Creciendo en el Espíritu Santo
Hace unos días la universidad de Asbury se volvió noticia debido a algo que llamaron avivamiento, incluso una cadena como Fox News le dio seguimiento. Lo que sorprendió fue que en esta universidad se estaba celebrando una reunión de oración que se suponía tenía que durar una hora y se alargó hasta donde sé por doce días, y eso porque según se dice llegó tanta gente incluso de otros países que la ciudad no se daba abasto para recibirlos, las filas para ingresar eran enormes, sin duda algo extraordinario. Hoy muchas otras universidades cristianas se han inspirado para orar y esperar una visitación de Dios así como sucedió en Asbury. Creo que algo así sucedió en la biblia cuando leemos en el libro de hechos:
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Hechos 2.1-6
Espero que esto de verdad sea el inicio de algo grande no solo en aquellos lugares sino en el mundo, un movimiento de esa magnitud me sigue diciendo que el cristianismo está mas vivo que nunca.
Recibir la visitación del Espíritu Santo es tan importante porque sin él la iglesia solo trabaja en sus propias fuerzas, ningún programa por muy bien que esté planeado puede sustituir la presencia del Espíritu de Dios sobre su iglesia. Es por eso que Jesús cuando resucitó lo primero que le dijo a sus discípulos fue que esperaran la promesa del Espíritu, que no se movieran hasta que viniera sobre ellos.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Hechos 1:4-5
No solo necesitamos la presencia del Espíritu como iglesia, sino también de forma individual, creo que la dedicación, el compromiso, y la perseverancia de muchos se debe precisamente a la llenura del Espíritu Santo, no estamos hablando solo de personas experimentando manifestaciones, estamos hablando de vidas que pasan a otro nivel por el poder de Dios en ellos.
Así que el día de hoy quiero hablarles sobre las tres experiencias con el Esíritu de Dios que todo cristiano debe experimentar. Creo que hay muchos estudios en los que se clasifican los niveles del Espíritu, pero desde mi experiencia personal creo que estos tres son los que todo cristiano sin duda debe experimentar
El sello de su Espíritu el nivel de la salvación
En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Efesios 1.13
Esta es la primera de todas las etapas, es la etapa en la que recibimos el Espíritu de Dios y somos marcados para Dios por su Espíritu.
Es aquí donde recibimos somos convencidos y confrontados por nuestro pecado para que creamos en la palabra y nos entreguemos a Dios.
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Juan 16.8
Creo que todos tenemos que vivir esa primera experiencia al venir a Dios, al principio es normal que la mayoría solo simpatice, incluso hasta participe, pero creo que todos tenemos un día en el que el Espíritu de Dios nos convenció, un día en el que algo cambió donde pasamos de ser un espectador a sentir el deseo de buscar y creer en Dios.
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Romanos 8.16
Esta parte también es cuando somos capaces de percibir la salvación, cuando miramos dentro de nosotros y sentimos la seguridad de pertenecerle a Dios, es más que asistir y cantar es la profunda sensación de que somos de Dios.
Recuerdo muy bien esa experiencia en mis primeros años de ser cristiano, recuerdo orar con todas mis fuerzas y llorar de tal manera que no percibía el tiempo solo quería estar ahí en su presencia.
Quiero que cada miembro de la iglesia no solo esté asistiendo por rutina, o por parte de la dinámica de su familia, quiero que cada miembro de la iglesia en verdad se sienta atraído por la presencia de Dios y disfrute estar delante de él cuando tenemos nuestros servicios.
La llenura del Espíritu - el nivel de la transformación
Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo recorrió las regiones del interior y llegó a Éfeso. Allí encontró a algunos discípulos. 2 —¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando creyeron? —les preguntó. —No, ni siquiera hemos oído hablar del Espíritu Santo —respondieron. 3 —Entonces, ¿qué bautismo recibieron? —El bautismo de Juan. 4 Pablo les explicó: —El bautismo de Juan no era más que un bautismo de arrepentimiento. Él le decía al pueblo que creyera en el que venía después de él, es decir, en Jesús. 5 Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar. Hechos 19.1-5
Este para mí es un ejemplo de cuando alguien está en la iglesia y ama a Dios pero no ha venido sobre su vida el Espíritu Santo. Creo que esta es la experiencia de muchos, los veo servir, reunirse, cantar, pero como los conozco sé que no han tenido esa experiencia en sus vidas y que si la llegan a experimentar sé que sus vidas no serán las mismas, pues cuando Dios viene sobre nosotros, somos realmente transformados.
Yo tengo claro el tiempo en el que creí y el espíritu estaba en mí, y también tengo claro el día que el Señor me bautizó con su Espíritu, crecí en una iglesia en la que la manifestación del Espíritu era algo muy preciado, así que era normal dentro de mi oración pedir la llenura de su Espíritu, recuerdo haber sido bautizado en una velada de oración de esas que iniciaban en la noche y terminaban hasta que terminaba, en ocasiones se amanecía. Una de esas noches estaba arrodillado en una banca, todos oraban no había un momento muy sobrenatural, pero de un momento a otro estaba hablando en lenguas Dios me estaba bautizando.
Cabe aclarar que las lenguas no son la señal definitiva para alguien que ha sido bautizado, pues el mismo texto que leímos dice que hablaban lenguas y profetizaban, además en otro pasaje Pablo dice claramente que no todos hablan en lenguas. Creo que cuando alguien es lleno del Espíritu Santo sabe que ha sido lleno porque algo ha sucedido sobre su vida.
También tenemos que decir que la llenura no es algo que sucede una sola vez en la vida, aquí es donde algunos hacen distinción en bautismo y llenura diciendo que el bautismo ocurre una vez y la llenura se da en diferentes tiempo, sea como sea creo que nuestro deseo debe ser el de querer experimentar una y otra vez el Espíritu de Dios viniendo sobre nuestra vidas.
La biblia dice que la iglesia fue llena en Pentecostés, pero también cuando leemos mas adelante dice que volvieron a ser llenos en otra ocasión, por lo que no debemos conformarnos con la experiencia del Espíritu en nuestras vidas una sola vez sino todas las que sean posibles.
Caminar en el Espíritu - El nivel del servicio
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Mateo 4.1 NVI
Creo que después de ser llenos del Espíritu este es el siguiente nivel, aquí es donde nos movemos en la voluntad de Dios, es donde aprendemos a escucharlo, donde somos usados específicamente por él. No todos los creyentes entran a este nivel porque aquí es donde también el enemigo tratará de doblegarnos para que no cumplamos el propósito de Dios en nuestras vidas.
Esta es la etapa donde aprendemos a movernos en lo sobrenatural, donde somos instrumentos de Dios donde quiera que vayamos, donde Dios nos habla no de una forma esporádica o planeada sino de una forma constante, esto lo entendí en mis primeros años de cristiano, recuerdo que en las reuniones había momentos en los que el ambiente se comenzaba a transformar y la gente oraba con todas su fuerzas y dentro de esos momentos había alguien que comenzaba a levantar la voz y todos sabía que Dios hablaría a través de su vida. Pero después conocí a otros hermanos que nos enseñaron que se podía ser usado por Dios sin que se tuviera que llegar a un ambiente de transformación, quienes simplemente en un momento muy natural podían hablar de parte de Dios, porque eran movidos por el Espíritu de Dios. Ambos casos son necesarios en ocasiones necesitamos crear una atmósfera y en otras necesitamos simplemente decir la palabra que Dios nos está dando.
Vivir una vida movida por el Espíritu es dejarnos usar por Dios, es hacer lo que hacemos para servirle pero que haya un respaldo muy particular de Dios en lo que hacemos, no importa que tan profesionales podamos ser si no vamos movidos por Dios no tendrá el efecto que esperamos.
No sé en que nivel te encuentras, pero si quiero invitarte a que no te quedes ahí, sigue creciendo en el Espíritu Santo, sigue buscándolo con todas tus fuerzas y deja que llene tu vida siempre.
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