalecer la relación.