Serie la batalla de la fe
No
te engañes a ti mismo
Hay
quienes piensan que está bien todo lo que hacen, pero al fin de cuentas acaban
en la tumba. Proverbios 16:25 (TLA)
¿Cuál
puede ser la principal de nuestras batallas de nuestra fe? Como hemos dicho en
estos días hay una batalla que estamos librando contra el enemigo que quiere
sacarnos completamente del juego. Pero para finalizar esta serie debemos
considerar un enemigo más al que siempre noes estamos enfrentando especialmente
cuando se trata de nuestros pensamientos.
Así
es tal como lo leíste nosotros mismos podemos ser nuestro propio problema, el
apóstol pablo advirtió claramente a Timoteo a tener cuidado de sí mismo.
Ten
cuidado de ti mismo… 1 Timoteo 4.16
Cuando
leemos la carta de Santiago podemos notar como continuamente advierte sobre el
engaño a sí mismos, nuestro principal problema puede ser que nosotros mismos
podemos llegar a estar tan seguros de algo que es muy difícil poder aceptar lo
contrario.
Nuestro
problema sigue siendo nuestra forma de pensar, la biblia afirma que nuestro
corazón es engañoso. Así que debemos dar por hecho que muchas veces lo que creemos
o pensamos no es necesariamente verdad.
El
corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién
realmente sabe qué tan malo es? Jeremías 17.9
¡Así
que sorpresa! La biblia dice que la respuesta no está en tu corazón. Por mucho
tiempo las personas siguen lo que les dice su corazón, por lo que sienten que
tienen que hacer. Porque siempre lo que sentimos será afectado por lo que hemos
experimentado. Y a veces una experiencia negativa te hará negar todo lo que se
relacione con esa experiencia.
La
semana pasada decía que actuamos en base a emociones, pero nuestras emociones
no son muy confiables ¿Cuántas veces has hecho o dicho algo por una emoción y después
te lamentas de haberlo hecho? Eso es porque nuestras emociones son mentirosas.
La
verdad es que cuando mentimos la mayor de las veces que lo hacemos es a
nosotros mismos más que lo que lo hacemos a los demás. ¿Cuántas cosas hemos
hecho mal porque nos convencimos a nosotros mismos de hacerlo? Pocas veces
podemos hacerlo con los demás, pero no es muy difícil hacerlo con nosotros
mismos.
Así
que analicemos la carta a Santiago y veamos cuáles son esas formas en las que
nos engañamos a nosotros mismos.
NOS
ENGAÑAMOS CUANDO PENSAMOS QUE PODEMOS HACERLO POR NOSOTROS MISMOS.
Actualmente
muchas personas son afectadas por la forma en la que perciben el mundo a través
de las redes sociales, aunque hay una pequeña cantidad de personas que comparte
sus tristezas, la realidad es que la mayoría comparte logros y éxitos además de
memes, eso impacta de forma negativa a muchos porque tienen la impresión de que
los demás están teniendo éxito en sus vidas mientras que el espectador está
teniendo complicaciones por la pandemia.
Esto
debilita por supuesto la fe porque ¿Cómo otros pueden prosperar incluso sin
buscar a Dios y yo buscándolo no me está yendo bien? Así que ¿Por qué no
intentarlo sin Dios? Si a otros les está yendo bien. Este es el primer engaño
porque pensamos que estas personas han logrado lo que tienen sin ayuda de Dios.
Pero la biblia nos enseña que aun las personas que no lo conocen hacen todo por
la obra de Dios.
Después
de que el Señor haya utilizado al rey de Asiria para llevar a cabo sus
propósitos en el monte Sión y en Jerusalén, se volverá contra el rey de Asiria
y lo castigará, porque es soberbio y arrogante. 13 se jacta diciendo:
«Esto lo hice con el poder de mi brazo; lo planifiqué con mi astuta sabiduría. Derribé
las defensas de las naciones y me llevé sus tesoros. Como un toro, he derribado
a sus reyes. Isaías 10-12-13
Pensar
que podemos hacerlo por nosotros mismos es un acto de negación de la obra de
Dios en nuestras vidas. Pensar que lo que hemos hecho lo hemos logrado por nosotros
mismos es un autoengaño.
Mis
queridos hermanos, no se engañen. Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo
que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las
luces de los cielos. Santiago 1:16-17 (NBV/NTV)
Dios
castigó al rey de Babilonia cuando dijo:
Exclamó:
«¡Miren la gran Babilonia que he construido como capital del reino! ¡La he
construido con mi gran poder, para mi propia honra!» Daniel 4.30 NVI
Toda
la gloria es para Dios.
El
menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco que la gente me llame
así, pues le hice mucho daño a la iglesia de Dios. Sin embargo, Dios
fue bueno conmigo, y por eso soy apóstol. No desprecié el poder especial que me
dio, y trabajé más que los otros apóstoles; aunque en realidad todo lo hice
gracias a ese poder especial de Dios. 1 Corintios 15.9-10
NOS
ENGAÑAMOS CUANDO PENSAMOS QUE ES SUFICIENTE CON ESCUCHAR LAS TRANSMISIONES
Es
un hecho que la iglesia con el paso de las generaciones ha ido perdiendo su
seriedad, hoy cualquiera puede llamarse a sí mismo como cristiano sin tener en
cuenta lo que la biblia dice, así que hoy tenemos cristianos por herencia,
cristianos que no se reúnen en templos, cristianos que creen que no importa en
lo que creas mientras seas sincero, cristianos que nunca se han bautizado aun
cuando el bautismo es la forma en la que nos unimos a la iglesia, cristianos
que no sirven a Dios y muchas otras categorías más.
El
problema es que hoy existen muchos oidores, pero no hacedores, hoy tenemos
oidores y espectadores, pocos pasan tiempo realmente en la meditación de la palabra
como hace unos días habíamos hablado. ¿Cuánto
realmente de lo que escuchan del tema les queda en su corazón? Si muchas veces
estando en la misma iglesia es fácil distraerse, ahora ¿Cuánto más estando en
la comodidad de la casa? Es por eso que queremos que ahora puedas aplicarte a
la aplicación de la palabra en tu vida. ¿Cómo puedes lograrlo? Para empezar,
comienza por tomar en serio este tiempo y decide tomar notas del tema para
reflexionar.
No
se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos.
Llévenla a la práctica. Santiago 1:22 (NVI)
Es
importante que nos dediquemos sobre todo en este tiempo a concentrarnos a la palabra
de Dios. Como pastores tenemos un gran reto para transmitir la palabra de forma
virtual y las personas a un rand desafío a esta atentos a ella.
Sobre
este tema tenemos mucho que decir, aunque es difícil explicarlo, porque a
ustedes lo que les entra por un oído les sale por el otro. Hebreos 5.11 NVI
Pero
aún más debemos hacer un compromiso por no solo escuchar o conectarnos a la transmisión
sino a vivir la palabra, que es para lo que fuimos llamados.
Ahora que
saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas. Juan 13:17 NTV
No
hay cristianismo sin acción, la iglesia nunca se trató de una vida desconectada
de los demás. Se trata de ser parte del cuerpo de Cristo.
NOS
AUTOENGAÑAMOS CUANDO CREEMOS QUE SOMOS ESPIRITUALES, PERO NO CONTROLAMOS
NUESTRA BOCA
Si
afirmas ser religioso, pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu
religión no vale nada. Santiago 1:26 NTV
Este
ha sido por mucho tiempo uno de los principales desafíos en la vida de los
cristianos, podemos afirmar y defender nuestra fe como gato boca arriba, pero
que difícil es poder controlar nuestras palabras, que difícil es evitar nuestra
opinión en un tema delicado para otra persona, que fácil se nos hace juzgar y
criticar, pero Santiago nos recuerda que toda nuestra fe se cae cuando no somos
capaces de controlar nuestra boca. Piensa solamente ¿Cuándo fue la última vez
que diste tu opinión acerca de alguien? Sobre todo, cuando tal vez nadie la
pidió y a nadie ayudó. ¡Qué difícil! Espero que como dijimos en el punto
anterior hoy te vuelvas un hacedor y no solo un oidor, atrévete a ponerle un
freno a tu lengua.
¿Cómo
puedes saber si alguien es espiritual o carnal? Es muy sencillo su boca
revelará su espiritualidad, nuestra boca es la revelación de nuestra vida
cristiana.
Una
persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona
mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice brota de
lo que hay en el corazón. Lucas 6.45
¿Cómo
puedes ver la firmeza del corazón de la gente en este tiempo? Escúchalos hablar
de sus vidas y planes.
Si
estos autoengaños nos están afectando en nuestra fe ¿Qué podemos hacer para evitarlos?
Dios
mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi
conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva. Salmo 139.
23-24
Abre
tu corazón a Dios
Dios
mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos
Creo
que, aunque sabemos que Dios lo ve todo, muchas veces tenemos miedo a ser
sinceros con él y abrir nuestro corazón ante él. Deja que Dios vea en tu
interior, háblale de las cosas que te inquietan, de aquellas cosas que incluso
te cuesta tener que hablar con alguien más.
Reconoce
lo que Dios te hable
Dime
si mi conducta no te agrada,
Hay
cosas que en tu vida no van a cambiar porque tú mismo no quieres reconocer, cuando
abrimos nuestro corazón dejamos que el Espíritu de Dios nos diga cosas que nos
negamos a aceptar. Dios puede ver donde tú no eres capaz, él te creo y él sabe dónde
está la falla en tu interior. A veces nos negamos a aceptar lo que los demás
nos dicen, pero cuando Dios habla no podemos resistirlo, esto es cuando la
palabra de Dios se hace Rema en nuestro corazón.
Disponte
a aprender
y
enséñame a vivir como quieres que yo viva.
Hay
una palabra clave por la que somos identificados en la biblia: Discípulos, somos
creyentes, cristianos, pero ante todo Dios quiere que seamos discípulos, y los discípulos
son aquellos que están aprendiendo constantemente, así que hoy tienes que
decirle al Señor: Señor ¿Qué quieres que yo aprenda en este tiempo? Esta pandemia
no es solo una crisis es un tiempo de aprendizaje, es un tiempo para cambiar
las cosas que hemos hecho mal, es un tiempo para renovar nuestra mente, es un
tiempo para mejorarnos, no podemos salir de este tiempo sin haber aprendido y
estar preparados para el crecimiento.
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