Mirando la gloria

Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios.
56 — ¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!
57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores le encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo. Hechos 7:55-58




     Me encanta como la biblia nunca deja de hablar vida, incluso cuando tú crees conocerla al derecho y al revés, de pequeño y hasta la fecha siempre he tenido un conflicto con Esteban, ¡Es que el parecía tan bueno e inocente que me empalagaba! Pero estoy segurísimo que Dios ama a este tipo de personas, al menos para mí, y en la pequeña aparición que tiene en la biblia muestra muchas cualidades que todos como cristianos debemos tener, amor, capacidad para perdonar, capacidad para hablar de lo que él creía, valor, y sobre todo, y no menos importante; mucha, mucha fe.

       ¡Imagínate! Aquí estoy ahora intentando ser como Esteban, cuando antes no podía creer que existiera un personaje tan bueno que sonaba irreal, pero creo que todos si llegamos a adoptar la imagen de Dios a través de su espíritu también podríamos vernos como seres irreales ante otras personas.

       Esteban vio la gloria de Dios, yo quiero verla también y que todos podamos verla, así que el día de hoy veremos algunas cosas importantes para poder verla y qué  hacer cuando estamos teniendo una probadita de ella.

1.- Ser lleno del Espíritu Santo
     Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Hechos 7:55

      Primero que nada, debemos ser llenos del espíritu ¡Vaya! Suena más fácil decirlo que pedírselo al señor realmente, es una de las cosas que no me dejan dormir en la noche desde esta inquietud ha comenzado ¿Hay que llorarlo mucho a Dios para que me dé de su espíritu o con solo pedírselo una vez basta?

     El espíritu desciende cada que lo necesitamos, es como un súper poder, y si se lo pedimos a Dios estoy seguro que él no sería capaz de negárnoslo. Antes de poder ver la gloriosa manifestación de Dios es necesario que busquemos su llenura, esto me recuerda a los poderes de Superman, cuando se ve en ciertas situaciones en donde ha estado atrapado o capturado sus poderes tienden a debilitarse, y la única forma de que recargue su energía es con la luz del sol.

     Así estamos nosotros a veces, agotados, acabados, sin ninguna fuerza de continuar, hartos incluso de la vida que llevamos, y necesitamos de esa luz del sol que nos recargue las pilas, esa es la llenura de espíritu de Dios, la espera que podamos llenarnos de él para poder afrontar todas las situaciones. 

      Algo más que veo en esta historia es que además el espíritu te da un impulso, es como un comodín que te mueve a hacer cosas que por ti mismo no podrías hacer, y eso es lo que más me emociona, ser movido por el espíritu de Dios es como andar en un vehículo todo terreno ¿A que le podemos temer?

      Ha habido varias ocasiones en las cuales creo que el espíritu de Dios ha estado conmigo, y me ha hecho decir y escribir cosas que solo pueden venir de parte de él, pero estoy muy seguro también que hay una gran diferencia entre estar con el espíritu y ser lleno de él, la segunda debe ser la clave para ver a gloria de Dios. 

2.- Fijar la mirada en el cielo.
     Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios
   
  Siempre suelo decir “fijemos la mirada en el cielo” pero jamás había tenido un significado tan claro como ahora, fijar la mirada en el cielo, en cristo es dos cosas:
   
  1.- Que aunque nuestro alrededor esté en llamas jamás debemos olvidar que nuestra esperanza no está como se ve lo que nos rodea sino únicamente en Jesús.

Esteban estaba siendo apedreado cuando tuvo esta visión de la gloria de Dios, sus enemigos se enojaron por su predicación y el mensaje que él daba, así que lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta que Esteban murió, pero hay algo que este gran hombre de Dios nunca dejo de hacer y fue mantener su mirada en el cielo, mantener su mirada arriba.

     2.- Que no importa que esté pasando abajo, como hijos y creyentes de Dios siempre debemos tener la cabeza en alto.
    Actualmente la gente habla de la aceptación, de que no te importe lo que los demás piensen o digan de ti, que vivas tu vida, que seas libre “échame tierra y verás cómo florezco” ¡Me encanta todo eso! Porque es precisamente lo que siento cuando sé que estoy con Dios, cuando sé que tengo mi mira en lo que está allá arriba no aquí abajo.

Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Salmo 3:3

          Mi padre me protege, mi padre me guía, él es mi gloria, y no importa lo que yo haga o lo que esté viviendo el siempre levanta mi cabeza, y sé que no estoy solo.

Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra
Colosenses 3:2 NVI

        Todas las cosas terrenales son vanas, muchas son importantes, pero no tienen un valor eterno, debemos preocuparnos por las cosas que vale allá arriba, no sirve de nada hacer muchas cosas aquí que no nos vamos a llevar, la vida tiene muchas razones por las cuales vivirse, pero hay pocas cosas que trascienden a lo eterno.

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:13-14

         Hay muchas cosas que quiero hacer en esta vida, pero sé bien que seguir a Jesús puede ser la mejor de todas ellas.

3.-Habla de lo que ves.

     56 — ¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!
57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él. Hechos 7:56-57

        Ahora bien, ¿Qué hacer cuando estamos viendo la gloria de Dios? ¡Inquietar a los que están a nuestro alrededor! Imagina ese momento, Esteban solamente estaba hablando de lo que veía en el cielo, y fue eso suficiente para inquietarlos. 

      Sé bien que Dios está mostrando muchas cosas a cada uno de nosotros, y lo mejor que podemos hacer con esas maravillas que estamos viendo es compartirlo con los que están a nuestro alrededor, Esteban no lo dudó, a su alrededor solo había gente enojada y aun así lo hizo. Vamos a incomodar a mucha gente con lo que vamos a mostrar, vamos a inquietar a muchos que se han alejado ¿Y sabes porque? Porque esa es la forma en la que Dios quiere ser glorificado, a través de nosotros, a través de todo lo que hablemos y contamos, después su gloria.

      La gloria de Dios es para ser glorificada, Dios hace prodigios para glorificarse, Dios nos muestra su gloria no para que nos lo guardemos sino para que hablemos de las cosas que están pasando en nuestra vida, en nuestra casa, en nuestra iglesia o en nuestra ciudad.

       Dios espera que seamos llenados de su espíritu para ver esa gloria, Dios quiere que fijemos la vista en las cosas de arriba a pesar de lo difícil que pueda ser todo abajo, y Dios espera que podamos hablar de las maravillas que él está haciendo frente a nuestros ojos.

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