La presencia de Dios en la Navidad.

La presencia de Dios en la Navidad.

1.- Dios está en la región.          

                               ⁸ había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la              noche sobre su rebaño.⁹ Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

                                                                  Lucas 2: 8                               

               En esta temporada navideña tenemos que saber que Dios se mueve de una forma especial, la misma presencia y gloria que él derramó el día que nació, es la misma que él sigue derramando en la actualidad cada año que se repite la fecha, y es increíble darnos cuenta de la cantidad de personas que de una u otra forma recuerdan a Jesús en está época del año.

            Estos pastores que habían salido a velar como cualquier otro día tuvieron el privilegio de presenciar la gloria de Dios, ¿Por qué? Realmente no estaba buscándolo, sin embargo, se encontraban en la misma región, ¿De qué? Pues de los milagros, de la presencia de Dios, por eso tuvieron la oportunidad de presenciarlo. Si queremos experimentar una muestra del poder y gloria de Dios debemos estar cerca de donde él está, cerca de donde él se está moviendo y obrando.

2.- Dios está liberando una gloria especial.

⁹ Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

 Lucas 2:9

            Dios no quiere que tengamos miedo de vivir su gloria, de presenciar lo que él puede hacer, las cosas desconocidas suelen ser aterradoras, y Dios lo sabe, porque somos humanos, y la parte más difícil de serlo es deshacernos de nuestras limitaciones naturales, de nuestros instintos de supervivencia, por eso Dios antes de todo quiere tranquilizarnos, darnos confianza, y si tenemos la oportunidad de ver a Jesús y sentirlo en esta navidad no hay nada que temer.

 3.- Dios trae buenas noticias.            

¹⁰ pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:

¹¹ que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

¹² esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

¹³ Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:

¹⁴ !!Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Lucas 2: 10-14

       Este domingo estuvimos hablando de los deseos que se vuelven realidad, y que en estas fechas Dios trae buenas noticias, y las personas son más susceptibles a compartir, amar, y sobre todo, acercarse a Jesús, no dejemos que los malos pensamientos de las personas, e incluso los de uno mismo nos alejen de la presencia de Dios, que es el verdadero sentimiento de la Navidad, llenemos nuestra casa de él, y permitamos que el entre a nuestras vidas.

                 La noche que Jesús nació fue una noche de grandes prodigios en los cielos y en la tierra, no solo los ángeles cantaban, también lo hicieron huestes celestiales, porque el Dios todopoderoso había nacido, ¿Por qué nosotros no habríamos de adorarlo también?

         Pidámosle a Dios que nos llene, que nos permita estar en la misma región en la que él se mueve, y confiemos en que cuando nos acercamos a él las cosas pueden ocurrir, y que sin duda alguna, Dios se mueve poderosamente en la época navideña.