Liderazgo que impulsa

 Liderazgo que impulsa

Durante nuestra vida experimentamos los cambios de impulso, en ocasiones todas las cosas nos están funcionando y en otras nada nos sale bien, quisiéramos siempre que todo fuera perfecto, pero no siempre será así. ¿por qué sucede esto? Porque cuando alcanzamos un buen nivel entramos a una etapa de conformismo, donde dejamos de exigirnos, así que comenzamos a perder nuestro impulso.

¿Alguna vez vio Rocky III? Hay una escena donde su entrenador Mickey no quiere permitirle pelear contra el nuevo retador Clubber Lang, porque le dice que le ganaría en el tercer round porque este hombre tiene hambre, cosa que Rocky no ha tenido hambre desde que consiguió el título, a lo que le confiesa que solo había ganado peleas porque había escogido muy bien a sus contrincantes. Esto nos recuerda que no es fácil para alguien mantenerse en la cima consecutivamente, pues en algún momento se pierde el impulso, no puedes mantenerte solo con lo que lograste necesitas mantenerte exigiendo cada vez más de ti. Es posible que en algún momento hayas logrado algo importante pero no es suficiente con lograrlo debes luchar para seguir manteniéndolo, se necesita seguir trabajando, seguir exigiendo, seguir innovando o de otra manera se pierde el impulso.

No es suficiente con lograr el impulso de Dios en nuestras vidas, debemos trabajar en mantenerlo, para esto los líderes son pieza clave para mantener el impulso, así como hay líderes que han traído impulso, hay otros que lo han quitado, tengo que preguntarme ¿Qué clase de líder soy? O ¿Qué clase de líderes tengo? Los líderes están inspirando o desanimando. En la biblia encontramos líderes que dieron impulso al pueblo de Dios, al grado que se escribieron libros sobre su vida tal es el caso de Nehemías, pero, aunque no se haya escrito un libro sobre la vida de Caleb sin duda que su liderazgo marcó un tiempo extraordinario y trajo un gran impulso al pueblo de Israel cuando este estaba decayendo por la crisis del desierto. Basta una frase de Caleb para encontrar tres pensamientos claves que nos ayudaran a conservar el impulso.

Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés, y dijo: —Subamos a conquistar esa tierra. Estoy seguro de que podremos hacerlo. Números 13.30 NVI

Seguridad del propósito

Subamos a conquistar esa tierra…

El pueblo de Israel había ganado un gran impulso al haber salido victorioso de Egipto, salieron bendecidos con joyas que los egipcios les dieron y con milagros sobrenaturales que Dios hizo, sentían que el mundo era suyo. Pero poco a poco las condiciones del desierto hicieron que el pueblo comenzara a declinar en su fe hasta el grado de querer regresar a la esclavitud. De la misma forma Puede ser que en algún momento has vivido un tiempo de impulso y sientes que vives un tiempo de gloria, pero los desiertos por los que has pasado te hacen dudar del propósito, estabas seguro de a donde ibas, estabas seguro de conquistar tus sueños, hablar de la tierra prometida ya no les entusiasmaba, ver los frutos de la tierra prometida no les inspiraban, es lo mismo que sucede con los creyentes que la crisis les ha robado el impulso, las cosas que antes les inspiraban ahora ya no les inspiran.

Caleb no dejó que el desierto le robara el impulso, Caleb seguía creyendo en las promesas de Dios, Caleb seguía creyendo en el propósito. Él dijo subamos a conquistar la tierra, tenía claro la razón por la que se encontraban allí, tenía claro que el desierto no era la meta y que Egipto ya no era opción, que no tenía que conformarse a vivir del maná. Hay personas que han perdido de vista el reino de Dios, han comenzado a ver el mundo como una mejor opción, sus ganas de luchar y buscar el reino de Dios.

Retoma el propósito de Dios, sigue creyendo que estás en el rumbo correcto, sigue confiando que Dios es la mejor opción que tienes, aunque el avance que estés logrando sea mínimo no te rindas, se fuerte, aunque la crisis parezca que no tiene fin, aférrate a las promesas de Dios

Seguridad de la gente

Subamos …Podremos hacerlo…

Cuando se comienza a perder el impulso no solamente comenzamos a ver las circunstancias imposibles, también comenzamos a dudar de quienes nos rodean, los hijos de Israel dejaron de ver el propósito de Dios, pero además comenzaron a fracturar la relación que tenían al grado de ver a Moisés como enemigo incluso hablaban de apedrearlo, y sabemos que esto no está nada lejos de la realidad actual, muchas personas que pierden el impulso pierden el ánimo y también pierden la relación con los demás incluyendo a los líderes, algunos poco les falta para que comiencen a recoger piedras.

Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 1 corintios 12.18

Debemos creer que estamos rodeados de las personas que necesitamos, cada persona que está en la iglesia es muy valiosa, como muchas veces hemos dicho en nuestra clase de compromiso cada miembro es un 10 en lo que hace, esto no significa que son perfectos o que nunca se equivocan, sino que hacen lo mejor que pueden según su capacidad, cada persona es útil a tu alrededor. Lamentablemente cuando los problemas se presentan si no tenemos un buen carácter las personas con las que teníamos unidad comienzan a volverse distantes. No dejemos de ver a las personas que nos rodean como importantes.

Además, se le unieron muchos otros que estaban en apuros, cargados de deudas o amargados. Así, David llegó a tener bajo su mando a unos cuatrocientos hombres. 1 Samuel 22.2

Todos quisiéramos estar rodeados de excelentes personas, pero no hemos pensado en convertir a las personas que nos rodean en excelentes, David no construyó su reinado con los mejores, no tenía los más ricos, ni los más alegres, ni los que estaban en buenas condiciones, sin embargo, levantó un ejército de los hombres menos “capaces” de su tiempo, igual que Jesús quien encontró sus discípulos en unos pescadores en lugar de buscar personas preparadas en el templo.

Tengamos seguridad en el propósito que Dios nos ha dado y tengamos seguridad en las personas con las que nos ha rodeado

Seguridad de triunfar

…Estoy seguro…

No hay nada que apague más el impulso que el lenguaje negativo, los hijos de Israel de por sí estaban con los sentimientos al borde, así que cuando los espías llegaron con un mensaje negativo los hijos de Israel lloraron toda la noche, se quejaron hasta hablaron de apedrear a Josué y Caleb.

Vimos también a los gigantes, a los descendientes de Anac. Al lado de ellos nos sentíamos como langostas, y así nos miraban ellos también. Números 13.33 DHH

Es difícil trabajar con personas negativas, pues siempre están bajando la moral y cortando el impulso, si queremos ser fuertes debemos aprender a hablar un lenguaje de fe. Como sabemos Josué y Caleb fueron los únicos de la generación que salió de Egipto que pudo tomar la tierra, pero esto se debió a que ellos creyeron y tenían seguridad en lo que estaban haciendo, Caleb dijo ¡Estoy seguro! Por supuesto su seguridad no era una seguridad superficial basada en sus fuerzas o en sus capacidades sino en las promesas de Dios, en las palabras que Dios les había dado.

» Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida! Y todavía mantengo la misma fortaleza que tenía el día en que Moisés me envió. Para la batalla tengo las mismas energías que tenía entonces Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí, y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».. Josué 14.10-12

La seguridad llevó a Caleb no solo entrar a la tierra sino a su avanzada edad lo llevó a conquistar las regiones de montaña que por las condiciones del terreno no eran fáciles de tomar, sin embargo, él estaba seguro de hacerlo y lo hizo.

Si queremos vivir una vida de impulso debemos tener seguridad en lo que estamos haciendo, debemos tener seguridad de quienes nos estamos rodeando y debemos tener seguridad de que lograremos la victoria.