No es mentira que estamos viviendo tiempos
difíciles, por todas partes, y no solamente sobre esta enfermedad, hay gente
luchando en todos lados, las emociones de cada día son coraje, odio y
frustración, en épocas así de oscuras nos olvidamos de las buenas intenciones,
de sentir amor, pero, sobre todo, del gozo de Dios.
Nehemías continuó
diciendo: «Vayan y festejen con un banquete de deliciosos alimentos y bebidas
dulces, y regalen porciones de comida a los que no tienen nada preparado. Este
es un día sagrado delante de nuestro Señor. ¡No se desalienten ni entristezcan,
porque el gozo del Señor es
su fuerza!».
Nehemías
8:10 NTV
Se
nos olvida constantemente el poder que tiene el sonreír, la felicidad, la
esperanza, algunos de estos son frutos del espíritu, y su fuente proviene de
nuestra cantidad de amor, si tenemos amor lo demás llega automáticamente. ¡Eso
suena realmente fácil! Pero no siempre lo es.
Amo los domingos, amo estar en la casa de Dios y estar en su presencia,
todo el tiempo es difícil porque a veces las situaciones externas nos limitan a
acercarnos, siempre hay problemas que resolver e incluso personas que no
queremos ver, pero cuando dejo todo eso de lado y me concentro en Dios, sé que
el está conmigo incluso cuando yo me siento lejos de él.
1.- La alegría de Dios
no viene con religiosidad
Vino el
Hijo del hombre que come y bebe, y dicen: “Miren, es comilón, borracho y amigo
de los cobradores de impuestos y de los pecadores”. Pero la sabiduría divina se
comprueba por la vida de los que la siguen»
Mateo
11;19
El gozo
de Dios es opacado por nuestra religiosidad, cuando pensábamos que la iglesia
no era para reír, o que nuestra actitud debía ser siempre solemne, el mismo
Jesús se enfrentó a comentarios de la gente por su comportamiento, y lo
juzgaban por sus amigos y la gente con la que andaba. Si pensamos que por ser
cristianos ya no podemos llevarnos con gente que no lo es estamos muy mal, si
pensamos que todo lo que debe haber en nuestras redes ahora tiene que ser
estrictamente sobre Dios también estamos mal. Jesús tenía muchos seguidores
porque no temía sentarse en la mesa incorrecta, no temía hablar con la gente
menos privilegiada o los más pecadores, Jesús no tuvo miedo de convertir agua
en vino para alegrar un poco una fiesta, no temió conversar con una mujer
samaritana, no temió rescatar a una mujer que estaba a punto de ser apedreada.
Jesús
amaba pasar el tiempo con las personas, porque más que ser solo sus seguidores
eran sus amigos, y los amigos se divierte, se aman, el gozo de Dios no puede
estar completo en nuestra vida si juzgamos la forma en la que actúan otros
cristianos, ni siquiera deberíamos juzgar el estilo de vida de otras personas
porque Jesús jamás lo habría hecho.
Nuestro señor era llamado comelón y hasta borracho, con los peores
amigos que los religiosos de aquella época podían ver, y nunca se disculpó por
ello, y la iglesia que dejó hace 2000 mil años, la dejó fundada sobre esas
bases, la de la amistad, la de las puertas abiertas.
Tenemos que dejar a las personas ser “reales” y amarlos tal y como son,
como Dios lo hace.
3.-
La alegría de Dios viene con arrepentimiento
Devuélveme
la alegría;
deja que me goce
ahora que me has quebrantado.
9 No sigas mirando mis pecados;
quita la mancha de mi culpa.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.
deja que me goce
ahora que me has quebrantado.
9 No sigas mirando mis pecados;
quita la mancha de mi culpa.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.
Salmo
51:8-10
David se encontró roto, y quería
volver a sentir la alegría, la seguridad de estar limpio no se compara con
nada. Dios dice que somos buenos, hemos sido escogidos y amados, pero es el
pecado el que no nos deja ser felices, no podemos pararnos y fingir que todo
está bien porque sabes que no es así, y vivir la vida de esa forma es muy
cansado.
¿Cuántos harían lo que fuera para
volver a sentirse alegres? ¡Deja que me goce! Es una expresión tan fuerte
cuando le prestamos atención. Y necesitamos arrepentirnos de todo lo que hemos
hecho.
El gozo es prueba del espíritu de Dios
en nosotros, necesitamos estar limpios para sentirlo, necesitamos vaciar
nuestro enojo, nuestras tristezas.
2.- La alegría de
Dios viene con su poder.
Hace tiempo escuche una frase que decía “No es fácil bailar
con el diablo sobre tus hombros” El arrepentimiento trae libertad, pero
volveremos a caer cada vez una vez más si aún tenemos el peso del enemigo sobre
nosotros, necesitamos buscar la verdadera libertad. El gozo de Dios nos da
fuerza para levantarnos cada mañana y actuar correctamente.
En ese
día, el Señor acabará con la servidumbre de su pueblo.
Romperá el yugo de la esclavitud
y se lo quitará de los hombros.
Romperá el yugo de la esclavitud
y se lo quitará de los hombros.
Isaías
10:27 NTV
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.
Salmos 126. 1-2
Dios
tiene un poder, lo usó para crear al mundo y levantarse de la tumba, y es ese
mismo poder, tan fuerte como siempre, el que puede levantarnos a nosotros
también, el que puede llenarnos de gozo, el que puede llenarnos de su
presencia.
¡No se desalienten
ni entristezcan, porque el gozo del Señor es su fuerza!».
Nehemías
8:10 NTV
Para tiempos difíciles Dios tiene sorpresas inimaginables, Dios puede
llenarnos de gozo no importa en que lugar nos encontramos, si decidimos
acercarnos podemos hacerlo. No limites a Dios por tu situación actual, el solo
necesita un corazón abierto.
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