Efectos de la crucifixión


Efectos de la crucifixión.

A medida que pasan los días de este mes pareciera que la situación que nos está paralizado a todos como humanidad no está cediendo, las malas noticias siguen siendo más que las buenas y todo parece que tardará mucho, casi sin esperanza.


    Esto me hace recordar y pensar en lo terrible que debió ser para los discípulos afrontar el duelo de la muerte de Jesús, pues era su única esperanza en el mundo, y en un momento seres humanos normales habían acabado con su vida, así que imagina como se debió sentir eso, para ellos, si Jesús no había podido vencer la situación que los aquejaba ¿Quién lo haría?

     Sin embargo, llegado el momento, Jesús se levantó y derrotó a la muerte, ahora pensemos en nosotros, la situación podrá parecer terrible, y para nada esperanzadora, y quizá pensemos ¿Podrá Dios ayudarnos? Pues claro que puede hacerlo, él tiene el poder, y el poder que lo levantó de la muerte, está a punto de moverse otra vez en nuestras vidas.

     Cuando Jesús se levantó de la tumba cambió el mundo entero y nos dio la más grande prueba de su poder, pero, además, ocurrieron muchas cosas asombrosas y prodigios que causaron un cambio en el mundo, y en nuestras vidas aún podemos todavía tener un efecto de su crucifixión.
Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
54 el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
Mateo 27:50-54
1.- Un terremoto.

     Nosotros como cristianos debemos saber bien, que las fechas más importantes de nuestra fe son el nacimiento de nuestro Señor y también el día de su muerte.

     Es importante que recordemos que existen dos tiempos, Cronos y Kairós, el primero es el que utilizamos nosotros los seres humanos para contar las horas y los días, y designar fechas en nuestra vida, y el tiempo cronos es el tiempo que Dios designa para llevar a cabo sus propósitos.

     La muerte de Jesús fue en el momento perfecto, cuando el tiempo cronos de los hombres y el tiempo Kairós de Dios se unió. Se dice que Jesús murió a la misma hora que estaba siendo sacrificado el cordero pascual.

     No obstante, debemos saber que el Jesús era el hijo de Dios, y aun cuando murió tenía todo el poder, porque la muerte no fue quien le quitó la vida, él la entrego por sí mismo y por cada uno de nosotros, el entregó su espíritu.

     De la misma forma, estamos viviendo en un tiempo importante, en dónde el cumplimiento de la promesa de Dios sobre la vida de muchas personas está comenzando a llegar. El poder que resucitó a Jesús es grande, y puede cambiar nuestra situación actual.

    El terremoto es señal de la fuerza del poder de Dios, la muestra de su poder viene a sacudir nuestro mundo, nuestro entorno, pero es necesario para ver la gloria.

2.-Las Rocas se partieron.

Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
51 y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron.
Mateo 27: 51
    La fuerza de la muerte Jesús fue tan grande que incluso la parte más dura de la tierra se quebró. Para poder ver la gloria de Dios es necesario muchas veces que dobleguemos nuestro orgullo, no podemos creer que Dios hará algo en nuestra vida con el poder que tiene si no somos capaces de quebrarnos primero.

       Jesús antes había dicho que, si los niños callaban, las piedras clamarían, y cuando murió, estás realmente comenzaron a hacerlo, el rompimiento de las rocas era la creación glorificando a Dios. Cuando nosotros nos negamos a nosotros mismos y quebramos nuestro molde y la forma en la que hemos crecido también estamos glorificando a Dios y dando testimonio de su poder en nuestras vidas.

       En el año del rompimiento, ¿Qué mejor forma de glorificar a Dios sino quebrándonos para mostrarle al mundo el poder de Jesús?
    Jesucristo es nuestra roca, como acto simbólico, cuando el murió, todas las demás rocas se partieron, dejando una hendidura, es esa hendidura a través de su sacrificio que podemos ocultarnos ahí para contemplar su gloria, así como Moisés lo hizo.
    Éxodo 33:17-23

Para que después de todas estas cosas podamos refrescarnos con los ríos de agua viva que brotan de la roca. El sacrificio de nuestro señor fue por el bien de nosotros, es necesario pasar por el mal momento en el que el murió para darnos cuenta de que él es nuestro refugio y de él obtendremos fortaleza porque el venció a la muerte.
  Es cuando recordamos que Jesús murió, y cuando celebramos que el venció la muerte que nuestros corazones duros se rompen, eso es lo que debemos rasgar, no nuestros vestidos, un corazón que no es capaz de quebrarse aun sabiendo el sacrificio que Jesús hizo por él, es más duro que todas las rocas que se partieron aquel día.

3.- Se abrieron los sepulcros.
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
Mateo 27: 52-53
    Para finalizar debemos recordar que quizá el acto más grande que ocurrió aquel día y del que poco nos acordamos es Jesús no fue el único que resucitó. Sino que muchos otros santos que estaban dormidos aquel día también se levantaron.

    Hay mucha gente con un llamado de Dios, con una promesa especial por parte de él, sin embargo, muchos de ellos están dormidos, y no están haciendo lo que deberían hacer. Jesús es Todopoderoso, él puede levantarse de la muerte, pero sabe que para poder esparcir su mensaje por toda la tierra necesita de otras personas, gente como tú y como yo que muchas veces estamos dormidos.

    El poder de Jesús viene a despertar a los dormidos, a resucitar a los muertos, y es para que vayamos por todas partes y llevemos el mensaje, es tiempo de que la iglesia, aún en momentos difíciles como este se levante como nunca con la fuerza y el poder de Dios, y muestre lo que podemos hacer. Porque en el tiempo que pareció ser el más oscuro de la humanidad, Jesús demostró que él era el que tenía todo el poder, y ese mismo poder sigue estando en sus manos hoy en día, es tiempo de que los santos se manifiesten.


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