Como cada principio de año buscamos una palabra que nos guie sobre lo que haremos o esperamos en el transcurso del año. Sin duda Dios nos estaba preparando a principios del 2020 para lo que vendría, haciendo un resumen de lo que se habló a principio del año dijimos que:
Este año sería un año donde tendríamos que mostrar madurez,
de hecho, en el mes de enero dimos una serie que se llamó: Valiente, porque
Dios nos llamaba a actuar con valentía sin saber que vendría en el año, este
año seria de madurez, porque tendríamos que dar nuestro mayor servicio al
Señor, también sería de madurez porque tendríamos que luchar, sería un año de
madurez porque tendríamos que hacernos visibles, sería un año de madurez porque
seriamos desafiados en nuestra integridad. Por otro lado, sería un año para
dejar atrás los viejos modelos Dios llamó a la mujer para destacar este año,
este sería un año para que las iglesias comenzaran a trabajar en las nuevas
tecnologías y la innovación, hablamos de la iglesia virtual. Este también sería
un año para alcanzar logros, por eso también lo llamamos de emprendimiento, y
creo que muchos tuvieron que emprender y soltarse en este año.
Estamos por entrar un nuevo año e igual que todos los años
pedimos a Dios dirección, la biblia dice debemos ser entendidos en los tiempos.
1 crónicas 12:32 De los hijos de Isacar, doscientos
principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer,
cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
Así que a continuación veremos porque hemos llamado este año
el año de Daniel, por lo regular hemos usado términos y no un nombre como en
este caso, año de doble bendición, de rompimiento, de nuevos comienzos, etc.,
pero esta vez porque creo que Dios nos está llamando a un estilo de vida como
el de Daniel, su vida de revelación, consagración y lucha espiritual lo
distinguen. Así que no es solamente un año de algo sino un año de un estilo de
vida.
Año de revelación
En el tercer año del reinado de Ciro de Persia, Daniel, que
también se llamaba Beltsasar, tuvo una visión acerca de un gran ejército. El
mensaje era verdadero, y Daniel pudo comprender su significado en la visión.
Daniel 10.1
Este es un año en el que Dios nos llama a tener nuestros
oídos y ojos espirituales muy abiertos porque habrá Palabra para recibir, entre
los profetas Daniel se caracteriza por ser una persona de revelaciones, así que
este será un año de Daniel porque habrá revelación, sin duda todo el tiempo hay
revelación y todo el tiempo Dios está hablando, pero la diferencia es que este
tiempo vendrá con comprensión y entendimiento sobre las visiones.
Este es un año en el que Dios estará hablando a las vidas, la
palabra revelación significa mover el velo, así que Dios moverá el velo en
muchos sentidos sobre cosas y situaciones que hoy desconocemos, hay un tiempo
en el que las cosas permanecen secretas, pero también hay un tiempo para
comprenderlas, hay un tiempo para recibir revelación, Daniel en muchos momentos
tuvo visiones o interpretaba sueños, pero tenía que orar para recibir
entendimiento en este capítulo él tuvo comprensión y entendimiento sobre la
revelación.
Creo que Dios llamará de forma muy especial a sus siervos
para tener conexión con él porque la palabra se transmite principalmente a
través de ellos, para el desarrollo de su iglesia.
Debemos entender que la revelación es clave en la vida de
cualquiera, la revelación marca la vida de una persona, la revelación te
dirige, te dice como hacer las cosas y con quienes, la revelación te ayuda a
entender cómo funciona la obra de Dios entre nosotros. La revelación es lo que
necesitas para salir a flote en un año difícil, es lo que necesitamos para
desarrollar todo nuestro potencial.
También debemos entender que la revelación en muchos casos no
es para todos, a veces por más que queremos que alguien reciba la revelación
que hemos recibido no lo hará. (vea Daniel 10.7-8 y Hechos 9.7 -8)
Año de consagración
«En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si
estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé
carne ni vino, ni usé ningún perfume. Daniel 10.2
Daniel se caracterizaba por ser una persona de mucha conexión
con Dios, en la biblia lo vemos continuamente orando, se menciona que lo hacía
tres veces al día, así que si algo debe caracterizar este año es de un tiempo
entregado de oración, pero principalmente como se describe en este capítulo de
ayuno, es por eso que decidimos comenzar el año con un ayuno de tres semanas
como el de Daniel o sea veintiún días.
El ayuno tiene el propósito de afligir nuestra alma para
fortalecer nuestro espíritu para que sea más receptivo a la voz de Dios, si
este es un año de revelación necesitamos que nuestro espíritu se fortalezca
para recibir esa palabra, no podemos hacerlo si vivimos continuamente en un
estado carnal.
El ayuno tiene un propósito de purificar nuestro cuerpo, la
biblia dice que Daniel no comió carnes ni manjares, personalmente creo que Dios
me está llamando a una vida más saludable, por lo que estoy evitando muchos
alimentos que considero son negativos para mi cuerpo, y en este caso el ayuno
de Daniel coincide perfectamente.
El ayuno tiene el propósito de intensificar nuestra comunión
con Dios, si queremos respuestas públicas de Dios debemos tener más búsqueda
privada con él. Algo clave en esto es la calidad de ayuno que hacemos, muchas
veces nos preocupamos más por la cantidad de tiempo que por la calidad de
ayuno, es por eso que algo importante que podríamos hacer es abstenernos de
cosas que satisfacen nuestra carne durante el periodo de ayuno y dedicarnos el
mayor tiempo posible y meditar en la palabra y la oración.
El ayuno es un tiempo de humillación (v.12) creo que si
queremos tiempos de exaltación necesitamos humillarnos ante nuestro Dios.
Año de actividad espiritual.
levanté los ojos y vi ante mí a un hombre vestido de
lino, con un cinturón del oro más refinado. Daniel 10.3
Al principio cuando leí el capítulo de Daniel pensé que sería
principalmente un año de guerra espiritual, pero creo que, aunque la lucha
espiritual está implícita es más un año de actividad espiritual creo que Dios
traerá un derramamiento y una presencia especial en este año. Creo que todos
los que hemos tenido tiempos con Dios hemos experimentado en cierta medida lo
descrito en los versículos 9-11
Este será un tiempo de fortalecernos, la lucha no termina de
forma automática cuando deja de ser 2020 y empieza a ser 2021, pero tenemos la
confianza de que Dios nos fortalecerá para poder seguir avanzando.
Su presencia nos llenará de paz. Dios quiere que tengamos paz
en este año en medio de la incertidumbre y las aflicciones.
Su presencia traerá amor, Dios se manifestará a nuestras
vidas de muchas formas para mostrarnos su eterno amor.
Su presencia nos dará ánimo. Si algo necesitamos para poder
conquistar este año es ánimo y valor, dejar a un lado el temor y tener la
seguridad de que Dios estará con nosotros.
Finalmente, algo importante que podemos ver es que este es un
año de victoria, porque, aunque la lucha sea grande y el tiempo largo al final
hay una victoria que el Señor logrará. Así que tomamos el año conociendo el
final y cuando to conoces el final sabes que puedes avanzar con seguridad de lo
que estás haciendo.
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