Hablando del amor y la amistad, creo que una de las cosas más difíciles que hay en el mundo son las relaciones humanas, pasando porque podemos ser seres muy superficiales y estigmatizantes, o volátiles, problemáticos y personas con serios problemas psicológicos, creo que Dios está interesado en que podamos encontrar plenitud y salud en todos los aspectos de nuestra vida, incluyendo nuestras relaciones sociales y la gente con la que nos acercamos, por eso hoy aprenderemos un poquito acerca de los principales síntomas y problemas de las famosísimas relaciones tóxicas (Aplicables en cualquier persona y no únicamente en parejas, por cierto)
Para esto vamos a ir a la trágica historia de Sansón en Jueces 16,
retomando un poquito de lo que vimos la semana pasada.
1.-
Presión y Engaño.
Después
Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec. 5 los jefes filisteos le fueron a decir a
ella:
«Engaña a Sansón, y averigua el secreto de su gran
fuerza. Necesitamos saber cómo vencerlo y atarlo para mantenerlo bajo nuestro
poder. Si logras averiguarlo, cada uno de nosotros te dará más de mil monedas
de plata».
6 cuando
Sansón fue a visitarla, Dalila le preguntó:
—¿Cuál es el secreto de tu gran fuerza? ¿Cómo se te
puede atar sin que te liberes?
Jueces 16:4-6
Bueno, la biblia nos
ahorra la parte más dulce (O más bien nula) del enamoramiento entre Sansón y
Dalila, y va directamente al grano, descubrimos que Dalila es una mujer
interesada, y a la primera que se le ha ofrecido una buena suma de dinero no lo
piensa dos veces y está dispuesta a hacer lo que sea por descubrir el secreto
detrás de la gran fuerza de Sansón.
Primero que nada, y
mucho OJO con esto, es que es bien sabido que las personas interesadas están en
todas partes, aunque no es precisamente de lo que quiero hablar, somos parte
del problema cuando decimos cosas como “cásate con alguien que tenga dinero” o
“conocí a alguien, y es de familia con dinero” pues de esta forma alimentamos
afanes como la avaricia y el egoísmo, ponemos al dinero de por medio como meta,
y poco nos puede llegar a importar los medios en como lo vamos a conseguir.
Dalila no se detuvo de ninguna forma para
intentar entonces hallar la razón de la gran fuerza de Sansón, a sabiendas de
que el confiaba en ella y de que los planes que los príncipes filisteos tenían
con él no eran nada bueno.
Así que de principio
tenemos que Dalila quería obtener un beneficio a través de su relación con
Sansón, sin embargo, toda la presión que aplicó sobre él aunado a sus malas
intenciones son armas que las personas usan con mucha frecuencia en nuestro
entorno y muchas veces ni siquiera están buscando algo de nosotros
directamente, sino que lo hacen por puro placer y dependencia.
0 Dalila
le dijo a Sansón:
—¡Te
burlaste de mí! ¡Me dijiste mentiras! Vamos, dime cómo se te puede atar.
11 —Si
se me ata firmemente con sogas nuevas, sin usar —le dijo él—, me debilitaré y
seré como cualquier otro hombre.
12 mientras
algunos filisteos estaban al acecho en el cuarto, Dalila tomó sogas nuevas y lo
ató, y luego le gritó:
—¡Sansón,
los filisteos se lanzan sobre ti!
Pero
él rompió las sogas que ataban sus brazos, como quien rompe un hilo.
13 entonces
Dalila le dijo a Sansón:
—¡Hasta
ahora te has burlado de mí, y me has dicho mentiras! Dime cómo se te puede
atar.
—Si
entretejes las siete trenzas de mi cabello con la tela del telar, y aseguras
esta con la clavija —respondió él—, me debilitaré y seré como cualquier otro
hombre.
Jueces
16: 10-13
Muchas veces nos vemos obligados a
hacer cosas que no queremos hacer por la presión que las personas aplican sobre
nosotros, es importante que aprendamos a encontrar la forma de escapar de estas
relaciones o hallemos la libertad de poder decir NO cuando hay algo que no
queremos hacer.
Nadie tiene derecho a obligarnos a hacer
algo que nos incomoda o atenta contra nuestra salud física o emocional, la
presión puede implicar abuso y violencia, y Dios quiere que podamos ser libres
de eso.
1. Manipulación.
Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, ¿Cuándo tu corazón no
está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué
consiste tu gran fuerza. 16 y
aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole,
su alma fue reducida a mortal angustia. 17 le
descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja;
porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi
fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.
Jueces 16: 15-17
Okey, una cosa es la presión que una persona
puede infligir sobre nosotros para así alcanzar sus objetivos, y algo incluso
peor es la manipulación. En la cita anterior encontramos una severa
manipulación por parte de Dalila, cuando ella le reclama diciendo ¿Cómo
dices que me amas sí tu corazón no está contigo?
Es importante que podamos darnos cuenta
cuando una persona cercana a nosotros nos está manipulando HAY como notarlo, y
no podemos tomarlo a poco o ignorar las señales.
A)
Nos
sentimos desconcertados.
Estamos confundidos y preocupados, no
sabemos en que dirección debemos caminar o que es lo que debemos hacer. Cuando
estamos con una persona saludable sonreímos y disfrutamos cada momento a su
lado, cuando estamos con una persona tóxica y manipuladora dudamos de nosotros
mismos, de nuestra intuición, y nos preguntamos si continuar a su lado es hacer
lo correcto, porque con cada decisión que tomamos nos preocupamos sobre cómo
será la reacción que tomará.
Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
Salmo
119: 105
B)
Nos
sentimos aislados.
En
muchas ocasiones el resto de personas en nuestra circulo social no soportan
estar con “esta persona” tenemos que hallar huecos en nuestra vida para
visitar, ver o salir con alguien más, mentimos para no dar tantas explicaciones
o ocultamos cosas que en primera instancia no deberían ser motivo para
mantenerse en secreto, de forma que, con el paso del tiempo, nos es más fácil
alejarnos del resto del mundo con tal de tener a la “persona” más contenta.
C)
Nos
sentimos inseguros, pero no podemos verlo.
Dalila hizo que Sansón se durmiera recostado en
su falda, y mandó llamar a un hombre para que le cortara las siete trenzas.
Después comenzó a maltratarlo, 20 y le gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos te
atacan!»
Jueces 16: 19-20
Las personas manipuladoras de ninguna forma
nos hacen sentir seguros emocionalmente, la manipulación apaga nuestro espíritu
y hace que nuestra autoestima se desplome, pero cuando nuestra dependencia
emocional es más fuerte no somos capaces de ver esto, sino que caemos en la
trampa de volver a creer en ellos una y otra vez, incluso cuando nos han hecho
pasar por momentos horribles.
Algunas veces incluso, las personas se
pueden ven orilladas a ceder y hacer cosas que no deseaban, a cuestas de
alguien más, poniendo en riesgo su propia seguridad, y cargando en ocasiones,
con toda la responsabilidad de las ideas que alguien más tuvo, incluso cuando
las consecuencias pueden ser peores para ellos que para el manipulador.
Sansón cedió a la manipulación de Dalila
de contarle el secreto de su fuerza, incluso cuando se ponía a sí mismo en
riesgo, habiendo pruebas claras de que anteriormente esto lo había puesto en
problemas.
En Jueces podemos observar como se
describe que el espíritu de Sansón se redujo a mortal angustia, no puedo
imaginar lo constante y molesta que se volvió la presión que Dalila ejercía
sobre él, pero incluso peor fue la dependencia que él tenía de ella, pues, en
ningún momento pensó siquiera en salir de esa relación, siendo que estaba
poniendo en riesgo todo lo que él era.
Vivir presos de una relación tóxica en
donde hay manipulación hace que pongamos en juego y en riesgo el quienes somos
como persona. Perdemos nuestra identidad cuando hacemos todo por complacer a
una persona que nos hace daño, pero muchas veces, nos hacemos más daño nosotros
mismos cuando no somos capaces de romper con esta dependencia emocional.
Vivir con una persona manipuladora puede
convertirse realmente en una vida de esclavitud, en donde cada día hay que
adaptar nuestras acciones a los deseos de alguien más, sin embargo, el Señor es
experto y se especializa en hacer a las personas libres de las ataduras que se
han puesto encima o que alguien más ha puesto sobre ellos.
No dudes en hablar con alguien, en pedir
ayuda, pero sobre todo en pedirle al Señor en oración la dirección y sabiduría,
que pueda abrir tus ojos a su verdad, a la libertad que el trae y podamos juntos
encontrar los pasos que debemos seguir
para ser verdaderamente libres de una relación que no nos esta llevando a
ningún lado, y que está deteriorando y poniendo en riesgo nuestra salud mental
y física.
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