DIOS NO ESTA MUERTO
Lucas 24:5 Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos
hombres les dijeron: —¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que
está vivo?
Continuamos
con nuestra serie hay poder en la sangre y que mejor este domingo de resurrección
poder recordar un poco de ese grandioso día en que Jesús se levanto de la tumba
para darnos una vida extraordinaria. Descubre el maravilloso poder de la resurrección
de Jesús a través de este pasaje de las escrituras.
LA PIEDRA YA FUE QUITADA.
Pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que tapaba el sepulcro no estaba en su lugar; y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Lucas 24:1-3 DHH
No hay obstáculos para que puedas ver la manifestación
de Dios. La piedra no fue quitada para que Jesús saliera de la tumba, la piedra
fue quitada para que nosotros pudiéramos ver la manifestación de Dios. Finalmente,
Tomas no fue el único que tuvo que ver para creer, muchos de nosotros no
creemos verdaderamente que Dios este presente, que este vivo, que se haya
levantado de la tumba y que tenga el poder para volver a levantarse en nuestro
momento más obscuro para manifestarse.
Con gran razón dice la escritura en Juan
20:26-29
Ocho días
después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó
Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a
vosotros. Luego dijo a
Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: !!¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
No hay obstáculos ya para que puedas ver a Jesús.
JESUS NO ESTA MUERTO
y entraron,
pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. 4 No sabían qué
pensar de esto, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas,
vestidos con ropas brillantes. 5 Llenas de
miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron: —¿Por
qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí,
sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en
Galilea: 7 que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de
pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría. Lucas 24:3-7 DHH
Cuando las
mujeres vieron que la tumba estaba vacía, ellas no sabían que pensar. La
noticia de que Jesús no está muerto provoca confusión.
Hay una
batalla interna constantemente en cada uno de nosotros entre creer y no creer,
entre alegrarnos por la buena noticia o no alegrarnos, entre celebrar o seguir cabizbajos
pensando lo peor, hay una lucha constante entre la carne y el espíritu, entre el
razonamiento y la fe, entre la lógica y lo sobrenatural. Esto por supuesto me
recuerda la lucha entre Jacob e Israel, entre pensar y aceptar las buenas
noticias o quedarte con las malas noticias y la desesperanza. Por eso los ángeles
les dijeron:
Los ángeles les dijeron: ¿Por qué buscan
ustedes entre los muertos al que está vivo? La mayoría de nuestros errores surgen por
ignorar u olvidar las palabras que Jesús a dicho. Ellos también les dijeron: Acuérdense
de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea.
Nosotros hemos dicho que Galilea
representa el lugar donde todas las cosas son posibles porque fue ahí donde Jesús
llamo a la mayoría de sus discípulos, donde hizo un sinfín de milagros, donde
predico el famoso sermón del monte, donde se llevo acabo la pesca milagrosa… Así
que Los Ángeles hacen referencia a ese lugar como uno de los mejores momentos
de Jesús con sus discípulos. En ese tiempo de penumbras aquellas santas mujeres
y los discípulos necesitaban recordar las palabras que Jesús les había hablado
cuando se encontraban en tiempos de calma. Ellos dijeron: Acuérdense. Dios te
dice hoy: Acuérdate…
CUENTA TU HISTORIA CON JESUS
Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús, y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once
apóstoles y a todos los demás. Lucas 24:8 DHH
Recordar las palabras de Jesús avivan
tu esperanza.
Ellas al regresar del sepulcro, después
de recordar las palabras de Jesús tuvieron la motivación suficiente para compartir
su experiencia. A pesar de que el lugar de donde venían no era muy bonito,
porque se trataba de un sepulcro, toda tristeza y desesperanza se disipó al
recordar las palabras de Jesús. Eso sucede aun en los momentos más oscuros,
siempre Jesús es capaz de transformar nuestro entorno y avivar nuestra
esperanza.
Recordar las palabras de Jesús activan
tu fe.
Ellas tuvieron la firmeza y confianza
de poder hablar con libertad de todo lo que habían visto y oído porque
volvieron a creer. Recordar las palabras de Jesús siempre, siempre reactiva
nuestra fe y esa fe nos devuelve la confianza y firmeza para hacer todas las
cosas que necesitamos hacer. Este tiempo que estamos viviendo es critico y hay
mucha desesperanza, las personas necesitan escuchar personas que hablen acerca
de la Fe, acerca de Jesús, acerca de la iglesia con firmeza, confianza y valentía.
Recordar las palabras de Jesús reactivan
tu ministerio.
Y por último lo que estas mujeres
hicieron fue reactivar su ministerio, porque no solamente hablaron y contaron
todas las cosas a los apóstoles sino a todos los demás. esto lo dice aquí mismo
en Lucas 24:8.
Este tiempo de crisis es la
oportunidad para hablar de Jesús, es el tiempo justo donde podemos compartir el
evangelio porque evangelio significa “buenas nueva” “buenas noticias” no es
tiempo para condenar, para lastimar, para herir. La iglesia en su desesperación
a ocupado tiempos como estos para hablar de su frustración porque no ha tenido
la sabiduría, ni la prudencia para ganar al mundo y lo quiere hacer ahora o en
cualquier otro tiempo de crisis y volvemos a fallar porque se nos olvida que el
evangelio es dar buenas noticias al mundo. El mundo hoy más que nunca quiere
creer. Recordemos una vez mas las palabras amorosas de Jesús, es mas recordemos
el motivo por el cual Jesús fue enviado, el motivo fue el amor del padre por
todos nosotros, por el mundo entero.
Pues Dios amó
tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no
muera, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16
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