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El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos». Juan 13.35 NTV
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Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a
ustedes para gloria de Dios.
Romanos 15.7 NVI
Un personaje de literatura que siempre me ha encantado es el
rey Arturo, como soy muy aficionado a las historias de reyes y tronos cuando me convertí
leí varias veces en la Biblia, los libros de Samuel, Reyes y Crónicas, porque todas esas historias me encantan. Algo interesante de la historia del rey Arturo es la famosa
mesa redonda, se dice que era redonda porque era una mesa de igualdad, no había
un lugar sobresaliente en la mesa, no había un puesto en especial, nadie podría
sentirse como privilegiado o insignificante, todos eran iguales. Recuerdo haber
visto en la película Lancelot el primer caballero una declaración que
los caballeros de la mesa redonda se hacían entre ellos poniendo sus manos
sobre el hombro del otro decían: hermano a hermano, tuyo en vida y muerte. Era
una declaración muy seria y una promesa muy grande, por algo llevaban el honor
de llamarse caballeros.
En nuestra vida de una u
otra forma hemos hecho ciertas declaraciones serias, como cuando nos
convertimos a Cristo e hicimos la
oración de fe, donde declaramos a Jesús:“te acepto
como Señor y Salvador”. También cuando las personas se casan hacen una declaración a su pareja: “te acepto a ti como mi legitimo esposo o legitima esposa”. Creo
que, así como hemos hecho estas declaraciones también en algún momento tenemos
que hacer una declaración donde aceptamos a nuestros hermanos, tal vez no somos
caballeros del rey Arturo, pero si servimos al gran Rey y él nos dio un
mandamiento.
Jesús dijo: Este mandamiento nuevo les doy: que se amen
los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse
los unos a los otros. Juan 13.34 NVI
Si nuestro deseo sincero es darle gloria a Dios, el apóstol Pablo dice que una de las
formas en la que podemos hacerlo es aceptando a nuestros hermanos, ¡es increíble! podemos glorificar a Dios cantando pero también cada vez que
amamos a nuestros hermanos estamos glorificandolo. El apóstol Pablo también dice: así
como Cristo los aceptó. ¿Somos perfectos? Por supuesto que no, pero Cristo
nos aceptó, aceptar a tu hermano no significa que sea perfecto o que tenemos
que estar de acuerdo en todo lo que hace, pero debemos aceptarlo, porque Cristo
así también nos aceptó y nos va perfeccionando cada día. La aceptación y el
amor por nuestro hermano glorifica a Dios, y es evidencia de que somos verdaderos
discípulos de Cristo.
El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos». Juan 13.35 NTV
🏃♂Hazlo.
Así como declaramos aceptar a Cristo o los esposos declaran aceptarse en un
altar, este día haz una declaración de aceptación de tus hermanos.
🙏Ora.
Señor Jesús este día acepto a los hermanos que me has dado, declaro que son mi
familia espiritual, ayúdame a ser para ellos de bendición, que cada día podamos
ser mas como tú, que el mundo te conozca a través del amor que vean en nosotros.
En tu nombre, Amén.
🏠 Grupo. ¿De qué manera podemos demostrar aceptación los unos a los otros? ¿Cómo podemos fomentar la aceptación entre hermanos? oren unos por otros y manifiesten su amor fraternal.
🏠 Grupo. ¿De qué manera podemos demostrar aceptación los unos a los otros? ¿Cómo podemos fomentar la aceptación entre hermanos? oren unos por otros y manifiesten su amor fraternal.
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