Dios inmensurable


DIOS INMENSURABLE 

 

Cuando Dios nos habla y nos dice que nos va a bendecir y que proveerá, significa que nos bendecirá y proveerá. Cuando dice que la bendición será grande, realmente lo es. Tenemos que aprender a confiar en su palabra. No podemos dudar de la capacidad y el poder de Dios para obrar en nosotros. A Dios no podemos medirlo; Él no hará las cosas como nosotros queremos.

 

ZACARÍAS 2:1-5 DHH

 

Aún tuve otra visión. Se me apareció un hombre que llevaba en la mano una cinta de medir. Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me contestó: «Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para saber su largo y su ancho.» Entonces vi que se iba el ángel que había hablado conmigo, y que otro ángel le salía al encuentro y le decía: «Corre a decirle al joven que lleva la cinta de medir: “Jerusalén va a ser de nuevo habitada, y serán tantos sus habitantes y ganados que no podrá tener murallas. Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.”»

 

Este joven iba a medir Jerusalén, y Dios lo para y le dice: ¿A dónde vas? Tú no vas a medir nada porque yo soy el que va a llenar la ciudad de lo que ella necesita; yo seré su gloria.

 

Estamos llamados a respetar a Dios, estar en desacuerdo con lo que Él hace, nos guste o no nos guste, estar de acuerdo con sus decisiones, no estar midiendo lo que Él hace con nuestras mentes finitas.

 

Tenemos que dejar esa actitud:

- Si no piensa como yo, no sirve.

- Si no educa como yo, umm mejor no.

- Si no habla como yo.

- Si no camina como yo.

- Si no se viste como yo.

 

MEDIMOS MUCHO A DIOS Y A LOS DEMÁS. Pero Dios no ve las cosas como nosotros las vemos. Los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros; Él usa lo que los demás descartan. Él elige lo que los demás rechazan. Cuidado, porque si tú acostumbras a rechazar a los demás, Dios te puede sorprender. Él va más allá de lo que nosotros pensamos, y lo que Dios hace está bien. Los milagros a veces no fluyen porque medimos mucho lo que hace Dios en su plan.

 

LA CONDICIÓN CON LA QUE LLEGAN LAS PERSONAS A LA IGLESIA TAMBIÉN LA MEDIMOS. ¿Cuántos aman su iglesia? ¿Cuántos quieren ver milagros en la iglesia? Entonces tenemos que dejar de medir lo que sucede en la iglesia. Muchas veces no suceden milagros porque estamos midiendo el mensaje que se está predicando, la alabanza que se está cantando. Queremos que Dios actúe como a nosotros nos gusta. Y hay que derribar ese concepto y dejar que Dios actúe con su poder. Porque a Dios no lo puedo medir, a Dios no lo puedo limitar.

 

EN LA IGLESIA NO PARAMOS DE MEDIR. Nos limitan las comparaciones. Esto que tenemos aquí puede obstaculizar los milagros de Dios. Muchas veces ciertas actitudes nuestras anulan los milagros. Con esto podemos eliminar a Dios del asunto; cuando nosotros medimos demasiado, saco a Dios de en medio y elimino los milagros de Dios. Todos tenemos una cinta métrica en la cabeza y tenemos que dejar de medir para que Dios empiece a bendecir.

 

MENTALIDAD DE CINTA MÉTRICA. Y es uno de los obstáculos más grandes que tiene la obra de Dios; cuando usted mide todo. Medimos los ministerios de los demás, los ministerios de la ciudad, y cuando eso sucede, mi ministerio se va secando. Medimos las iglesias, su tamaño, su identidad (aquí encierra mucho como su estilo), su doctrina, su espiritualidad. La medición de otros impide nuestro crecimiento. De tanto medir lo que los demás hacen y lo que los demás son, mi ministerio se va a secar.

 

Mateo 7:1-2 No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

 

Deja de medir y los milagros van a ocurrir. Cuando hablamos o juzgamos y medimos, medimos, medimos... nuestra vida de fe va decreciendo y nuestro progreso espiritual también.

 

EL PUEBLO DE ISRAEL INSISTÍA EN RAZONAR A DIOS Y CUESTIONABAN SUS MILAGROS.

 

Salmo 78:17-20 Pero aún volvieron a pecar contra él, rebelándose contra el Altísimo en el desierto; pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto. Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto? He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, y torrentes inundaron la tierra; ¿Podrá dar también pan? ¿Dispondrá carne para su pueblo?

 

Salmo 78:32 Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.

 

No dieron crédito a las maravillas de Dios. Dios se la pasó haciendo maravillas en el desierto y el pueblo no creía. Se pusieron a medir a Dios. ¿Podrá Dios poner mesa en el desierto? ¿En el desierto es muy difícil comer, en el desierto no encuentras comida? Y Dios los tuvo que llenar de maná, de codornices, pero ellos se la pasaban midiendo y midiendo y midiendo... y no entendían que a Dios no se le puede medir. Usted que dice ¿Pondrá Dios mesa en el desierto? Dios te pone mesa en el desierto y en cualquier lugar... Delante de tus enemigos dice la palabra. En cualquier lugar. Dios les dice: Ustedes ponen la cinta métrica en todos lados, la ponen en el desierto. Pónganla donde quieran pero no me

 

 la pongan a mí porque yo soy más grande que tu desierto, yo soy más grande que tu montaña, yo soy más fuerte que tus deudas. NO ME PONGAS LÍMITES, MIS RECURSOS SON ILIMITADOS.

 

BASTA DE CALCULAR DICE DIOS. El cálculo de lo que yo pienso que Dios puede hacer o no puede hacer impide el milagro. Algunos dicen yo no tengo los recursos, Dios te dice yo soy incalculable. Tal vez tú dices: me falta para pagar y Dios te dice yo te proveo. NO LO MIDAS MÁS A DIOS. Dios te dice yo soy el incalculable, el indestructible, inmensurable - inmensurable quiere decir NO LO PUEDO MEDIR. No puedo decir DIOS NO VA HACER ESTO, DIOS NO VA HACER AQUELLO... Basta ya de medir a Dios.

 

LOS ISRAELITAS SE PERDIERON EL MAYOR MINISTERIO DE MILAGROS, LA MAYOR MANIFESTACIÓN DE MILAGROS, DESPRECIARON A JESÚS PORQUE TENÍAN MENTALIDAD DE MEDICIÓN. ¿Eres de Nazaret? ¿Tu mamá María estaba embarazada antes de casarse? ¿Tu te reúnes con los pecadores? Y ahí estaba Jesús, lo estaban midiendo y se perdieron los milagros más grandes que podía hacerles el hijo de Dios. Tu estás con pecadores, con prostitutas, tomadores de vino. ¿Tu te pusiste a sanar el día sábado? Esa era la mentalidad legalista y medidora de aquellos tiempos y es la misma que hay en muchos de nosotros. SI QUEREMOS LOS MILAGROS DE DIOS TENEMOS QUE DEJAR DE MEDIR PORQUE DIOS PUEDE HACER LO IMPOSIBLE.

 

BASTA DE MEDIR A LAS PERSONAS. Si trae ropa sencilla, si trae ropas caras, si es callado, si es muy hablantín. Algo que olvidamos es que a Dios lo que le importa es que la iglesia tenga amor. ¿En qué conocerán que son mis discípulos? En la ropa, en que hable mucho o poco? NO en el amor, en que nos amemos los unos a los otros... Eso es lo que le importa a Dios.

 

NAAMÁN. 2 Reyes 5

 

En mi país hay otros ríos más limpios, pero no son donde Dios te está diciendo que te sumerjas. Naamán estaba midiendo el río, estaba midiendo la orden de Dios... Por poco pierde su milagro si no fuera por esa criada que le dijo ¿Por qué no tiras a la basura esa cinta métrica? ¿Quién le hizo ver a Naamán lo que tenía que hacer? Ella no se midió a sí misma, ella sabía que a Dios no se le puede medir. Deja de medir y el milagro va a ocurrir.

 

EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS 5000 Lucas 9:13-17 Alguien sacó la cinta métrica. Pero la provisión nunca fue problema para Dios. El inventario no puede parar el milagro. (Jesús agarró la cinta y la tiró a la basura) Agarró el pan y el pescado y los comenzó a partir y se alimentaron todos y todos comieron y se saciaron y sobraron 12 canastas llenas. NO ES CON FUERZA SINO CON MI ESPÍRITU DICE EL SEÑOR.

 

DIOS LE QUITÓ LA CINTA A GEDEÓN Jueces 7

 

EL GIGANTE GOLIAD Saúl sacó la cinta y mejor se escondió. Pero llegó uno que no tenía cinta David. Saúl enseguida lo midió, sus hermanos también. Pero mira lo que hizo David 1 Samuel 17.40-47 Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo. 41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él. 42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. 43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. 44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. 


No te midas por tu estatura, por tu apariencia, por tus errores, fracasos, discapacidades (como Moisés) por tus carencias, por tus estudios, por tu color, posición social... DEJA DE MEDIR TODO, TIRA TU CINTA A LA BASURA PORQUE LA CINTA TE ROBA EL MILAGRO.


Pastora Vanessa Apac

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