Que tu fe no falte


Que tu fe no falte

Creo que, en muchas ocasiones, cuando nos enfrentamos a crisis, al principio contamos con el ánimo y la actitud necesarios para superarlas. Sin embargo, el verdadero desafío suele residir en el tiempo de espera. La parte más complicada radica en observar cómo los días pasan y las circunstancias no muestran mejoría. Este proceso gradualmente va minando nuestra fe hasta llegar al punto en el que nos sentimos agotados. 

El pastor Rick Warren señala diez indicadores de agotamiento emocional en la vida de Elías.

·         El miedo se arrastra en tu vida.
·         Te encuentras huyendo de las cosas.
·         Te sales de las relaciones.
·         Tomas decisiones tontas impulsivamente.
·         Te pones más allá de tus límites físicos.
·         Tu trabajo parece inútil.
·         Te quejas de que quieres renunciar y rendirte.
·         Te sientes aislado y atacado.
·         Te comparas con los demás y te sientes mal contigo mismo.
·         Piensas que la muerte podría traer alivio.

Es un hecho que como cristianos enfrentaremos momentos difíciles como estos. Algunos pueden pensar que los cristianos no deberían experimentar tales sentimientos, pero el ejemplo de Elías, alguien que conocía a Dios y aun así se sintió emocionalmente abrumado, demuestra lo contrario.

Es esencial comprender que en algún momento de nuestras vidas enfrentaremos circunstancias similares y debemos estar preparados para ello. Otro personaje que experimentó una crisis emocional significativa fue Pedro, el día en que negó al Señor.


Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente. Lucas 22.62

El pasaje de Lucas 22.62 relata cómo Pedro, al salir fuera, lloró amargamente. El ejemplo de Pedro nos proporciona principios importantes que debemos considerar cuando nos enfrentemos a situaciones adversas.

SATANÁS QUIERE TU CABEZA

Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Mateo 26.31

Tengamos presente que es en el liderazgo donde Satanás enfoca sus ataques, especialmente en pastores y líderes, ya que, si logra derribarlos, todos los demás caerán en secuencia.
 
 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Lucas 22.31

Es verdad que, como cristianos, muchas veces culpamos al diablo de situaciones que han sido nuestra responsabilidad y elección. Sin embargo, también es un error ignorar la obra de Satanás en nuestras vidas.

En lo que se refiere a los diablos, la raza humana puede caer en dos errores iguales y de signo opuesto. Uno consiste en no creer en su existencia. El otro, en creer en los diablos y sentir por ellos un interés excesivo y malsano, como advierte C. S. Lewis.

"Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones" (2 Corintios 2.11). 

Así que, sin duda, un tiempo como el que estamos viviendo durante y después de la pandemia es perfecto para la actividad del enemigo en la vida de los líderes, nunca había escuchado de tantas caídas de líderes como en este tiempo, especialmente cuando se trata de un periodo de zarandeo.

Debemos recordar que Satanás no posee otro poder para tentar más allá del que Dios le permite.

«No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.» (1 Co. 10:13).

Si caemos, como Pedro, es porque no buscamos esa «la salida» que Dios nos ha dado para que podamos soportar.

EL SEÑOR CONOCE TUS LUCHAS

 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe... Lucas 22:32

La labor de un líder de iglesia es noble y llena de bendiciones, ya que implica guiar, apoyar y pastorear a aquellos que están bajo su cuidado espiritual. Sin embargo, es cierto que a veces, en medio de nuestro compromiso con los demás, podemos olvidarnos de cuidar de nosotros mismos.

Es esencial recordar que también necesitamos apoyo y cuidado. Aunque tengamos la responsabilidad de ser guías y modelos a seguir, no somos invulnerables a las luchas y desafíos de la vida. La presión puede ser abrumadora, y a veces, incluso los líderes más fuertes necesitan apoyo emocional, espiritual y físico.

No es un signo de debilidad buscar ayuda cuando la necesitamos. De hecho, reconocer nuestras propias necesidades y pedir ayuda cuando es necesario es un acto de humildad y sabiduría. No estamos solos en esta travesía; hay amigos, colegas y mentores dispuestos a brindarnos apoyo.

Así que, líder de iglesia, recuerda que no tienes que cargar con ese peso solo. Busca apoyo, ora por fortaleza y recuerda que, al cuidar de ti mismo, estarás en una mejor posición para cuidar y guiar a los demás de manera efectiva. Tu bienestar es esencial para cumplir con tu llamado de liderazgo de manera fructífera y saludable.

Sin embargo, la intercesión de Jesús en nuestras vidas es un regalo incomparable. Cuando enfrentamos momentos de debilidad espiritual o nos desviamos del camino, saber que Jesús está orando por nosotros nos brinda una profunda sensación de seguridad y consuelo. Su intercesión es un recordatorio de su amor inquebrantable y su deseo de que permanezcamos firmes en la fe. Además, el pasaje de 1 Juan 2:1 nos enseña que, incluso cuando fallamos y pecamos, Jesús es nuestro abogado ante el Padre. Su justicia y gracia nos defienden y nos reconcilian con Dios. En medio de nuestras luchas espirituales, la oración de Jesús es una fuente de esperanza y fortaleza, recordándonos que no estamos solos en esta jornada de fe.

TU DEBES CONOCER EL PLAN DE DIOS

¿Qué es lo que Dios te ha dicho de tu futuro?

Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos.  

Siempre me ha gustado pensar cuando Dios habla de tu final, porque quiere que tengas la garantía que saldrás de la crisis en la que te encuentras, Dios quiere que te fortalezcas conociendo tu final.

La idea de conocer nuestro futuro es realmente poderosa en momentos de crisis. Cuando Dios nos revela el final, nos brinda una seguridad inquebrantable. Es como ver una película sabiendo el desenlace; no importa cuán intensos sean los giros y obstáculos en la trama, nuestra confianza se mantiene en el resultado final. Esta perspectiva nos permite atravesar las dificultades con esperanza y determinación, sabiendo que la victoria ya está asegurada.

¿Qué es lo que te ha dicho de tu propósito?

Otra parte que me gusta pensar es como Pedro se encargará de restaurar a sus hermanos, después de que haya pasado por su propia crisis.

Esto como esos soldados del ejército de Estados Unidos llamados "ojos de Tigre". Esto significa que son soldados experimentados en guerras pasadas y muy útiles, así como respetados, debido a su experiencia en el campo de batalla. Son invaluables cuando se incorporan a un regimiento de soldados novatos, ya que saben cómo guiar y cuidar de los nuevos para evitar que cometan errores.

A veces, la única forma de ayudar y comprender a otros es cuando nosotros mismos hemos estado en una situación similar; es entonces cuando poseemos un "ojo de Tigre" que nos permite discernir las circunstancias que alguien está experimentando. En ocasiones, hemos tenido que actuar como "ojos de Tigre" en el campo de batalla, luchando contra circunstancias que otros no comprenden.

La analogía de los "ojos de Tigre" es muy valiosa. Al pasar por nuestras propias crisis, desarrollamos una sensibilidad y comprensión especial para las luchas de los demás. Nos convertimos en guías y apoyo para aquellos que están atravesando situaciones similares. Es un recordatorio de que nuestros propios fracasos y desafíos pueden ser usados por Dios para consolar y fortalecer a otros.

No te frustres por los fracasos, anímate, porque Dios puede usarte para ayudar a otros. Dios tiene Su mirada puesta en ti, al igual que lo hizo con Pedro. A menudo, los mejores líderes se forman en medio de las circunstancias más difíciles.


33 —Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.  34 —Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.  

En ocasiones, nuestra seguridad en nosotros mismos puede llevarnos por caminos inesperados. Incluso alguien tan valiente como Pedro, quien afirmó estar dispuesto a seguir a Jesús hasta la cárcel o la muerte, experimentó su propia debilidad cuando enfrentó la negación. Esto nos recuerda que todos somos vulnerables y que, en momentos de desafío, debemos mirar profundamente en nuestro interior.

Hoy, te invito a un autoexamen sincero. ¿Qué tan firme has caminado en tu fe en los últimos días? ¿Te has enfrentado a desafíos que han revelado áreas de debilidad en tu vida espiritual? No temas reconocer tus limitaciones; en cambio, encuentra tu fortaleza y auxilio en Dios. Este es un llamado a la humildad, a buscar en Él la firmeza que necesitamos.

1 Corintios 10:12 nos advierte que aquellos que creen estar firmes deben estar alerta para no caer. Así que, en medio de tu liderazgo y servicio, recuerda que, como Pedro, todos somos susceptibles a la debilidad. Busca la fortaleza en Dios y permítele ser tu refugio y tu firmeza. En este proceso, encontrarás la seguridad genuina que solo Él puede proporcionar.

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